Opinion

Exigencias públicas

Sergio Varela Conde/
Abogado

2017-10-06

Los moradores del estado, hombres y mujeres de todas las edades, estamos de acuerdo en que los tres niveles de gobierno: municipal, estatal y federal, deben con hechos y no con palabras y declaraciones en los medios, dar respuesta al cúmulo de necesidades que padecemos juarenses y chihuahuenses.
No estamos de acuerdo los pobladores fronterizos que se confundan los trabajos de los gobiernos con las posiciones políticas que los servidores públicos tienen con respecto a su militancia política. Cuando existe ese error, el derrumbe administrativo es un hecho.
Ellos, los funcionarios, deben aprender, si es que no lo han hecho, a trabajar con entusiasmo por el sueldo que se les paga con el dinero del pueblo. Las resoluciones que tomen deben de salir de los ámbitos partidistas y hacer lo que les manda la exigencia de su cargo y la ley.
Quizás sea un buen ejemplo la acción solidaria de miles y miles de mexicanos para extender la mano a los perjudicados por los sismos, fuera de los colores de los partidos, que hicieron trepidar a buena parte del territorio nacional. Muchos juarenses y chihuahuenses se abrieron solidariamente a tratar de paliar las graves necesidades derivadas de los estrujantes temblores.
Igualmente la conducta anterior debe ser imitada, por los representantes del pueblo en cargos gubernamentales, para resolver los problemas que han nacido de las acciones antisociales y que solo la unión de los tres poderes puede resolver rápidamente el flagelo que a tanta gente ha herido.
Se ha generado mucha efervescencia en nuestros lares por las elecciones del año entrante, como si eso fuera el problema a resolver, pero ese no lo es, el primero es la inseguridad que vivimos y que paraliza buena parte de la vida productiva y somete al miedo a una extensa parte de la población.
Por lo pronto, en este año no hay comicios y no hay derecho que se hagan castillos en el aire de algo que por lo pronto no es fundamental. Lo esencial es resolver necesidades públicas  que exigen decisiones sabias y trabajos profesionales y certeros y no fugas por la realidad de un cargo que todavía no se somete al escrutinio público.
La inseguridad que vivimos juarenses y chihuahuenses, la afectación del presupuesto de ingresos  que no se da a conocer, las afectaciones de los presupuestos de gastos, la falta de acuerdos reales entre los tres niveles de gobierno, las acciones en favor de campesinos del estado que brillan por su ausencia y que físicamente no se han establecido fideicomisos para las fuerzas empresariales y dejadas de lado las fuerzas populares, son problemas mínimos que pululan entre la gente, desde luego sin solución.
No  puede seguir ni el estado ni el país sufriendo la ausencia de medidas administrativas urgentes que detengan la ola de angustia que vivimos los juarenses y chihuahuenses. La respuesta debe ser obligada y rápida, apropiada y de resultados certeros.
Una revisión a fondo de los planes de gobierno en las áreas más afectadas es el primer paso para dar respuesta a la esperanza social, de recibir protección en la vida personal y familiar. No queremos decir con esto que estamos dando orientación a los entes gubernamentales fuera de su visión, ya que esto nace simplemente del sentido común de los moradores de estas tierras. Es lo mínimo que se tiene que hacer, es la exigencia pública que se comenta en todas partes.
Tenemos que anotar por necesidad, que debemos saber que el administrador público, es de acuerdo a su raíz, el destinado a servir, a ministrar trabajos públicos en beneficio comunitario y en nuestro caso a favor de Juárez y de nuestro estado de Chihuahua.
No es tiempo de perder el tiempo en cuestiones partidistas, sino es el tiempo de emprender trabajos serios de solución de graves problemas que nos aquejan y que irresponsablemente se han hecho a un lado por falta de entrega en el servicio público a favor de los demás. ¡Nada más eso nos faltaba!

condevarela81@hotmail.com

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