José Ignacio Gallardo/
Analista
Recientemente se dieron a conocer los montos que serán otorgados a los partidos políticos y al Instituto Nacional Electoral para los procesos electorales del próximo año. Desde luego que para la opinión pública siguen siendo absurdas las cantidades que se tendrán que erogar en el 2018. Son cantidades demasiado significativas que no corresponden a los mediocres resultados que los gobiernos ofrecen.
Cara, demasiado cara le está saliendo la democracia a los mexicanos. Pero esto no es nuevo, desde que se creó el IFE ahora INE, la maquinaria electoral ha sido un barril sin fondo que devora cuantiosos recursos. No ha existido un solo año desde 1990 en que se busque una reducción al presupuesto, al contrario, año con año el monto que se otorga a las autoridades electorales sigue subiendo. No importa si hay elecciones o no.
Se hace necesario pues, analizar el costo-beneficio de seguir sosteniendo a los partidos políticos y a la burocracia electoral ya que parece costar demasiado a los mexicanos.
Esta democracia tan cara que desafortunadamente arroja resultados que no satisfacen a la mayoría de los habitantes de este país, ahora costará 27 mil millones de pesos para las elecciones del próximo año.
Se informa que destinarán seis mil 788 a los partidos para los procesos federales, además se les entregarán casi siete mil millones en las entidades que tengan procesos locales. Y el resto se destinará a la operatividad del proceso, es decir, es dinero para el INE. A todas luces esto representa un gasto excesivo y todo un botín para esas agrupaciones políticas, a pesar de que ofrezcan pocos o nulos resultados para sus gobernados.
Sin embargo en esta cantidad no han sido incluidos otros enormes gastos que se realizarán en el 2018, tal vez para no escandalizar todavía más al electorado. Y es que no se han tomado en cuenta el financiamiento del Tribunal Electoral de la Federación, el Trife, que supone un gasto del alrededor de 4 mil millones de pesos tan sólo para el próximo año.
De igual forma se deben incluir los millones de spots que serán otorgados a los partidos sin ningún costo para ellos, pero que equivalen a algo así como 20 mil millones de pesos. Total, que la cifra se va por encima de los 50 mil millones de pesos. Pero también existen otras cantidades con las que se favorecen los órganos electorales y que son las extraordinarias multas recurrentemente aplicadas a los partidos que son millonarias y que nadie pide cuentas de ellas. Tan sólo en las elecciones del Estado de México, Coahuila y Nayarit graves omisiones de éstos arrojaron multas del orden de 342 millones de pesos.
Son pocos los que saben el destino de ese dinero que es cobrado en multas a los partidos. Lo único cierto es que a los señores del INE nunca les alcanza el dinero y siempre piden más. Lo incongruente del caso es que se supone que la jornada electoral es llevada a cabo por organismos ciudadanos y por los propios mexicanos quienes no cobran. En cambio los funcionarios electorales tienen sueldos no acordes con la realidad de este país.
Lo peor de todo es que el dinero que se les otorga se convierte en un dispendio de recursos utilizados en campañas de lodo y llena de ataques. Propuestas electorales sin seriedad y sin fondo que se suman a los millones de spots carentes de contenido en donde solo afloran puras promesas del corazón pero no de la razón.
Chihuahua, es un caso emblemático, por el alto costo de las elecciones. Sin embargo resulta mas costoso para los chihuahuenses la falta de resultados a casi un año de haber iniciado la administración de Javier Corral. Se desconoce el contenido del primer informe de gobierno estatal, debido a la falta de resultados. Se requieren cambios en ese aspecto, México no puede seguir gastando enormes cifras en el sostenimiento a los partidos.
Llama la atención la iniciativa presentada por el diputado independiente, Pedro Kumamoto, que impulsa una reducción del financiamiento a los partidos de hasta el 65 por ciento. Mientras eso pasa, es necesario que las campañas por fin aporten soluciones a los grandes retos en materia económica, social y de inseguridad. Existe un hartazgo hacia la política propiciado por la misma clase política. Por lo pronto ellos siguen gastando el dinero que mucha falta hace en otras áreas. Veremos de qué tamaño será el dispendio de recursos en estas elecciones.
reflejojuarez@yahoo.com.mx