Juan Carlos Loera de la Rosa/
Empresario
La trágica efeméride conmemorada del 19 de septiembre de 1985, se replicó este año enlutando de nuevo a México entero, trayendo consigo la fortaleza, solidaridad y excepcional respuesta de toda una nación. Pero también develó la apremiante necesidad de acabar con los excesos y privilegios que la clase gobernante se ha adjudicado y que luego de los sismos ha despertado las conciencias de la ciudadanía, convirtiéndose en un rechazo contundente del pueblo contra la corrupción que carcome las entrañas de la clase política en el poder. Hoy, la principal demanda es la instalación de un gobierno que haga justicia y combata las corruptelas que han sido el sello característico del actual Gobierno.
Coincidentemente, al mismo tiempo que el Consejo Nacional de Morena acordó la presentación a la Cámara de Diputados de un plan de austeridad para el ahorro de más de 300 mil millones de pesos. Se cumplía otra efeméride, el 23 de septiembre de 2013 integrantes de la dirigencia nacional de Morena encabezados por la chihuahuense Bertha Luján y José Agustín Ortiz Pincheti entregaron en Los Pinos una propuesta de ahorro acordada en la Asamblea Nacional en defensa del petróleo mexicano.
La propuesta hecha para evitar las reformas energética y la fiscal permitirían el ahorro de 386 mil millones de pesos en un año (20 veces más de lo destinado para organizar la supuesta democracia y 50 veces más del presupuesto para los partidos políticos). Sin embargo, la propuesta fue ignorada y desechada por los cómplices del pacto contra México con el consecuente atraco a la nación a través de las reformas estructurales de Peña Nieto y luego avaladas por el PAN.
Los que rechazaron bajar el sueldo de los altos funcionarios públicos a la mitad, quienes evitaron que se siguieran comprando seguros médicos privados para la alta burocracia, aquéllos que se rehusaron a terminar con los altos costos en las representaciones diplomáticas, los opositores a vender el avión presidencial y un sinfín de excesos y privilegios, son los mismos que ahora se disfrazan de paladines de la austeridad y que en un descarado oportunismo político intentan retomar la propuesta que ellos anteriormente rechazaron.
La austeridad republicana que propone Morena no es coyuntural ni de ahora, ha sido y será parte esencial de la lucha que encabeza Andrés Manuel López Obrador, no únicamente para terminar de una vez por todas con los privilegios de la clase política, sino también para allanar el camino a un verdadero estado de bienestar.
Por lo pronto, luego de que increíblemente el INE y los demás partidos políticos se opusieron inicialmente a que Morena aportara el 50 por ciento de su presupuesto para su campaña y ayudar así a los mexicanos en desgracia, la militancia de ese partido ha emprendido una colecta entre sus militantes para que mediante sus propias fuerzas y organización equiparen la mitad de su presupuesto y que éste sea manejado en un fideicomiso para los damnificados. Este fideicomiso será manejado por ciudadanos de incuestionable honorabilidad, entre ellos: Elena Poniatowska, Laura Esquivel, Julio Scherer, el padre Alejandro Solalinde y Paco Ignacio Taibo.
Por cierto, al mismo tiempo que se cumple un año del gobierno de Javier Corral, el presidente de Morena recorre intensamente el estado, la asistencia en sus primeros seis eventos ha revelado el alto interés que hay por escuchar sus planteamientos entre los cuales destaca la urgente necesidad de cambiar el modelo de seguridad en el país; ya que el actual ha sido un soberano fracaso, especialmente en nuestro estado donde se ha reactivado la ola criminal. Andrés Manuel sostiene que para reducir la inseguridad es necesario atacar sus orígenes, “la violencia no se puede combatir con más violencia, no se puede apagar el fuego con fuego”.
Para ello Andrés Manuel sostiene que debemos recuperar a los jóvenes, garantizándoles educación y trabajo mediante un plan mixto en el que los empresarios y el Estado empleen dos millones trescientos mil jóvenes como aprendices garantizándoles un ingreso de 3600 pesos mensuales, pero también habla de becar a 300 000 jóvenes estudiantes de nivel medio y superior que muchas veces se ven en la necesidad de abandonar la escuela por factores económicos; a ellos, del presupuesto nacional se les apoyará con el equivalente a un salario y medio mensual.
El plan de AMLO para los jóvenes resulta ambicioso, pero no imposible; el estado deberá destinar 110 mil millones de pesos los cuales saldrán de los beneficios que tendremos todos los mexicanos al acabar con la corrupción desmedida en las altas esferas gubernamentales. "Becarios si, sicarios no", lo resume.
AMLO no ha quitado el dedo del renglón, a pesar de encabezar las encuestas no se confía y emplea gran parte de su tiempo y energía para organizar a Morena, especialmente en los lugares donde el PRI se ha servido con la cuchara grande como en la Sierra Tarahumara y demás municipios rurales del estado, el objetivo es garantizar una elección vigilada para evitar el fraude.
"Una injusticia hecha al individuo, es una injusticia hecha a toda la sociedad." Montesquieu.
juan@alumi-tec.com