LA COLUMNA
de El Diario de Juárez
• Se guarda su deseo de cumpleaños
• Ávila ya debía una con bono ilegal
• Prioriza Los Pinos antes que Chihuahua
• Quieren tronar a nuevos directores
Serán las copiosas lluvias desprendidas del cielo de Chihuahua, los apuros o el ánimo non grato, pero sinceramente el festejo público por el cumple 52 del gobernador, Javier Corral, estuvo algo menos que aguado.
La cantada empezó en apachurrados decibeles con “estas son las mañanitas...” y terminó con apuro muy desentonada –cual son desentonadas todas las Mañanitas para esos efectos– ....”alosmuuu chachos bonitos se las cantamos aquí”...Nada de despierta gobernador despierta...(No se fuera a despertar literalmente).
El reducido grupo se reunió en la Casa de las Artesanías de la ciudad de Chihuahua. Ahí le colocaron al señor mandatario un pastelito con una bengala china en medio de esas que han suplantado a las velitas mexas tradicionales. Con sus 51 encima el gober la quiso apagar de un potente soplido.
-“Se apaga sola”, se oyó la voz de su confidente y secretario particular, Pancho Muñoz, más o menos de la misma edad que el gobernador pero docto en piñatas, gorritos y espantasuegras.
-“Tiene que pedir un deseo señor gobernador eh!”, le aconsejó Maru Campus portando elegante sastre plomizo sombrío bien contrastado con el rojo pasión de la blusa.
-“Ya sé cuál es...”, se contestó a sí misma.
“No. No lo puedo decir”, respondió Corral
-“Se lo va a comer ahorita en la tarde o qué?..” preguntó alguna de las asistentes preocupada por el futuro del pastel.
-“Ya la apago o qué...”, abrevió el gobernador cortando la “plática”.
Adiós. Eso fue todo. En el inter, la otra nota política fue obsequiada al respetable por el dirigente estatal del PAN, Fernando Álvarez. Hombro por delante se metió hasta la diestra de Corral, haciendo a un lado a la secretaria de Innovación y Desarrollo Económico, Alejandra de la Vega, a la que de inmediato buscaron los ojos del mandatario. Quedó atrás del barullo… y atrás el diminuto festejo.
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Ética, política y legalmente, el secretario de Salud del Gobierno estatal, Ernesto Ávila Valdez, debió ser removido de su cargo y sujeto de sanción al menos administrativa tres meses después de haber tomado protesta al mismo. Fue un escándalo aquella revelación de que aceptó un “bono” por 102 mil pesos. En ese momento debió desaparecer la confianza concedida por su jefe el gobernador, Javier Corral Jurado.
La Secretaría de Salud navegó por mares turbulentos de corrupción durante el régimen pasado. Corral la tomó como una de sus numerosas banderas de campaña. Permanece aún entre los expedientes que no son consignados por la Función Pública ante la Fiscalía General del Estado; es decir, los datos siguen en fase de recopilación.
A sólo 10 meses de iniciada la administración, la corriente de irregularidades, desviaciones y malos manejos en salud avanza con la misma intensidad que en el régimen anterior. Hay señalamientos por todas partes sobre compras multimillonarias sin licitación, arreglos por debajo de la mesa con las farmacéuticas y pésimos servicios en todas sus áreas. Lo que mal empezó con Ávila, mal ha continuado.
El 30 de diciembre de 2016, el director de Recursos Humanos, Pedro Antonio Ramírez Torres, solicitó formalmente la suficiencia presupuestal para obtener un bono especial que beneficiaría a mandos directivos medios y altos. Consiguió el millón 830 mil pesos. Al secretario Ávila le tocaron 104 mil pesos que aceptó con todo el gusto del mundo. Diciembre, Navidad...cuesta de enero; recién llegado. Cómo decir no.
Fue hasta que la olla del escándalo explotó que el secretario reculó, o lo hicieron recular, y debió regresar el dinero. “Yo me dejé llevar y acepté el bono pero ya rectifiqué ayer y regresé el cheque para que Servicios de Salud lo deposite y haga lo que mejor le parezca”, dijo oficialmente. Y la sanción?. Cero.
Innegablemente el gobernador le mantuvo el beneficio de la duda, al fin consuegro de su padrino político Francisco Barrio, pero es obvio que la confianza ha sido traicionada una y otra vez, ya sea por ignorancia, negligencia o incapacidad. La aceptación del bono demuestra que al menos falta de malicia no es.
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La cantidad y la calidad de quienes arriben mañana al Museo Casa Chihuahua, en la capital del estado, será importante tenerlas en cuenta, pero lo es más la intención del señor gobernador Corral Jurado que esta semana se sustrajo –ah, también la anterior por vacaciones– de sus prioridades en el estado por concentrarse en operar el “Encuentro Chihuahua: Problemas Contemporáneos de México”.
Todo el aparato mediático al alcance del mandatario fue movido para anunciar el evento. El propio gobernador y sus asesores pusieron alma, vida y corazón en asegurar la presencia de sus invitados: Alejandra Barrales, presidenta nacional del PRD; el exsecretario federal, Fernando Elizondo; Ricardo Anaya, dirigente del PAN en el país... Cuauhtémoc Cárdenas, Martha Tagle, Gustavo Madero, Alfredo Figueroa, Emilio Álvarez Icaza, Clara Jusidman, Jorge Castañeda, Porfirio Muñoz Ledo, Agustín Basave, Guadalupe Acosta Naranjo, Santiago Creel, etc.
Ellos hablarán del “mercado interno débil , la soberanía nacional mermada , la insultante desigualdad social , la violencia y la inseguridad el régimen político agotado, la debilidad democrática...”
Entre ellos está conformado el grupo Galileo. Andan que se les queman las habas por hacerse notar en la campaña presidencial del 2018. Pretenden juntar de nuevo al PAN con el PRD y otras corrientes de la izquierda desechadas o no aceptadas por Andrés Manuel López Obrador.
Esa es la preocupación máxima del jefe de jefes en Palacio de Gobierno. Si llegan o no llegan mañana todos los convocados el ruido será igual y el objetivo el mismo: el gobernador metido en esa parte del plano nacional por si las bases de los Galileos lo aclaman como candidato a presidente... y olvidado de su responsabilidad primaria, Chihuahua.
Entre paréntesis nos preguntamos cómo el nuevo amanecer coloca el nombre de Gustavo Madero con carácter de “invitado especial” si es “coordinador ejecutivo” del propio gabinete estatal. Ciertamente es de los operadores de Corral entre los Galileos pero no es por esa actividad que cobra de la nómina pública.
Un dato adicional al respecto, rastreamos por toda la página de transparencia del Gobierno estatal para conocer el sueldo de Madero. No aparece ni un solo dato. El sueldo promedio de los funcionarios miembros del gabinete de Javier Corral oscila los 100 mil pesos mensuales. No hay nada del jefe de gabinete.
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El 16 de agosto tiene Morena “fiesta política” en esta frontera. Uno de sus coordinadores de las redes ciudadanas, Rafael Espino de la O, presidirá concentración aquí para revisar los avances en territorio del partido de Andrés Manuel López Obrador “El Peje”.
Los Morenos le llaman “fiesta” porque aseguran que siguen avanzando “más de los esperado” en la estructura de su base electoral para operar la campaña del año entrante.
Espino es de los asesores más cercanos al tabasqueño aspirante a Los Pinos. Acaba de incorporar en las redes a Gerardo Vargas Landeros, exsecretario general de Gobierno de Malova (en Sinaloa); y a Rogelio Cerda, ex número dos de Natividad González Parás, en Nuevo León.
En Juárez el principal responsables de las redes es Isidro Montoya, con el respaldo de la familia de la Rosa y el presidente de Morena en el estado, Martín Chaparro.
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El coordinador de la zona norte del Colegio de Bachilleres, Eduardo Limón, tuvo encerrona ayer con sus funcionarios. Se aventó una buena.
Anunció, el representante en Juárez de la directora general, Teresa Ortuño, que a partir del 15 de agosto quedarán eliminados para todos los directores y subdirectores prestaciones como prima de antigüedad, bono de compensación, bono de despensa, ajuste de calendario argumentó una “recomendación” de la Auditoría Superior del Estado.
A partir de este semestre entran en funciones más de 20 nuevos directores (de los 30 en total) virtud a que concursaron en el Servicio Profesional Docente; la gran mayoría de ellos están considerados con filiación priista.
Queda exhibida así la intención de presionar para que vayan abandonando sus cargos y sean nombrados interinos afines al blanquiazul Gobierno estatal.
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La jefa administrativa del Congreso del Estado, Daniela Álvarez, ya tiene las maletas preparadas para dejar el tormentoso cargo y regresar a su llovido Juárez.
Hará la exdiputada local condición físico-política durante las siguientes semanas para emprender una extenuante carrera por una diputación federal, la correspondiente al propanista Tercer Distrito.
Álvarez pertenece al equipo del exdirigente estatal del PAN, Mario Vázquez; de la alcaldesa chihuahuita, Maru Campos; de su secretario del Ayuntamiento, César Jáuregui y del excoordinador parlamentario azul, Miguel Latorre. Su posición siempre la han querido la corralista presidenta del propio Congreso, Blanca Gámez y su cuatacha consejera de la Judicatura, Luz Estela, “Lucha”, Castro.
Total que en unos días, máximo semanas, estará ella de nuevo en Juárez buscando otros aires que se dirijan hacia chilangolandia; dejará las diputaciones locales para las que se buscarán reelegir.