Opinion

Tláloc y Trump (ah, y Katia y Osorio)

Yuriria Sierra/
Analista

2017-09-08

Ciudad de México.– Llevamos varios años notando que los fenómenos naturales incrementan su intensidad. La época de calor suele registrar temperaturas cada vez más elevadas. El frío suele ser más duro. Y las lluvias, claro, llegan de manera atípica: cuando antes no aparecían y con la fuerza que antes no tenían. En la Ciudad de México sentimos su fuerza los últimos días. No recuerdo una época en la que fueran constantes los torrenciales bajo los que hemos estado expuestos —no sólo los capitalinos— en todo el país. En el mundo. Es un fenómeno global, que muy lentamente se ha ido entendiendo.
Se necesita ser en verdad tonto, ignorante, para creer que nada de esto es responsabilidad del cambio climático. O para creer que esto es un invento. Sí, como lo ha dicho Donald Trump. Como lo reiteró cuando se salió del Acuerdo de París. Como volvió a confirmarlo hace unos días, cuando propuso a un negacionista de este fenómeno, Jim Bridenstine, como nuevo administrador de la NASA. Por si no acabamos de dimensionar su torpeza.
Desde el jueves por la tarde, José, un huracán que sigue los pasos de Irma por el Atlántico, que, aunque se asegura que no tocará tierra, se convirtió en categoría 3 en menos de 24 horas. Katia, que se acerca a la costa de Veracruz, podría llegar como categoría 2. E Irma, categoría 5, la más alta y peligrosa, tiene en alerta a Estados Unidos y tiene los peores pronósticos luego de ver la devastación que dejó por las islas de El Caribe. Y es que la fuerza de este huracán es tal que incluso arrasó con casas de cemento. Imaginemos lo que sucedió (y sucederá) en zonas más vulnerables.
“Los huracanes consiguen su energía destructiva del calor del océano, y las temperaturas del agua de la región son muy elevadas (...) La quema de carbón, petróleo y gas calienta nuestro planeta y de esa manera suministra energía para la acumulación de tormentas tropicales cada vez más poderosas”, dijo al canal Bloomberg Anders Levermann, del Instituto Potsdam para la Investigación del Impacto Climático. Pensando en esto, y para el registro: según el director de Meteorología del portal Weather Underground, cuando Harvey se acercaba a Texas, las aguas del Golfo de México registraban un grado centígrado más de lo normal. ¿Aún Trump cree que el cambio climático no es responsable? ¿Ni teniendo como antecedente las catástrofes que se viven en su país?
Hace un par de días, cuando Irma acechaba la costa de Haití, uno de los países más pobres del mundo, el portal ouestfrance.fr reportó que haitianos localizados en las inmediaciones del río Mapuo no sabían del arribo del huracán, porque no cuentan con electricidad y no tienen manera de monitorear medios informativos. A esto se le suma que algunos de los habitantes de la isla viven en refugios que apenas logran cubrirlos de la lluvia. En San Marcos, la segunda ciudad más grande de esa isla, que apenas el año pasado sintió la fuerza del huracán Matthew, existen sólo tres ambulancias para la atención de emergencias. Tres ambulancias para más de 160 mil habitantes.
Las imágenes que hemos visto en las últimas semanas, no sólo de este lado del mundo han sucedido: al mismo tiempo en que Harvey arrasaba en Texas, en África y Asia se contaron más de mil 200 muertos por las inundaciones que provocaron las intensas lluvias, “atípicas”, como las llamamos ahora. Como en Haití, en donde más sufren es en las localidades con la infraestructura más endeble. Lo curioso de esto, lo irónico, es que mientras Donald Trump niega un fenómeno como el cambio climático, el resto de las naciones, como Haití, se comprometen en la medida que pueden, para combatirlo. Y mientras luchan contra eso, que provocamos los seres humanos, batallan también con la reconstrucción que llega después de la tragedia. Trump seguro piensa que hay que clavar un cuchillo en el pasto o bailarle a Tláloc, pero para que algún día deje de llover.
ADDENDUM. Hablando de huracanes, huracanes y huracanadas, ayer, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se encontraba en un evento contra la violencia de género y dijo con respecto a la llegada del huracán que amenaza las costas de Veracruz: “Katia, como buena mujer, viene firme, dura y con mucha agua...”. Éste ni siquiera llega a “chiste que se cuenta solo”.

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