Opinion

Los siete sabios de Juárez

Oscar Fidencio Ibáñez Hernández/
Académico

2017-07-21

Hace un siglo existió en nuestro país un pequeño grupo conocido como los “siete sabios de México”, siendo estudiantes decidieron formar la “Sociedad de Conferencias y Conciertos”, eran jóvenes inquietos que no se limitaron a lo que la Universidad podía brindarles, sino que trabajaron para mejorar su entorno a través de la cultura, lo que los llevó a un desarrollo personal que tuvo un gran impacto en la vida institucional del país.
La obra en conjunto de estos siete mexicanos es impresionante, excepto uno que murió joven, todos tuvieron grado académico de doctores, tres de ellos fueron rectores de la UNAM, dos de ellos fueron Magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y todos ellos fueron maestros universitarios y fundadores de alguna institución gubernamental, política, académica o literaria.
Antonio Castro Leal fue rector de la Universidad Nacional de México antes de que obtuviera su autonomía, obtuvo doctorados tanto en México como en Estados Unidos, reconocido como un distinguido literato, tanto en inglés como en español, en su vida también fue diputado, director del Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA), además fue miembro de la Academia Mexicana de la Lengua y del Colegio Nacional.
Alfonso Caso Andrade también fue rector de la UNAM, arqueólogo fuera de serie, sus investigaciones en la zona de Monte Albán y su trabajo para descifrar el lenguaje indígena de esa región son seminales, fue miembro de la Academia Mexicana de Historia, recibió el Premio Nacional de Ciencias, también fue uno de los fundadores del Colegio Nacional, fundó el Instituto Nacional Indigenista, antecedente de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), también fue director del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Alberto Vázquez del Mercado, se graduó como abogado, fue diputado, después de una brillante carrera profesional fue nombrado Ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, puesto al que renunció en protesta contra el Presidente Pascual Ortiz Rubio por no respetar un amparo, mantuvo activamente la Revista General de Derecho y Jurisprudencia.
Vicente Lombardo Toledano, fue líder obrero, primer secretario de la CTM, fundador del Partido Popular Socialista, abogado y doctor en filosofía, diputado en varias ocasiones, y además fundador de la Universidad Obrera de México.
Teófilo Olea y Leyva, gran jurista, doctor en filosofía, miembro de la Suprema Corte de Justicia, Miembro del Supremo Tribunal Militar por lo que obtuvo el grado de General, diputado, miembro de la Academia Nacional de Ciencias Penales y de la Academia Nacional de Jurisprudencia.
Jesús Moreno Baca, abogado, juez, ayudó a resolver casos criminales muy importantes de su época, miembro del Partido Nacional Cooperativista, murió de 32 años.
Manuel Gómez Morín, a quién casi todos conocen como fundador del Partido Acción Nacional, fue además el rector de la UNAM que logró su autonomía, fue consejero del Banco de México y renunció a su cargo por no estar de acuerdo con una decisión del consejo que faltaba a la ética, fundó la Escuela Bancaria y Comercial, además de varias leyes e instituciones.
Es necesario que algunos estudiantes de hoy decidan ser los “siete sabios de Juárez” y actuar como los mexicanos que hace un siglo decidieron hacer algo más que ir a la escuela, se formaron y respondieron en un momento de cambio en el país, enfrentándose a los hombres del poder y colaborando en la creación de instituciones. La revolución estaba en marcha y a pesar de que no era sencillo apostar por la cultura y a la creación de instituciones como opción de cambio, ellos lo hicieron.
Hoy existen problemas globales y locales que retan de diversas maneras a nuestra generación, formada por personas de distintas edades que vivimos en un momento histórico particular, y que podemos actuar o dejar pasar las circunstancias que nos toca vivir para empeorarlas o mejorarlas.
Desde cada profesión y vocación, es necesario que asumamos los retos de nuestra comunidad para transformarla, no importa la edad de cada quién. La corrupción, la impunidad, la pobreza, la falta de liderazgo político, cultural y académico son problemas que nos afectan. Es un tiempo “en revolución”, de cambios constantes, en el que nos toca vivir y en el que estamos llamados a dar lo mejor de nosotros para transformarlo, por lo que es importante tratar de entenderlo y actuar en consecuencia.

acuavita@gmail.com

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