Opinion

El informe de las mentiras

Javier Cuéllar Moreno/
Analista político

2017-10-07

La relativa aceptación popular de los panistas y de Javier Corral Jurado que les permitió ganar las pasadas elecciones es que la gente se encontraba harta de las mentiras que les contó César Duarte Jáquez para llevarlos a la bancarrota del estado de Chihuahua y aprovecharse de ellos desbarrancando las finanzas públicas desde una deuda de apenas 12 mil millones de pesos iniciales a una de 55 mil millones en que la dejó al concluir su mandato.
Con ese nivel de deuda pública es fácil comprender que a cualquier mandatario que lo sucediese, así fuera Enrique Serrano, le sería imposible desempeñar un buen papel porque los dineros futuros del pueblo chihuahuense están comprometidos por varias generaciones. De esta patética realidad no había que convencernos.
En una época electoral como la que estamos viviendo, perder credibilidad es lamentable porque “en la boca del embustero lo cierto se hace dudoso” (refrán español) y en medio de una campaña política cuando no se cuenta con recursos económicos para afrontar la obra pública ni tan siquiera en forma indispensable, la confianza de la gente en la veracidad de un gobernante y de sus candidatos, es un capital invaluable para convencer a la gente.
Por esa cascada de falsedades que han proferido siempre, es que la gente repudia a todos los partidos políticos. Corral debe comprender que la gente no es tonta y que se da cuenta cuando sus líderes le están mintiendo porque bien lo dijo Abraham Lincoln: “Podrás engañar a todos durante algún tiempo; podrás engañar a alguien siempre; pero no podrás engañar siempre a todos”. Y después de César Duarte la desconfianza es la primera reacción ante nuestros gobernantes.

Las falsedades electorales
Pero decía Otto Von Bismarck: “Nunca se miente más, que después de una cacería, durante una guerra y antes de las elecciones”. Y creo que nunca la gente se encuentra más desconfiada y predispuesta contra la conducta embustera que en épocas electorales y ahora en Chihuahua estamos en una etapa electoral presidida por el hartazgo político partidista. Javier Corral no tiene ninguna necesidad de mentir, total la deplorable situación en que se encuentran las finanzas públicas es a todas luces culpa de la administración de César Duarte. Por eso lo trae huyendo con una decena de órdenes de aprehensión y tiene a una docena de sus exfuncionarios en el bote.
Y todo esto viene al caso por el contenido del primer informe de gobierno que ha rendido el gobernador Corral ante la ciudadanía chihuahuense donde se tiene la impresión que fue la mentira la que lo presidió a todo lo largo y lo ancho de la alocución. Sin ninguna necesidad, porque todos estaban preparados para escuchar la verdad, nadie para las falsedades.
Si en su campaña política don Javier prometió que la Junta Municipal de Agua y Saneamiento se entregaría a los gobiernos municipales y el pueblo eso es lo que quiere, pues sencillamente hágalo. No tiene caso conservar en la esfera de la administración estatal un organismo impopular que se ha caracterizado por su enorme corrupción.
Pero no, encima de que no cumple con su promesa, se descubre que personal de esa corporación están realizando a cuenta del erario, trabajos de remozamiento de una casa atribuida a su propiedad en la esquina de las calles Ignacio de la Peña y Costa Rica de Ciudad Juárez en hechos ampliamente difundidos por la prensa local. Deben cuidarse esos detalles.

Reestructurar no es abatir
¿Para qué hablar de atenuación de la deuda pública cuando lo que se está haciendo es solamente amortizarla, cumplir con los abonos y reestructurarla? Una deuda diferida no es, ni por asomo, una deuda pagada ni abatida, ¿Para qué decirlo? Da más coraje que le quiera ver a la gente la cara de tonto. Total échale la culpa a Duarte que una raya más al tigre ni se le nota. Por su parte, ¿Para qué hablar de disminución de la criminalidad y la delincuencia? Cuando todos bien sabemos que los asesinatos, los robos de toda clase, los secuestros y las extorsiones se están sucediendo en forma creciente en el estado.
Para acabarla de amolar, habla de que “está limpiando la casa” y precisamente en Ciudad Juárez caen tres policías ministeriales (entre ellos el coordinador operativo de la Unidad de Delitos contra la Paz, Gumersindo Gandarilla Rubio) como probables responsables del delito de  extorsión, acusados de exigir a un ciudadano cuatro mil pesos para evitar el decomiso de un vehículo con matrículas de Estados Unidos y cínicamente se habla de acusar al ciudadano víctima de promover conductas ilícitas al darles 500 pesos como abono a la extorsión de estos oficiales.
¡Él es una víctima no un delincuente! ¿Dónde queda la credibilidad del gobierno. ¡En ceros! Y este delito no se lo puede imputar al duartismo. “Quien quiere mentir, engaña y el que quiere engañar, miente.” Nos dice Lope de Vega, pero ¿Qué necesidad? ¿Para qué tanta falsedad? ¿Cómo piensa impulsar el gobernador a sus candidatos en la próxima contienda electoral cuando se está desprestigiando en la realidad?. Necesitamos un gobernador fuerte, consolidado en la verdad.
Astrid González, de la mesa de seguridad nos dijo: En el 2015 se cometió un secuestro, en 2016, 3, y en lo que va del 2017 ya van cinco casos lo cual prueba que este grave y terrorífico delito va al alza en contradicción del discurso de nuestro gobernador y es muy claro que combatir este tipo de delitos es competencia estatal.
Con los asesinatos ni se diga, si al termino del gobierno de César Duarte se cometían un promedio de 0.8 homicidios, ahora se producen tres diarios y se reportan con demasiada frecuencia enfrentamientos e incursiones del crimen organizado en muchas localidades del estado como Madera, Namiquipa, Bachiniva, Cuauhtémoc, ciudad Juárez y Chihuahua que otrora eran en su mayoría comunidades pacíficas de corte provinciano.
Ahora son un verdadero infierno sin olvidar la masacre ocurrida recientemente en un centro antiadicciones de la capital que quedó convertido en un verdadero rastro. De todo esto no se puede acusar válidamente al duartismo ni mucho menos afirmar que se está pacificando al estado. Con César Duarte el poder era para poder, pero ahora con Javier Corral da la impresión que el poder es para mentir. ¿Qué caso tiene?.
Por su parte, el Fideicomiso de los Puentes Federales cuyos recursos fueron otorgados para beneficio de nuestra frontera principalmente para obras de equipamiento urbano y esencialmente pavimentación, ha sido un total fracaso; al frente del mismo se puso a Gustavo Elizondo, uno de los políticos panistas más desprestigiados de la historia reciente de nuestra comunidad, que no ha hecho otra cosa que cobrar su jugoso sueldo en unión de su gavilla de colaboradores sin que ese organismo realice maldita sea la cosa en beneficio de nuestra frontera y menos reparar nuestras desvencijadas calles, lo que prueba que el régimen corralista no tan sólo nada le ha dado a nuestra ciudad sino que le ha quitado lo que por derecho y por disposición del presidente Enrique Peña Nieto le corresponde.
Javier Corral no necesita mentir porque su administración apenas comienza. Todavía tiene el recurso de culpar a los duartistas de la debacle financiera del estado.
Nuestro gobernador es considerado por muchos como un excelente orador y de buena fe pero para que su verbo encendido brille no requiere de la mentira porque “la verdad no necesita el oropel de la retórica.” (Thomas Middleton) nuestro líder requiere más que nunca vestir su discurso de la verdad y no justificar con mentiras a algunos de sus funcionarios incompetentes y hasta deshonestos, mejor remplácelos. Solo así conservará e incluso acrecentará la confianza de los ciudadanos y su prestigio personal.

El Mini-maximato duartista impera en la UACJ
Se acercan tiempos de cambio en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Sorprende que el actual rector, Ricardo Duarte Jaquez, quien llegó a la rectoría por obra y gracia de su hermano el exgobernador César Duarte, pretenda imponer un minimaximato duartista en su sucesión impulsando a su amigo el doctor Daniel Constandse Cortez, actual director del Instituto de Ciencias Biomédicas, con su principal atributo de ser uno de los representantes más conspicuos del duartismo priísta, que de esa manera se perpetuaría en él en la micro esfera de la UACJ. Este buen hombre no ha hecho nada malo, pero ni bueno tampoco y la universidad no puede seguir perdiendo certificaciones.
Al parecer, Constandse no es más que un joven junior gris nacido en pañales de seda a quien la vida le ha dado todo sin merecerlo y sin saberlo pedir y su compromiso toral sería encubrirle las espaldas al rector Ricardo Duarte Jáquez, lo cual lo colocaría en una posición muy vulnerable en el entorno que actualmente predomina en el estado. Su candidatura prevalecería así contra la de universitarios de larga raigambre como lo son el Juan Ignacio Camargo Nassar y los doctores David Ramírez Perea y Ernesto Morán, a quienes avala una larga y fructífera carrera universitaria además de a este baluarte del duartismo lo colocaría en una posición de enfrentamiento peligrosa y desventajosa en los tiempos que corren en el estado de Chihuahua. En esto de la sucesión en la Rectoría de la UACJ debe procederse con mucho cuidado y mirar hacia el futuro sin provocar confrontación alguna. Esto es sano hasta para el propio rector Ricardo Duarte Jáquez.

yatrogenia@hotmail.com

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