Opinion

Pavimento, actividad económica y planeación

Sergio Pacheco González
Analista

2017-07-17

Hacer mención de las carencias que en materia de infraestructura tiene el municipio de Juárez en general y Ciudad Juárez en lo particular, es una actividad recurrente. En la ciudad, destaca el norponiente como la zona donde se presenta históricamente el mayor rezago.
Los informes de las Encuestas de Dinámica Social en el Municipio de Juárez, realizadas por el Observatorio de Seguridad y Convivencia Ciudadanas de este municipio, en los años 2012, 2103 y 2014, dan cuenta de la percepción que sobre las condiciones que guarda el pavimento.
En 2012, al preguntar a la ciudadanía cómo calificaría el pavimento presente en su colonia, 65 por ciento de las respuestas indicaron que éste era malo (33 por ciento) o muy malo (32 por ciento).  En el año 2013, evaluaron el servicio de pavimentación de manera negativa 59 por ciento de las personas encuestadas, 20% respondió que no existe pavimento en su colonia, 23.6 por ciento lo evalúa como malo y 15.2 por ciento como muy malo. En el año 2014, este servicio fue calificado por 49 por ciento de quienes respondieron la encuesta como malo (33 por ciento) y muy malo (16 por ciento).
Por su parte, Plan Estratégico de Juárez, A.C., en su Encuesta Así Estamos Juárez, ediciones 2011 a 2016, solicita a la ciudadanía que califique, en una escala de 1 a 10, su satisfacción con relación a diversos servicios públicos, entre ellos calles y pavimentación. Los resultados indican lo siguiente: 2011 recibe la mejor calificación del periodo (6.50), 2012 y 2013 tiene la misma valoración (5.44), 2014 obtiene la segunda mejor calificación en este lapso de tiempo (5.85), mientras que en 2015 y 2016 reciben una calificación menor (5.50). En promedio, la ciudadanía califica el servicio calles y pavimentación con un valor de 5.70; lo que equivale en una escala escolar a una evaluación reprobatoria y en el lapso de seis años, a una percepción de deterioro.
Otro espacio donde la pavimentación es importante, es el de la vialidad. Al respecto es conocida la intención por desarrollar un circuito vial, ahora integrado por vialidades como Camino Real, Juan Pablo Segundo y Boulevard Independencia. De los alcances da cuenta el Instituto Municipal de Investigación y Planeación (IMIP), el que informa en su Radiografía Socioeconómica, ediciones 2015 y 2016, los porcentajes de vialidades pavimentadas. Así, el informe 2015 indicaba que 2016 arrancaba con 71 por ciento de las vialidades pavimentadas, mientras que 2017 lo hacía con 77.71%. En este sentido, parece ser que se sigue priorizando el tránsito de vehículos y mercancías, antes que atender los rezagos presentes en las colonias de los sectores populares.
La situación se complejiza cuando además de estos datos se toman en consideración las condiciones en que se encuentra el pavimento en calles y vialidades. Si bien ambos términos son sinónimos, con el primero se hace referencia en este caso a las vías secundarias, cuya función es permitir el acceso a predios y facilitar el flujo de tránsito vehicular no continuo, como el que se presenta al interior de las colonias y fraccionamientos; mientras que el segundo se reserva para las vialidades de flujo continuo, regulado con semáforos, como avenidas y bulevares.
Esa distinción es importante, porque cuando se habla de las condiciones del pavimento, lo primero que viene a la mente son los baches y éstos se encuentran presentes mayoritariamente en vialidades secundarias; esto es así, porque es en las primarias donde usualmente se llevan a cabo las labores de bacheo y reencarpetado.
Diversas son las razones por las que un bache se produce. Entre ellas, la falta de drenaje pluvial, la carga vehicular, un carente o deficiente mantenimiento y las roturas intencionales de pavimento ocasionadas por la necesidad de introducir diversos servicios.
Este último punto, ¿parece contradictorio? Lo es, cuando después de colocar el pavimento o incluso posterior al reencarpetado del mismo, se realicen diversos cortes para servicios de agua y/o gas, por ejemplo, que requieren nuevas plazas comerciales o desarrollos habitacionales. Además, estos trabajos, desarrollados por particulares, suelen deteriorarse y generar hundimientos y baches. Posiblemente algunos de estos efectos se pueden prevenir y evitar con objetivos a largo plazo, como desarrollar un programa que permita dotar de drenaje pluvial a la ciudad.
Diario de Juárez preguntó en 2016 a los contendientes: ¿Cómo piensa enfrentar el problema de baches y de dónde obtendrá los recursos para hacerlo? Las respuestas: http://diario.mx/micrositios/Elecciones-2016/Local/2016-05-02_eadd426a/_como-piensa-enfrentar-el-problema-de-baches-y-de-donde-obtendra-los-recursos-para-hacerlo/
sergio.pacheco@uacj.mx

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