LA COLUMNA
de El Diario
Quedaron atrás todas las incógnitas. El décimo tercer Festival Internacional Chihuahua (FICH) 2017 fue puesto literalmente por el Gobierno del Estado en manos de un funcionario del Gobierno estatal de Nuevo León: Katzir Meza Medina, coordinador ejecutivo del fideicomiso del festival internacional de Santa Lucía, en Monterrey, de origen en 2008.
Dicho funcionario público envió correos electrónicos a promotores artísticos de cantantes y agrupaciones musicales, informando que la empresa Kasem le dará seguimiento a los respectivos acuerdos del evento chihuahuense, programado a mata caballo para octubre próximo. No han aclarado las autoridades de Chihuahua sobre el avance de los contratos. Sabemos que varios de ellos son aún inciertos.
Otrora famoso por su despliegue precisamente de cultura, música nacional e internacional de primer orden, grupos de danza globalmente reconocidos, etc., hoy el FICH ha llegado tarde, de mala gana, disminuido hasta rozar el suelo, con severas irregularidades administrativas, ausente de organización profesional y un grave conflicto interno hacia el área responsable del evento.
A cargo del evento aparece la Secretaría de Cultura encabezada, casualmente por otra neolonesa igual que Katzir: María Concepción “Concha” Landa, sucesora en sólo unos meses de la pintora Águeda Lozano Schimitt.
Las relaciones entre Landa y Katzir son públicas en Nuevo León. Ella fue participante del festival Santa Lucía. En junio de este año todavía era diputada local por aquel estado, fue nombrada en Chihuahua por el gobernador, Javier Corral, apenas el pasado 4 de julio.
“Buenas tardes, como es de tu conocimiento, a KASEM S.A. de C.V. empresa a la que represento, se nos ha conferido el honor de tomar la gerencia de contratación de proyectos culturales para la siguiente edición del Festival Internacional Chihuahua... el próximo cinco de septiembre, el gobernador Javier Corral dará a conocer la oferta que integrará la edición 2017 del Festival...”, anunció a los promotores Katsir la semana pasada.
Efectivamente la “programación” fue dada a conocer el 5 de septiembre pero no estuvo presente el gobernador. Si alguien sabe que las cosas andan mal ahí es él.
Los acuerdos con los promotores antes fueron concretados de manera directa por parte de la autoridad chihuahuense. No había intermediarios y por lo tanto no había costo en comisiones para empresas particulares (los moches pudieron ser cosa distinta).
Hoy públicamente se ha dicho que continuará el mismo esquema pero hemos descubierto que no es así. La propia secretaria Landa ha informado en privado a sus funcionarios que recibió la directriz del secretario de Hacienda, Arturo Fuentes Vélez, de operar mediante una empresa particular el FICH porque Cultura ya no es una dependencia descentralizada sino secretaría. Y qué mejor que la empresa de una amigo, quizá socio.
El festival tuvo siempre un evento espectacular de inauguración y otro de cierre; hoy ambos fueron eliminados. Peor todavía, en Ciudad Juárez chocará de lleno el FICH con la Feria Arriba Juárez organizada por la Presidencia Municipal del 29 de septiembre el 15 de octubre. El festival será del 8 al 31 de octubre. Ni en eso hubo acuerdo entre las autoridades estatales y municipales. Sigue la discordia.
El alcalde Cabada informó que en la Feria estarán Julión Álvarez, Calibre 50, Yuridia, Teo González, Leo Dan, el chihuahuense Conjunto Primavera, Miguel y Miguel, los Cadetes de Linares...La Trakalosa, Margarita, la diosa de la cumbia... Landa dio a conocer que para el FICH viene Ana Torroja, Aterciopelados, los también regiomontanos Kinky.
Saquemos las conclusiones dónde estará el público. El grueso del FICH será desarrollado en el Centro Cívico y Cultural Paso del Norte, la Feria es en La X, la Plaza de la Mexicanidad.
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Son casi 11 meses de río revuelto en la Secretaría de Cultura. Landa y Katzir llegaron directo al negocio. Terminaron por desbaratar lo que poco que dejó en pie la antecesora Águeda Lozano.
Ciudad Juárez ha sido particularmente afectado con el desorden, la falta de control, de organización y discrecionalidad plena. La Subsecretaría de Cultura en esta ciudad tomó mala fama desde enero pasado cuando fue descubierto un viaje de cinco funcionarios del área encabezados por la titular de la dependencia, Austria Galindo, que se gastaron casi 400 mil pesos en un viaje a Nueva York. Argumentaron como objetivo precisamente parte de los preparativos para el FICH.
La entonces secretaria Lozano entró en conflicto con Austria. Fueron meses de choques y discusiones. Una primera parte fue ganada por la pintora cuando representantes suyos llegaron a Juárez para despedir a Galindo; entró con todo el hombro por delante en su favor el tío subsecretario de Gobierno en esta frontera, Ramón Galindo. Rió al último Austria, quedó fuera en junio Águeda.
Apenas tocó base en su cargo, Concha Landa emprendió pleito contra el personal que consideraba incondicional de Águeda.
Envió a todos un oficio (tenemos copia) sobre el horario de labores: “por medio del presente les informo respecto del horario laboral establecido por la Secretaria de Cultura, María Concepción Landa García Téllez, y legalmente autorizado para las y los empleados de gobierno del estado...por lo que según las funciones de su departamento o área debe definirse de nueve a 17 horas o de ocho a 16 horas...”. “Les solicito que hoy mismo (4 de agosto) socialicen esta información con el personal bajo su cargo... es importante generar cohesión y unidad, impulsar el respeto a los derechos de las personas y la eficacia para lograr las metas planteadas”. Firma la directora general ejecutiva, Ericka Mireya Mendoza García.
El 17 de agosto llegó la respuesta de prácticamente todos los empleados de la secretaría (días después dimos a conocer parte de la misma en este espacio). Se quejaron del desorden, el maltrato y falta de pago por meses, entre muchos otros aspectos.
“Como trabajadores y prestadores de servicios profesionales nos hemos visto afectados de diversas maneras, tales como la falta de pago oportuno, mientras que otros ni siquiera hemos recibido un solo pago a la fecha de hoy, situación particularmente grave en el caso de los trabajadores bajo el régimen de contrato”.
En ese ambiente interno laboral fue integrado el FICH. Quién estaba en condiciones de llevar a cabo las contrataciones directas. Hubo que recurrir al paisano Katzir.
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En el mundo cultural de la ciudad de Chihuahua circuló con profusión el “perdón” de Águeda Lozano por la presentación que tendría en Ciudad Juárez el español Miguel Bosé para el festival del año pasado. Fue un aquelarre de dinero público tirado a la basura.
El popular cantante no se presentó por lluvia y granizo en Juárez. El Gobierno estatal tuvo tres meses para reprogramar o renegociar con la empresa (Promotodo) de Bosé el contrato. Le fueron pagados 638 mil dólares contantes y sonantes.
El 20 de febrero giró Promotodo un oficio que evidencia la irresponsabilidad de la Secretaría de Cultura. (Presentamos copia en la versión digital de esta columna).
“El instituto (ahora Secretaría) ha hecho de nuestro conocimiento su intención de no realizar la reposición de la presentación musical del artista debido al proceso de cambio de administración, así como de los ajustes presupuestales en los que se encuentra el instituto”.
“Por virtud de lo anterior y del cumplimiento del pazo para reprogramar la presentación musical, la Secretaría de Cultura, antes Instituto Chihuahuense de la Cultura, confirma su decisión de no realizar la presentación musical y libera a Promotodo y al artista de cualquier responsabilidad, reclamación o acción legal que el instituto pueda tener en contra de Promotodo y/o el artista de cualquier naturaleza”.
Aparecen las firmas de Águeda Lozano y los representantes de la empresa, Miguel Padilla Dávila y Alfonso Aragón Buendía.
Aquello de que Bosé incumplió y de que llevarían a la empresa a un proceso legal, una mentira más. Concha Landa fue obligada al silencio. Más de 11 millones de pesos tirados a la basura en el régimen de la austeridad. La nueva secretaria de Cultura dejó que el dinero se fuera...al cabo ni es suyo ni de Nuevo León, es de los chihuahuenses.
Paradójicamente a su espíritu inicial, el FICH es el festival del desconcierto, el conflicto y las serias sospechas (de nuevo en la administración corralista) de corrupción. Quedan a deber la explicación sobre Katzir, el castigo por lo de Bosé y recomponer el desbarajuste interno que sufre la Secretaría.