Opinion

El efecto Frida

Cecilia Ester Castañeda/
Escritora

2017-10-04

El rescatista más famoso de los recientes sismos en nuestro país no es un ser humano. Se trata de Frida, la labrador cuya imagen con visor, botines y arnés se ha difundido a nivel internacional. Los productos en su honor no han tardado en salir a la venta, mientras que seguramente podemos esperar una nueva generación de mascotas hembras con ese nombre y que crezca la demanda de los labradores blancos.
Rescatar personas con vida entre los escombros no es cosa fácil. Pero, más allá de eso, ojalá la fama actual de la estrella de los binomios caninos de la Marina de México sirva a fin de concientizar sobre la atención requerida por los perros. Por muy dóciles e inteligentes que sean los labradores, esos animales sociables y activos necesitan mucho ejercicio. Además, la búsqueda especializada es una técnica; se enseña.
Las expectativas de rescatistas naturales que se puedan llegar a tener sobre perros sin adiestrar probablemente terminen en desilusión. Peor aun, las desinformadas adquisiciones o adopciones impulsivas casi siempre acaban en el abandono del animal.
Frida fue entrenada varias horas diarias durante un año, según la SEMAR, estando acostumbrada a trabajar con un manejador específico. Su adiestramiento, no obstante, deja un mensaje para los dueños de animales de compañía: las aptitudes naturales de todas las mascotas pueden desarrollarse recurriendo a información, perseverancia y respeto a su temperamento y las características de cada especie —si no lo cree, sólo vea el programa “Mi gato endemoniado” en Animal Planet.
En Ciudad Juárez existen entrenadores capacitados para adiestrar perros de búsqueda. Aquí, la mayoría de esos canes se preparan en la detección de estupefacientes aunque, tristemente, también podría trabajarse pensando en utilizarlos a fin de localizar personas desaparecidas.
Eso es cuestión de las autoridades. El ciudadano común, en cambio, debe conocer nociones básicas de adiestramiento para disfrutar más de sus animales de compañía y prevenir los problemas de comportamiento que tantas veces terminan en el maltrato o abandono de la mascota. ¿Cuáles son los programas más populares para los perros domésticos? Los de obediencia y protección.
El método científico del entrenamiento se deriva de la modificación de conducta, los principios del aprendizaje inspirados en el acondicionamiento operativo desarrollado por el conductismo “una escuela sicológica basada en hechos observables”. En resumen, se trata de fomentar mediante recompensas el comportamiento deseado y desalentar el no buscado, ignorándolo o castigándolo.
No sé cuántos entrenadores locales trabajen con las técnicas de la modificación de conducta. Pero resulta fácil identificarlos: recurren sobre todo a los premios, no a los castigos; enfatizan la constancia y continuidad en sus programas; y tratan de involucrar en el adiestramiento al dueño o el encargado de atender al animal de compañía.
Si toda persona que tiene en su hogar un perro dedicara tiempo a fin de entrenarlo para que hiciera sus necesidades en un lugar específico —y no me refiero al jardín de los vecinos— le resultaría más fácil mantener su casa limpia. Si lo enseñara a obedecer sus órdenes al sacarlo a caminar lo controlaría mejor en situaciones peligrosas o contingencias. Si, al principio, se abstuviera de darle incentivos para subirse a la cama o el sillón se evitaría problemas cuando el animal crece.
Adiestrar a una mascota exige la dedicación que facilitará conocer más, apreciar a otras especies. Asimismo, con suerte un perro entrenado es uno cuyas necesidades básicas están cubiertas. Ello a su vez se traduce en menos riesgos —de salud o de otro tipo— al estar con el animal de compañía. Un perro cepillado y bañado con regularidad, vacunado, esterilizado y con un espacio limpio donde hacer ejercicio será menos propenso a transmitir enfermedades. La convivencia habitual que hace falta para adiestrarlo reduce su nerviosismo, además de permitir detectar a tiempo problemas potenciales.
El verdadero homenaje a la heroína canina de los terremotos es aprovechar los beneficios del entrenamiento de nuestras mascotas, no tomarles fotos vestidas de Frida.

ceccastaneda@hotmail.com

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