Miriam A. Ornelas
Analista
Sorprende a la ciudadanía la denuncia presentada por el actual director del Fideicomiso de los Puentes Federales consistente en un presunto robo de recursos a ese fondo por el orden de los 340 mil pesos que supuestamente alguien sustrajo de una de las cajas de recaudación en el puente de Zaragoza, cosa que es muy grave.
No se trata de un robo de los llamados de cuello blanco sino de un apoderamiento indebido de una suma importante, el cual debe ser investigado acuciosamente por el fiscal de la Zona Norte de la Fiscalía del Estado licenciado Jorge Armando Nava López.
Este robo constituye una agravio a toda la ciudadanía puesto que el fondo que se reúne por el pago de los peajes que se cobran en todos los puentes es nuestro y en realidad es relativamente fácil encontrar a los supuestos rateros porque son muy pocas las personas que tienen acceso directo a esas cajas de recaudación y lo cierto es que la indagatoria deberá estar circunscrita a unas pocas personas.
Pero, por otra parte, la responsabilidad de los directivos de la anterior administración de ese fideicomiso reside en que esas personas no tuvieron el celoso cuidado de custodiar ese dinero adecuadamente y evitar en su momento cualquier tipo de robo. Esa será la responsabilidad de Carlos Silveyra pero dudo mucho que se vea involucrado en el desvío directo de fondos, su culpa será por omisión.
Pero a juicio de muchos ciudadanos, existe un saqueo sistemático de los fondos del fideicomiso de esos puentes en la modalidad de sobrecarga de sueldos estratosféricos e injustificados del personal que supuestamente labora para dicha institución y es que ese fondo se ha manejado con una opacidad muy acentuada porque los juarenses no tenemos conocimiento del manejo de esos fondos, del monto de sus afluentes ni mucho menos de la cantidad de sueldos que ahí cobran todos los empleados que debieran de laborar en ese fideicomiso, principalmente su director.
De hecho no sabemos nada ni siquiera a cuánto ascienden sus activos totales acumulados durante toda su operación porque los directivos del fideicomiso siempre han sido desatendidos en transparentar todo lo que ocurre en ese fondo, especialmente sus sueldos.
Ahora bien, si tomamos en cuenta que durante los ocho meses que lleva en la directiva Gustavo Elizondo Aguilar y todo su conjunto de ayudantes, debemos concluir que durante todo este tiempo nada han hecho por lo que es fácil entender que técnicamente han cobrado todo su sueldo sin hacer nada y en consecuencia toda esa enorme cantidad de dinero debe ser equiparada al robo, porque han dispuesto para sí del dinero de los juarenses sin darnos nada a cambio ya que su trabajo no se ve por ningún lado.
Ha trascendido que el sueldo que inmerecidamente cobra Elizondo Aguilar asciende a la cantidad de 100 mil pesos mensuales más otras prestaciones no especificadas y también muchos de los que lo ayudan a no hacer nada cobran cantidades muy altas en una nómina abultada que supera mensualmente los trecientos cuarenta mil pesos que importa la denuncia del robo y esa cantidad desperdiciada en salarios inmerecidos y no devengados no tiene reclamo lo cual es todavía más grave porque los funcionarios de cuello blanco están disfrazando sus inmerecidos sueldos bajo el expediente de salarios legítimos que no lo son puesto que ningún trabajo han realizado.
El Gobierno del Estado bajo la responsabilidad de Javier Corral Jurado debe ordenar la completa transparencia del manejo de los fondos del fideicomiso de los puentes, sus ingresos pormenorizados y la totalidad de la lista de supuestos empelados de ese fideicomiso especificando su salario mensual en cada caso y una explicación de las funciones que realiza cada una de estas sanguijuelas para que la ciudadanía tenga la posibilidad de evaluarlos y verificar si es cierto que gran parte de este dinero se está desperdiciando en endulzarles la vida a burócratas cazadores de chambas que nada hacen. Eso es también una deshonestidad mayor.
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