Opinion

El deterioro de la ciudad

Samuel F. Velarde
Académico

2017-08-07

Los que tenemos viviendo desde los 60s en Juárez percibimos que la ciudad creció en número de habitantes y extensión territorial, pero muy escasamente en calidad urbana.
Ha crecido la ciudad con islotes de modernidad (centros comerciales) pero con un perfil de mala planeación urbana. Es cuestión de hacer un recorrido analítico por nuestras calles y avenidas para darse cuenta del sistemático deterioro de sus vialidades.
Lo más grave del asunto es que una ciudad con características de deterioro, difícilmente propicia un ciudadano comprometido y solidario con su entorno inmediato.
Hay grandes ciudades en el país que por su misma complejidad difícilmente se conservan como ‘’espejo’’, sin embargo se conocen políticas públicas urbanas de rescate de espacios o de construcción de otros.
Una de las cosas que afectan a esta ciudad es su imagen en relación a la limpieza, es fácil observar basura, tierra, partes de neumáticos reventados por cualquier avenida importante, en los diferentes pasos a desnivel no falta la arena y hasta partes de autos que tuvieron algún siniestro.
Lo sorprendente, que no haya un departamento especial para hacer labores de mantenimiento, se hace la obra (monumento, jardines, corredores etc.) pero luego nadie se encarga de ellos. No existe una política de conservación.
Por supuesto que esto se ve reflejado en una ciudadanía que se acostumbra paulatinamente a vivir en un entorno sucio, antiestético, que denigra a la ciudad y al ciudadano mismo, al no ofrecerle un espacio digno.
Otro fenómeno: las estrechas banquetas que debilitan la seguridad del peatón, que lo convierten en personas de segunda, esta es una ciudad que desprecia al peatón, para rendirle culto al automóvil.
Una de las cosas que llama la atención es una obra en la Gómez Morín que la inauguró la autoridad municipal, sin embargo tiene tales características el camellón central, que sin ser uno arquitecto o ingeniero civil se pregunta ¿Por qué se hicieron una especie de albercas como si fuera a criar patos?, es decir la lógica simple choca con una realidad totalmente risible.
Y no es que se critique por criticar, sino como ciudadanos que somos, usuarios de nuestros espacios públicos, observamos nuestras carencias y errores y vemos que muchas soluciones no son tan difíciles, tal vez lo que haga falta es una actitud de verdadero compromiso, ética y seriedad.
Hace poco este diario publicó acerca de la necesidad de más espacios recreativos, sin duda es verdad, donde los ciudadanos puedan tener un sano esparcimiento, pero estos espacios deben estar dirigidos por profesionales, no me imagino el bosque de Chapultepec de la ciudad de México dirigido por un burócrata sin el conocimiento adecuado.
La ciudad nos da cobijo, relaciones sociales, satisfacción de necesidades, pero también necesita tener una imagen que refleje compromiso de la autoridad y  participación ciudadana, tal vez sea mucho pedir bajo nuestras actuales circunstancias.

X