Opinion

El frente se contagia de populismo

Jorge Fernández Menéndez/
Analista

2017-09-15

Ciudad de México– Avanzar en el Frente Ciudadano no será sencillo. Es una muy buena propuesta que debe superar, antes que nada, la prueba de la realidad. Muchos pensaban que sólo la de los candidatos, pero también la de su propuesta programática.
En la agenda legislativa que presentaron el miércoles en la Cámara de Diputados, usando para ello las oficinas de la Junta de Coordinación Política, hay de todo.
Hay puntos que, como dijo Jesús Zambrano, quedaron pendientes del Pacto por México, está presente buena parte de la iniciativa de reforma político-institucional que hace ya tiempo propuso Manlio Fabio Beltrones. Insiste en el tema de la Fiscalía General, pero también en algo que es un engaño: la Fiscalía General de la República no tratará los temas de corrupción, esos casos serán llevados en la Fiscalía Anticorrupción. Y centrados en la falacia del Fiscal Carnal siguen confundiendo una Fiscalía con la otra. Por cierto, el congelamiento de la propia iniciativa frentista sobre la Fiscalía, es un guiño más a los grupos que impulsan la candidatura de Claudio X. González Guajardo… que competiría con la de Ricardo Anaya (¿o alguno de los dos se guardará para primer ministro?).
Pero más allá de ello, hay dos puntos en la agenda que entran de lleno en el populismo político: la marcha atrás al gasolinazo y la propuesta del Mando Mixto policial. El gasolinazo, sin duda, fue impopular, pero nueve meses después vemos que ni tuvo las consecuencias que se preveían para la economía nacional o familiar y, por el contrario, permitió equilibrar las finanzas públicas y mantener tasas importantes de crecimiento, sin alzas desmesuradas de inflación, en un año particularmente complejo. Dar marcha atrás al gasolinazo implica regresar a las políticas de subsidios a la gasolina lo que estaría, por una parte, atentando contra la estabilidad financiera y, por la otra, boicoteando la Reforma Energética. Una reforma en la que la liberalización de los energéticos es un punto clave para capítulos estratégicos tan importantes como la conformación de mercados energéticos regionales. La propuesta del frente no se diferencia en el fondo de la de Morena y ambas serían costosísimas para la economía nacional. Es populismo puro.
El tema del Mando Mixto también es poco sensato. En el PAN, que gobernó este país durante doce años, tendrían que ser conscientes de ello, tanto como en el PRD, que vieron cómo la policía de Iguala y de otros municipios guerrerenses bajo gobiernos perredistas terminó trabajando para el narcotráfico.
El Mando Mixto policial implica dejar las cosas como están, con policías estatales y municipales que no pueden garantizar la seguridad de la población porque están divididos, infiltrados, con mandos, equipos, y manuales de procedimiento dispares. Es una forma de cambiar algo para que todo siga igual y, por ende, perpetuar los mecanismos que han dejado a la ciudadanía en estados y municipios en la indefensión. Y es una forma de seguir recibiendo dinero, particularmente en los municipios, destinado a la seguridad que termina financiando todo tipo de actividades. La oposición al Mando Único policial no es ideológica ni mucho menos basada en una estrategia alternativa de seguridad: es por razones presupuestales y políticas de corto plazo para que los munícipes puedan seguir teniendo instrumentos y recursos, aunque no garanticen la seguridad. La creación de mandos únicos la apoyan, por cierto, todos los gobernadores de la Conago, comenzando por
Miguel Ángel Mancera, el jefe de Gobierno capitalino, cuya policía, con Mando Único, es una de las pocas policías locales que funcionan en el país. Pero el frente está en contra.
Por eso tampoco aparece en esa agenda la ley de seguridad interior, que va mucho más allá de proteger legalmente y darle un marco jurídico transparente al accionar de las Fuerzas Armadas en labores de seguridad interior (algo de por sí imprescindible cuando un tercio de nuestras Fuerzas Armadas está cumpliendo esa labor porque no existen fuerzas policiales locales capaces de hacerlo). Es una ley base para establecer con claridad las atribuciones de cada instancia de gobierno y seguridad en el desempeño de esas tareas. El frente ignora en su agenda esa exigencia política y social. No se diferencia en nada de lo que propone Morena en términos de seguridad. Invocar esas propuestas es un puente de plata hacia el populismo. Y como populistas, son mejores los de Morena.

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