Opinion

Aumenta el apetito por la uni

LA COLUMNA
de El Diario

2017-08-12

Algunos funcionarios de primer nivel a los que ha tocado en suerte lidiarla le llaman la “hermana incómoda”, otros más benevolentes prefieren referirse a ella como la “vicegobernadora” porque la ven involucrada en numerosos asuntos públicos en Juárez. Aseguran que el segundo mote lo toma ella con sentido del humor y hasta con cierto orgullo. Le divierte pero se coloca en ese papel.
Hemos comprobado en esta columna que Leticia Corral Jurado participa muy de cerca con su hermano el gobernador. Convierte en funcionarios públicos a sus amigos(as) y censura o aplaude conductas en el equipo de gobierno. La fe de sus hechos queda en público a través de redes sociales escrita por ella misma o en acciones vistas por todos. No hay necesidad de notario.
Esta semana se abrió de capa Lety en el proceso interno por la sucesión en la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez (UACJ), la universidad pública más importante en la principal ciudad del estado, esta frontera.
El destino de la rectoría sobre tres decenas de miles de estudiantes y cerca de tres mil trabajadores administrativos y académicos, en manos de la hermana del gobernador… por ahora.
El curriculum de la vicegobernadora se reduce a una regiduría en el Ayuntamiento de Juárez pero también una prolongada trayectoria como militante fiel del Partido Acción Nacional (PAN) en Juárez.
Dedicó parte de su tiempo en revisar la situación física en la UACJ mientras todos sus directivos y alumnado tomaban vacaciones. Fue vista en recorrido por Ciudad Universitaria (el campus muy alejado de la zona urbana, allá próximo a los médanos de Samalayuca llamado Ciudad del Conocimiento). Estuvo con la complacencia de Raúl Flores Simental, coordinador general de comunicación social de la máxima casa de estudios. Ignoró esa visita el rector, Ricardo Duarte.
Apenas reanudaron actividades en las aulas ella quiso dejar constancia pública de su participación en el proceso sucesorio, reuniéndose con el exdirector de Ciencias Biomédicas, Ernesto Morán García, que también públicamente ha expuesto su aspiración por la silla de Duarte. Es la tercera vez que lo intenta pero las dos primeras no tenía en Palacio al que considera su principal activo: Corral.
Hace meses está detonado el proceso de renovación por la Rectoría, los distintos grupos de interés se han venido moviendo en busca de preservar sus espacios de poder y/o conseguir superiores. El activismo fue muy intenso desde principios de año cuando trascendieron las supuestas consideraciones del gobernador, Javier Corral, para implementar un interinato habida cuenta la relación familiar entre el rector y el exgobernador, César Duarte.
Fue medido el riesgo entre optar por una decisión de esa naturaleza y esperar acaso el año que resta a la administración del rector. Prefirieron la paz.
El proceso de renovación inicia en dos meses y medio más con la selección de nuevo Consejo Universitario, cuyos 44 integrantes, más el voto de calidad de rector, habrán de votar por el nuevo titular de la UACJ.
El rector Duarte inició durante la última semana un recorrido por los institutos para ir hablando sobre las características del Consejo Universitario y los perfiles de quienes deben ser sus miembros. Seguramente sigue ya las líneas generales recibidas al respecto por el gobernador desde aquella comida en el Shangri La aquí narrada...La vicegobernadora Lety sigue a su propio sexto sentido o la indicación de su hermano.
Sonaría a volatilidad extrema que la hermana hubiera iniciado una operación política en el campus por propia iniciativa puesto que su incursión sería cuestionada con mayor énfasis sin el visto bueno del mandatario estatal. No tardará mucho en saberse. La información corre a velocidad luz en el campus, también en Palacio

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Ese detonante propiciado por Lety nos conduce a revisar con mayor detenimiento en manos de quién o de quiénes puede quedar el futuro de una universidad joven, orgullo juarense, que sigue enfrentando retos enormes para alcanzar la calidad académica que merece la comunidad fronteriza en ambos lados de la línea Juárez-El Paso.
Ha sufrido altibajos en ese sentido la casa de estudios cuando hay contaminación de carácter político-partidaria u otros tipo de intereses incluso obscenos como los adjudicados en corrupción a Rubén Lau Rojo, uno de sus rectores.
Decimos líneas antes que el voto de calidad lo tiene el rector pero en los hechos el voto de calidad; más aún, el gran elector, es el gobernador del estado, Javier Corral, que no deberá enfrentar mayores complicaciones en esa sucesión si toma las riendas con la formalidad requerida.
Prácticamente todos los que aspiran a rector (ninguna mujer está anotada aún) tienen nexos con el gobernador. Cursó Corral en la UACJ la mayor parte de sus estudios superiores aunque terminó titulándose en una escuela de Sinaloa de esas que presumen carreras profesionales en un semestre, lo cual no ha demerita el rango académico al mandatario cuya inteligencia no requiere de mayor aula que Selecciones.
David Ramírez Perea, obviamente Ernesto Morán, Juan Camargo... y para casos extremos Víctor Orozco, Javier Camargo y Carlos González, son los inscritos en la pelea por la silla de Ricardo Duarte.
Orozco tiene como operadores a Fernando Briseño y Luis Felipe Fernández en el interior del campus. Aparte de su gran cercanía con el gobernador, se presume apadrinado también por el coordinador del gabinete, Gustavo Madero Muñoz, a quien ya le está endilgando vox populi el mote de aviador. La izquierda reconocida en los De la Rosa aparece en este y otros equipos.
Aunque suene contradictorio, el exsubsecretario de Educación, Carlos González, contaría con el empujón de otros dos subsecretarios en la misma área, Melchor Torres y Miguel Ángel Valdez, metidos en ese coctel de izquierda-derecha-ultraizquierda que tiene deformada la visión de gobierno en el nuevo amanecer.
Los mejor posicionados por el momento parecen los Camargo en amistad innegable con el gobernador, relaciones fuertes con el notario Eduardo Romero (exsecretario general de Gobierno con Francisco Barrio, padrino de Corral) y en la operación estudiantil y académica con tres exrectores aún todopoderosos por su buen anejo para los acuerdos y los consensos, Jorge Quintana, Enrique Villarreal y Carlos Silveyra Sayto.
El médico odóntologo Morán alberga confianza en que su presumida militancia en el PAN (fue inclusive suplente en diputación federal de la ahora directora de Desarrollo Social en la administración municipal independiente, María Antonia Pérez Reyes), su relación con Javier Corral y su compadrazgo con Lalo Romero, le alcancen para llegar a la Rectoría. Su operación de lujo con Lety al frente es considerado un plus sobre el resto de los contendientes.
Morán García pertenece al clan de Ciencias Biomédicas, fue su director –aseguran algunos que uno de los mejores directores- pero no ha podido hacer click con los mandones en ese instituto que han alcanzado la Rectoría, al frente de todos Felipe Fornelli Lafón, quien ha amasado una respetable fortuna entre la universidad y sus labores como empresario y médico privado. Sería un acto de gran nivel conseguir el desplazamiento de ese grupo en Biomédicas, opinan los conocedores de su entraña.
Finalmente aparece casi con las mismas características de fuerza y relaciones el secretario general de la universidad, el número dos, David Ramírez Perea, miembro insignia de los Fornelli. También tiene vínculos importantes con el gobernador Corral y con algunos integrantes del equipo estatal.
Todos ellos pueden transitar sin mayores conflictos a lo largo de la renovación del Consejo Universitario y hacia la Rectoría, siempre y cuando exista una adecuada operación política por parte de Palacio de Gobierno. Hay gestos y caras de enfado ya por la incursión de la vicegobernadora. Una cosa es Juan Domínguez y otra “no la chingues”, dicen en voz baja. Todos tienen también la fuerza necesaria para estallar un volcán en cualquier momento. Ese es el contraste en el actual ánimo de ese grupo.
Un dato final que debe ser anotado. Varios líderes de esos equipos tienen contemplado el eventual triunfo de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en la Presidencia de la República. En ese escenario quedaría Corral como segundo voto de calidad, pues el tabasqueño no dejaría pasar el ejercicio correspondiente que sin duda beneficiaría... a los De la Rosa, quizá a Orozco, en menor medida a González...La elección constitucional es un par de meses antes que la de Rectoría. No apto el escenario para cardiacos, dirían los colegas de deportes hoy concentrados en Indios y Bravos.

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