Enrique Aranda/
Analista
Ciudad de México– No se equivocan quienes, al margen de consideraciones de otra índole, apuestan a que nada en concreto es viable asegurar hoy sobre el futuro y/o previsible papel a cumplir por el antinatural Frente Ciudadano por México en los comicios de 2018, mientras sus promotores sigan difiriendo la discusión y/o eventual negociación sobre el método a través del cual es que se deberá seleccionar a quienes, en su momento, buscarán atraer el voto de azules, amarillos y naranjas, más lo que se acumule…
Y esto, no sólo porque la referida unión fue creada con el explícito —“aunque no explicitado…”— interés de potenciar la eventual candidatura presidencial de Ricardo Anaya y la de su pareja en el esfuerzo, Alejandra Barrales, al gobierno de la capital sino, en esencia, porque si bien uno y otra, y quienes con ellos han emprendido esta generosa cruzada “para (salvar a) México”, pactaron ya dejar de lado principios y/o valores de las formaciones que encabezan, tanto el indefinido panista como la interina del interino perredista aceptan hoy que las “ambiciones de poder…” están, por decirlo de la mejor manera, a la vuelta de la esquina: “a flor de piel… pueden olerse”, a decir de alguno de sus afines.
El poder y lo que éste trae aparejado, entonces, es el elemento que va a definir la viabilidad y alcances del Frente, cuyos dirigentes, con excepción del veracruzano Dante Delgado, de Movimiento Ciudadano (que tiene ya a Ricardo Monreal en la Ciudad de México y a Enrique Alfaro en Jalisco como sus cartas), no aciertan aún a resolver los procesos selectivos internos en sus respectivos partidos y, ya ahora, enfrentan procesos en contra de decisiones que a nivel estatal y/o local pudieran afectar sus intereses.
Dos casos apenas ejemplificativos: Morelos y Veracruz.
En el primero de los casos, a nadie escapa la intención de su impresentable gobernador, de extracción perredista, Graco Ramírez, de imponer a su hijastro Rodrigo Gayosso como su sucesor lo que, apueste usted, alentará una suerte de rebelión al interior del panismo local que bien pudiera contribuir a acabar de sepultar al blanquiazul en esas latitudes… algo muy similar a lo que ocurrirá en la segunda entidad cuando, como está más que advertido, el (también) impresentable expriista y hoy panista Miguel Ángel Yunes pacte con Anaya y compañía postular por el Frente, como su sucesor, a su hijo del mismo nombre… ¿De verdad cree usted que Dante y los suyos que, en esas tierras, han sufrido persecución y vejaciones por parte del mandatario en turno lo van a celebrar y, más, a acompañar?
Y como éstos, hay otros tres mil 414 casos… para no hablar de Los Pinos, claro.
Asteriscos
* Dice el dicho y dice bien, que Más sabe el diablo por viejo… como confirmó Andrés Manuel López Obrador que el jueves, en medio de la polémica por la supuesta falta de apoyo a víctimas del sismo, anunció que Morena, su partido, donará 20 por ciento del gasto a realizar en las presidenciales de 2018, algo más de 40 millones de pesos… ¡25 veces más de lo que, en conjunto, aportarán los 500 diputados federales que, generosamente, cedieron un día de su (suculenta) dieta en apoyo a los damnificados.
* Junto con otras organizaciones agrupadas en México Observa, la Asociación Nacional Cívica Femenina (Ancifem), de Guadalupe Arellano, y la Comisión Mexicana de Derechos Humanos, de Abel Flores, formalizaron registro como observadores electorales a nivel nacional de cara a 2018, ante la junta ejecutiva del INE en la capital. Bien…
* Inminente ya el inicio de cambios en el gobierno capitalino, el metro incluso, a nadie escapa la creciente tensión que en la remodelada estación Hidalgo genera la empresa ACO que, coludida con Raúl Martínez y Roberto Valdez, líderes de comerciantes establecidos, maniobra para evitar el retorno de éstos a sus locales…