Javier Cuéllar/
Abogado
El magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del estado anunció esta semana que el Poder Judicial tiene contemplado contratar más personal para la operación del procedimiento de administración de justicia en el estado y en especial en Ciudad Juárez, debido a las tremendas demoras que se ven en el desarrollo de los procesos que en muchos de los casos observan hasta tres meses en la emisión de resoluciones que en el anterior procedimiento podían demorar un día.
El nuevo sistema de juicios orales se revela así como un fracaso tanto en el ámbito operativo por el exceso de personal que es necesario para operarlo, como en la consecución del principio de expedites en la impartición de justicia.
Simplemente en el trámite elemental de un juicio de divorcio por mutuo consentimiento, radicar la demanda y recibir la ratificación judicial de esa demanda en el anterior sistema podía llevarse una semana y a veces hasta sólo tres días y ahora demora un mes y hasta un mes y medio aunque justo es decirlo que la sentencia ordinariamente sale uno o dos días después de la ratificación. Pero como quiera que sea la sociedad perdió mucho en la rapidez. El nuevo sistema es un colapso total hasta en lo más sencillo.
Como bien lo advierte el magistrado presidente, Julio César Jiménez Castro, “nada se parece tanto a la injusticia como la justicia tardía” (Séneca. Filosofo latino que vivió entre los años 2 a C y 65 d C) y en el nuevo sistema judicial existen cuellos de botella que hasta ahora no han podido ser salvados y uno de ellos se encuentra en la función actuarial pues erróneamente les redujeron personal en notificadores para reubicarlos en los juzgados por lo que los actuarios están atiborrados de trabajo de tal manera que ahora han implementado una agenda de citas que trae dos meses de demora y eso retrasa enormemente los juicios en lo general sin contar que muchas de las citas de notificación no se pueden realizar por causas diversas y obtener una nueva cita es desesperante. ¡Otra vez a la cola de audiencias de emplazamiento! Los abogados ya no saben si se les paga por lo que saben o por las colas que hacen, México es el país de las grandes colas.
Por si esto fuera poco, muchas notificaciones son ordenadas oficiosamente por algunos juzgados por lo que esta maniobra sobresatura la función de los actuarios además de que un expediente así notificado no cuenta con un abogado externo que le dé seguimiento a la notificación, pero eso al final de cuentas hace más larga la cola de abogados que esperan cita para sus diligencias. Total, el caos se ha acrecentado en este estrangulamiento.
Las fallas son de fondo
Es justo señalar que estas demoras no se deben a la mala conducta ni poca disposición de los actuarios, lo cierto es que atendiendo al cúmulo de trabajo son muy pocos los notificadores con que cuenta el Poder Judicial. Es urgente contratar por lo menos unos veinte actuarios y oficiales notificadores para emparejar un poco la cadencia de las audiencias, notificaciones y emplazamientos.
Otro de los cuellos de embotellamiento se encuentra en la oficina de periciales pues el personal con que cuenta esta dependencia es notoriamente insuficiente y los estudios socioeconómicos y las periciales psicológicas y de todo tipo que se ordenan por los juzgadores, tienen demoras de hasta ¡nueve meses! lo cual es catastrófico para el desarrollo de la mayoría de los procesos. Ahí deben contratarse otros 20 psicólogos y otros tantos trabajadores sociales sin contar que los mentados peritajes solamente son relatorías sin análisis ni razonamiento alguno que muy poco esclarecen las circunstancias torales del procedimiento.
Cada trabajador social solo tiene asignado un mísero día a la semana para hacer la visita domiciliaria pero es tanto el congestionamiento del trabajo que esta visita muchas veces no se celebra en la fecha acordada y la demora se incrementa exponencialmente. Total un desastre de demoras.
Los juzgados por audiencia están laborando horarios infrahumanos de hasta 16 horas diarias y algunos laboran a puerta cerrada sábados y domingos para emparejarse un poco con el exceso de trabajo. Desde luego que ese horario extraordinario no se les paga pero aunque así fuera no se puede someter al personal a jornadas tan extenuantes para no cumplir de todas maneras con los términos fijados por un sistema que raya en lo absurdo.
Rectificar es obligado
O vuelven al anterior sistema o de plano tienen que contratar el doble del personal con que cuentan actualmente y construir más salas de audiencia. Lo más adecuado sería implementar una serie de reformas que convirtiera en un híbrido el sistema y se aprovecharan las promociones por escrito y que muchas diligencias no se realizaran en audiencia.
Si el sistema se encuentra colapsado es porque no funciona y ante esa realidad más vale afrontar el problema y volver a aprovechar el procedimiento escrito que existía anteriormente con algunas adecuaciones, pero no aferrarse a un esquema que ha probado su ineficacia. Una cosa sí es necesario reconocer, el criterio de los jueces ha sido modificado para bueno pero párenle ahí de contar, todo lo demás es un verdadero desastre.
Acusaciones graves contra Julio Álvarez y Rafa Márquez
Artur Miller nos dice: “Es más fácil recuperar un millón de dólares robados que la honra, si la perdiste.” Muy, pero muy grave y perjudicial es la acusación que el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos hiciera contra el cantante Julión Álvarez y el futbolista Rafael Márquez misma que los ha puesto en graves aprieto pues sus cuentas bancarias fueron congeladas tanto en México como en el vecino país del norte, al grado que se ha difundido que el futbolista no tiene disposición de efectivo ni para sus gastos más ingentes.
En lo personal esa imputación extrajudicial no tiene sustento y de acuerdo a una amplísima conferencia de prensa difundida por Excélsior, el cantante negó cualquier relación con el imputado Raúl Flores Hernández, a quien dijo conocer solamente porque fue contratado artísticamente en un par de ocasiones lo cual no implica ninguna sociedad para cometer ilícitos o lavado de dinero y dijo estar dispuesto a comparecer voluntariamente ante cualquier autoridad para aclarar perfectamente todo ese entuerto.
Ya veremos qué pasa en los días venideros pero la mayoría de la gente no cree que la acusación sea sobre hechos verídicos y al final las cosas quedarán claras para bien de todos. Introduce la duda el hecho de que el Departamento del Tesoro no explica circunstancias de tiempo modo y lugar en que supuestamente sucedieron los hechos que los llevan a una conclusión tan delicada y esto deja en un estado de indefensión a los señalados lo cual es a todas luces injusto pues de entrada un hombre de ese tamaño no tiene ninguna necesidad de utilizar ni a un futbolista ni a un cantante tan famosos para limpiar capitales, menos con la gran fama pública que tienen dichos personajes.
Unas cosas al respecto quedaron muy claras con unas declaraciones de Julio César Chávez cuando le preguntaron sí era amigo del “Chapo” Guzmán y dijo que si lo conocía, que una persona le había dicho: “El señor quiere conocerte, ¿vas o te llevamos?” Y ante tal disyuntiva al famoso boxeador no le quedó otra que acudir “voluntariamente” a ver al personaje, pero ese hecho no implica ninguna amistad ni mucho menos sociedad.
Lo que muchas veces pasa es que la gente quiere en un momento dado tomarse fotografías con los famosos sin que eso pueda interpretarse como conducta delictiva alguna por parte de los afamados. Eso parece haberle sucedido a Julión Álvarez y a Rafael Márquez pero no debemos olvidar que a todo ciudadano le corresponde tener a su favor la presunción de inocencia mientras en un juicio justo en el que se hayan observado las garantías constitucionales de un procedimiento y en el presente caso se trata de una declaración unilateral del Departamento de Tesoro y nada más.
De todos modos, si a la postre resulta que las graves acusaciones vertidas públicamente por esa autoridad en contra de estos dos ciudadanos resultaran ser falsas o no se prueban en un tiempo razonable, se les habrá causado un gran daño a su honra y a su patrimonio moral técnicamente irreparable. Y no olvidemos que ese es el único bien intangible pero efectivamente real, con que cuentan los hombres honrados. Bien dice Francis Bacon: “Calumniad con audacia: algo siempre quedará.” No se vale, no se vale.
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