Carlos Murillo/
Abogado
En días pasados, Omar Bazán y Georgina Zapata lograron el consenso de los grupos políticos para registrarse como candidatos de unidad y con ello se convierten en los próximos dirigentes del tricolor; Bazán presidente y Georgina secretaria general del Comité Directivo Estatal del PRI.
La conducción del proceso interno está a cargo del delegado del CEN Fernando Moreno Peña y del presidente saliente Guillermo Dowell Delgado, quienes promovieron un proceso histórico con la participación de 11 mil consejeros de los 67 municipios.
A pesar de la polémica, el método de selección fue aceptado por todos y las reglas se fijaron para que pudieran participar quienes consideren que pueden representar a la mayoría.
El delegado Moreno Peña, con la experiencia de haber sido gobernador y con un profundo conocimiento de la liturgia priista, convocó en todo momento a la unidad de los grupos políticos del estado, sabedor de que no hay más camino que ir juntos al 2018. Dividir significaría perder la oportunidad histórica de recuperar los ayuntamientos, diputaciones locales y federales, así como la senaduría.
En esa tesitura, el delegado Moreno Peña tejió fino al escuchar a todos los actores políticos y convencerlos de privilegiar la unidad del partido. Ante un escenario complejo, quienes levantaron la mano hicieron un ejercicio para tocar las puertas del priismo y pedir el apoyo, en el entendido de que se trata de una competencia donde todos tienen legitimidad para entrarle a la contienda, bajo la premisa de que todos son buenos cuadros.
Quien levantó la mano hace más de una año fue Fermín Ordóñez, ex regidor de Chihuahua y líder de la estructura territorial en la capital. Al concluir el proceso electoral del 2016, comenzó una campaña para enfrentar los abusos de Javier Corral, una labor que deben hacer todos los priistas como contrapeso del poder, porque esa es la labor de la oposición. Seguramente será un cuadro que el PRI aprovechará para el futuro.
También, el catedrático Heliodoro Araiza fue otro de los interesados, un maestro de derecho penal que tiene un amplio reconocimiento por su capacidad y rectitud al frente de la Secretaría de Seguridad Pública de Chihuahua y como abogado del partido y coordinador de la estrategia política en campañas. Su juventud le permitirá continuar con su carrera política.
Otro aspirante fue el ingeniero Pablo Espinoza, mi amigo y maestro, quien es reconocido a nivel nacional como uno de los mejores operadores electorales de México, exrector de la UTCJ, en su momento la mejor UT del país, exsecretario de Educación y expresidente del PRI, el ingeniero Espinoza es un baluarte del priismo, los saberes que posee en las artes y ciencias de la estadística que está reservada para unos cuantos. El Colega Pablo Espinoza seguirá conduciendo estrategias con éxito dentro del PRI, de eso no hay duda.
Los usos y costumbres en el PRI son muy claros, quien logre el apoyo de la mayoría se va legitimando entre los grupos políticos, el entramado del poder está unido a través de un sistema de reglas no escritas difícil de comprender, sin embargo las señales son muy claras si se tiene la experiencia necesaria.
En esa lógica, Omar Bazán fue a tocar las puertas de los priistas en todo el estado y se presentó con la firma de ocho mil consejeros políticos de todo el estado, así como el apoyo de las fuerzas tradicionales del priismo, que pertenecen principalmente de los sectores obrero, campesino y popular, así como de los jóvenes, las mujeres y otros organismos adherentes.
Bazán, además logró el apoyo de todos los diputados federales por Chihuahua, todas las diputadas locales, los presidentes de los 67 comités municipales, todos los alcaldes del PRI, dos de los tres senadores por Chihuahua y en Juárez todos los expresidentes municipales; en pocas palabras, la gran mayoría de los grupos.
Según la tradición del Partido Revolucionario Institucional, los sectores son el corazón de la organización política y, por lo tanto, la forma ideal de legitimación. En la vida política interna de cada partido hay rituales que son aceptados por todos, en este caso, el colectivo revisa las propuestas y define sus intereses.
La unidad en torno a Bazán y Zapata se debe a una carrera de partido que a todos les consta, éste como legislador (el más joven de la historia del PRI) y líder de la CNOP demostró su capacidad de consensar.
En el 2016, cuando se hizo cargo de la Fundación Colosio participó activamente en las mesas de Diálogo por el Futuro, convocadas por Guillermo Dowell. Después comenzó una tarea de reagrupar a la militancia para escuchar sus propuestas rumbo a la asamblea nacional. El trabajo de Bazán en el último año se ha concentrado en la construcción de una plataforma ideológica y en la estrategia para el 2018.
Con ese plan, Bazán invita a una juarense joven, formada en las luchas obreras, la diputada Georgina Zapata, para que lo acompañe como fórmula en la secretaria general y con ello los juarenses sabemos que habrá una digna representación del priismo fronterizo.
Finalmente, con esa carta de presentación Omar Bazán logró la unidad del PRI y entra como relevo de Guillermo Dowell quien regresa a Juárez después de un sobresaliente desempeño como oposición, reconocido en todo el estado por su valentía y lealtad a la institución, sin embargo, donde termina un ciclo comienza otro, ahora le toca a Dowell defender sus derechos frente al abuso de poder y la venganza del gobernador Corral y seguramente contará -como hasta ahora- con el apoyo de los juarenses de todas las expresiones y credos.
Por su parte, Omar está ya frente al proceso electoral que comienza en septiembre, con esa postal de su registro, donde aparece hombro a hombro con todos los priistas del estado representados a través de sus liderazgos, seguramente el PRI logrará recuperar los espacios en el 2018.
murillonet@yahoo.com