Javier Cuéllar/
Abogado
De frente a la vigésimo segunda asamblea nacional del PRI los diferentes grupos políticos que existen al interior del partidazo se muestran inquietos por desentrañar quién será designado el sucesor de Enrique Peña Nieto.
En estas inquietudes las corrientes se encaminan y reorientan alrededor de los más posibles candidatos: Miguel Ángel Osorio Chong, Luis Videgaray, Aurelio Nuño, Gerardo Ruiz Esparza. Algunos le ven posibilidades a Antonio Narro Robles y unos dos que tres prominentes funcionarios del gabinete ampliado -que sería prolijo y además inútil enumerar por qué, por ahora- todos se encuentran atentos a cualquier señal que lance el primer priista del país para alinear sus figuras.
Lo único cierto es que Peña Nieto no se ha pronunciado abiertamente por ninguno de sus fieles colaboradores. En cuanto lo haga su poder comenzará a mermar. Eso implica que todos los priístas del país deban aguardar sosegadamente el momento supremo del dedazo.
El hecho cierto de que en el PRI el presidente designa a su sucesor, es una costumbre que con el tiempo se ha convertido en una ley no escrita pero más efectiva que las escritas, por eso William James, ese psicólogo y filósofo estadounidense nos dice: “El hábito es el enorme volante de inercia que mueve a la sociedad, su más valioso agente de conservación”. Y es materialmente imposible que el priismo altere esa costumbre elevada a la categoría de ley física.
Algunas corrientes de acelerados proponen que se modifiquen los estatutos para que sean las bases del partido quienes por elección designen a su candidato para la grande. Eso es una quimera que desnaturalizaría al PRI y lo precipitaría en un divisionismo muy grave.
Después de que el primer priísta del país designe su sucesor, entonces sí, las fuerzas vivas del priismo pueden alinearse en un sinfín de lealtades y fórmulas para buscar las miles y miles de postulaciones a puestos de elección popular que estarán en disputa en las elecciones del 2018
Toda la geometría política al interior del PRI se va a estructurar de conformidad con quien sea ungido como candidato del PRI a la primera magistratura del país.
Lo más que se puede hacer es comenzar a aglutinar a sus gentes para cuando sea el momento de inclinarse por una determinada línea de acción política. Así que puede llegar la vigésima segunda asamblea nacional del PRI y lo único válido y de utilidad es patentizar al primer mandatario que el partido se encuentra listo para acatar y respaldar su designación. La posibilidad de un candidato externo del partido es algo sencillamente impensable siquiera.
El fenómeno Morena e independiente
Cosa muy diferente sucede en los demás partidos políticos donde sí se vale presionar y manifestarse en favor o en contra de todos los candidatos que quieran, porque en ellos las reglas del juego son distintas y no existe un dedazo tan determinante como en el PRI, aunque en ellos también entran en juego las decisiones de los grandes jerarcas o también llamadas vacas sagradas como lo es Andrés Manuel López Obrador, a quien se le considera como una especie de mesías que rige los destinos del partido y a quien se le dispensa una obediencia ciega.
Analizando el ambiente político, en nuestro estado de Chihuahua da la impresión que MORENA se está fortaleciendo. A juicio de los analistas de café, dos serán los candidatos que sobresaldrán en las próximas elecciones: Unos, los que se cobijen bajo movimientos independientes y los otros, los que se lancen bajo las siglas de MORENA.
Es previsible que los partidos convencionales como PRI, PAN y sus satélites no atraigan mayoritariamente la intención de voto del electorado y aun los candidatos del gobernador Corral Jurado podrían eventualmente ser derrotados por los Morenos y los independientes.
Esa visión va a ser muy determinante porque desgraciadamente la imagen pública de nuestro gobernador se ha desgastado vertiginosamente. No va a ser suficiente para sacar adelante en la votación popular a sus candidatos a los diversos puestos de elección popular y especialmente a los diputados del Congreso lo cual es preocupante.
De por si el Congreso ya no es incondicional del gobernador y menos lo será si se le llena de independientes y morenos. Aquí es muy importante que Javier Corral Jurado de un severo golpe de timón en el manejo de su imagen pública porque el desprestigio lo puede alcanzar con mucha facilidad y perjudicar a los candidatos de su partido o a todos aquellos que se les identifique con su persona.
Por estas razones dudo mucho que Morena adopte bajo sus siglas a personalidades que hayan renunciado al PRI y al PAN. Como sea, este partido emergente no va a ser la tabla de salvación política de esos tránsfugas. MORENA tiene por ahora recursos de penetración en el electorado al grado de que no necesita de acarreo de electores por parte de ningún renunciado o expulsado.
Ni siquiera una personalidad como Cruz Pérez Cuéllar puede ser atractiva para este partido, mucho menos otras que no tienen arrastre comprobado de electores. Morena se va a lanzar al ruedo con sus propios candidatos a como le vaya y tiene serias posibilidades de ganar algunas de las elecciones.
Una prisión VIP
Con una expectativa de unos 200 encarcelados por fin de semana por manejar en estado de ebriedad el gobierno municipal independiente ha inaugurado sus instalaciones en el centro de detención de choferes beodos generalmente llamado El Ceresito con la esperanza de que esa dura sanción de hasta 36 horas de prisión disuada a la población de conducir sus vehículos en estado inconveniente ya sea borrachos o drogados.
La fuertes multas se han suprimido; solo les fincarán cargos por servicio de corralón y arrastre de las grúas. La sanción económica que hasta esta semana era considerable y hasta confiscatoria, se ha suprimido en un afán evidente de demostrar a la población de que no se trata de un objetivo recaudatorio sino de que los enfiestados reconsideren su conducta irresponsable de manejar beodos.
La prisión administrativa estará aderezada con sendas pláticas contra el alcoholismo para que la lección sea entendida de una vez por todas.
No veo por qué las autoridades municipales deban renunciar a las multas por esa infracción al reglamento pero en fin, el experimento resulta interesante y existe la esperanza de que arroje buenos resultados de que la gente si va a manejar no tome y si toma pues invite. Tan sencillo que es llamar a un Uber y además tan barato.
Los accidentes ocasionados por conductores ebrios han causado muchas muertes y provocado muchísimos daños materiales que han mermado la economía y la moral de muchos hogares.
Para cambiar esta situación prevaleciente hasta ahora, es válido que nuestras autoridades implementen todo tipo de proyectos, pero esta sangría tiene que detenerse. Se nos informa que las instalaciones del Ceresito están muy confortables, pero aunque la jaula sea de oro no deja de ser prisión.
Es muy lamentable amanecer en el fresco bote totalmente crudo y tener que aguantar con respeto las prédicas contra el alcoholismo que les impartirán personal capacitado para ello. Dicen que hasta les van a dar menudo y clamatos. ¿Será? Bueno se los pueden llevar los familiares, no lo prohíbe el reglamento, lo importante es que los detenidos se recuperes lo más pronto posible de la cruda.
Negando el derecho de ser votado
De acuerdo a nuestra ley fundamental, todo ciudadano mexicano tiene el derecho de votar y ser votado. Pero de a cuerdo a las reformas aprobadas por el Congreso del Estado, el derecho de ser votado en nuestra entidad queda muy condicionado de tal manera que un ciudadano que se decida participar en las elecciones tendrá que hacerlo bajo las siglas de algún partido político de los registrados porque como independiente le será sumamente difícil. Esto es un atentado contra las libertades políticas y la democracia en nuestro medio.
Los diputados convirtieron el monopolio de los partidos políticos en algo sagrado para ellos ante la expectativa de que el favor de las masas electorales les ha dado la espalda y ahora el pueblo, o vota por sus candidatos o de plano no vota. Tal es el sentido de acaparamiento que se ha dado a la libertad política en nuestros tiempos.
Lo ideal sería que cualquier ciudadano que quisiera participar en las elecciones tuviera la posibilidad de hacerlo. Bien nos dicen por ahí que “el pueblo tiene el sagrado derecho de votar libremente por un candidato que eligen otros.”
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