LA COLUMNA
De El Diario
•Dirige cabalgata tras profanar a Villa
•Hace ojitos Javier a los “contras” azules
•Piden 50 millones para juzgados juarenses
•Chihuahua en la cola de sistema anticorrupción
Las imágenes no dejan lugar a discusión. Presentamos cada una de ellas en la versión digital de esta columna. El gobernador, Javier Corral Jurado, tomó protesta en octubre; un mes y medio más tarde arrancó del despacho principal de Palacio de Gobierno la figura del revolucionario Pancho Villa ubicada sobre la cabecera del escritorio.
El miércoles se apareció el gobernador en las calles de Chihuahua montando un caballo blanco para encabezar, irónicamente, la cabalgata villista que partió de allá rumbo a Parral.
Grupos de “Dorados de Villa” cabalgan en estos días desde varios puntos del estado hacia la capital del mundo. Allá se concentrarán el miércoles próximo para el cierre del evento conmemorativo del jefe de la División del Norte, de fama por todo el orbe –fue asesinado el 20 de julio de 1923-. Ha anunciado el gobernador que también ahí estará.
Un acto de estricta congruencia sería que Corral inventara cualquier cosa para no apersonarse en Parral. Profanó la memoria del Centauro para colocar en aquel espacio al también revolucionario Abraham González por tratarse de la “figura más representativa en términos de la gesta revolucionaria, quizá la de mayor contenido en torno del ideal democrático... Dentro de este despacho la figura más representativa en torno del movimiento revolucionario es la de don Abraham González”, repitió.
Eso explicó el mandatario el 20 de noviembre cuando corrió unas cortinillas para develar el cuadro de González. Hubo ceremonia con reporteros y todos los miembros del gabinete presentes. Aplausos, confeti verbal, cámaras, libretas... aroma porfiriano.... vibra terracista.
Meses más tarde el gobernador no tenía cómo celebrar su triunfo electoral del cinco de junio. No se atrevió a salir a las calles para compartir el memorial de “la gesta” con sus gobernados los chihuahuenses. Se quedó en su despacho para seguir desplazando a la revolución villista y colocar en la oficina el retrato del señero blanquiazul, don Luis H. Alvarez. Ni modo, como dijo atinadamente el innombrable de Palacio: el poder es para poder, hasta con la historia.
Nomás falta que en la cabalgata se diga villista Javier. Es capaz.
***
Si por las vísperas seguimos sacando los días, la reestructuración o refinanciamiento de la deuda pública estatal pasará a mejor vida a menos que Javier Corral y su pasmado secretario de Hacienda, Arturo Fuentes Vélez, encuentren una salida tipo Armando Cabada con el alumbrado público.
La pelota sigue en la cancha del Congreso del Estado. El gobernador tiene ahí solo 17 votos relativamente seguros con los diputados del PAN y el solitario Movimiento Ciudadano que entregó todo el partido a cambio de reducir la pena por corrupción iniciada contra el exdirigente de ese partido, Fernando Reyes Ramírez.
Han dado la puntilla al nuevo amanecer los diputados de Morena, Pedro Torres y Leticia Ortega, que venían fungiendo como satélites en su favor pero el fin de semana dejaron claro que no aprobarán el endeudamiento porque el Ejecutivo no ha entregado una propuesta seria sobre las corridas financieras y el costo total por la ampliación de plazos para pagar. De primaria.
Ya nos parecía subida de espuma tanta condescendencia especialmente de Torres pero la propia realidad va poniendo las cosas en su lugar. Técnicamente no hay explicación ni siquiera la más básica, sobre el futuro de esa deuda, políticamente ni Corral ni su equipo han hecho lo necesario por disuadir a los legisladores, incluidos los de su propio partido.
El viernes, en Madera, el gobernador dio a entender que tiene el respaldo del secretario de Hacienda, José Antonio Meade, para la reestructuración pero nos parece muy ojona para que sea paloma.
***
Ya que entramos al tema de Morena debemos decir que el posible número dos entre las candidaturas a senadores por ese partido para el 2018, el expanista Cruz Pérez Cuéllar, ha entrado en una etapa de reflexión en la que pone signos de interrogación a esa nominación.
El ex de múltiples batallas blanquiazules –muchas al lado de su compadre Javier Corral- parece dudar en contender por la fórmula al Senado de la República en cuyo número uno sigue apareciendo la exdiputada priista y excandidata a senadora por el PRD, Patricia “Paty” Borunda Avila.
El dato de Cruz es fresco; surgió el fin de semana. A ver si aguanta.
***
Muy rudo el gobernador Corral aun contra determinadas corrientes de su partido pero no hay borracho que coma lumbre. El sábado aguantó las tres horas de Comisión Permanente del PAN, se tomó selfie con sus integrantes y se mostró más que receptivo con el exdirigente del PAN del estado, Mario Vázquez Robles, Daniela Álvarez y todos los non gratos para el nuevo amanecer.
Ahí viene el proceso electoral del 2018 y Corral los necesita a todos. No puede seguir peleando hasta con su sombra porque correrá el riesgo de convertir al PAN en un PRI donde sus candidatos a la dirigencia estatal se acusan hasta de amenazas personales.
Durante esa sesión de la Permanente fueron revisadas básicamente anotaciones sobre el trabajo de refrendo pero el dato considerado de mayor importancia fue la presencia del gobernador y “su actitud muy distinta”. No se había parado en ese órgano partidista desde antes de tomar protesta como titular del Ejecutivo.
Desde luego la sesión la encabezó el dirigente del PAN, Fernando Álvarez –corralista-. La alcaldesa de la ciudad de Chihuahua, Maru Campos, se descolgó de su despacho a la reunión cuando llevaba buen avance y supo que el primer panista del estado permanecía ahí.
***
Ayer mientras vadeaba el redactor de esta columna charcos, arroyos, lagunas, pozos, aguaceros y todo lo que tenga qué ver con “bendiciones de San Isidro Labrador”, cayó información de que la consejera de la Judicatura, Luz Estela Castro, empezó a proceder igual que su padrino Corral.
Fuimos informados sobre varias reuniones sostenidas por la magistrada con líderes de las agrupaciones sociales de las que formó parte y hasta encabezó con las que ahora enfrenta fuertes diferencias.
Nos aseguran que “cafeteó” largo y tendido con Francisca “Paquita” Jiménez y otras(os) integrantes de El Barzón para aclarar puntos sobre su comportamiento en el Tribunal Superior de Justicia.
No sabemos aún si convenció pero el intento lo hace.
También nos echaron telefonazo para asegurar que antes de iniciar el período vacacional, el Poder Ejecutivo envió decreto al Congreso solicitando ampliación presupuestal de 50 millones al Poder Judicial para remodelar oficinas y estructura física general de los juzgados en Juárez.
No hay duda, en ocasiones sólo a columnazos se mueve.
***
El asunto de la Ley anticorrupción de Chihuahua es mucho más grave de lo que se piensa. La semana pasada debió haber sido aprobada en el Congreso, con lo que se desencadenarían otra serie de acciones para complementarla. Se trata de todo un sistema nacional contra la corrupción, aprobado a nivel nacional el año pasado y para el que se dio el plazo de un año a los estados para implementarlo. El plazo vence el 18 de julio, es decir, esta semana.
Por lo tanto, el fracaso de Corral en su intento por darle celeridad al tema, va a retumbar hasta Palacio Nacional porque, para las autoridades federales, será motivo de extrañamiento que Chihuahua no cuente con nada en esa materia.
En cada estado se deberían cumplir siete etapas para armonizar su marco jurídico con el Sistema federal anticorrupción. La Reforma Constitucional, la Ley SLA (Sistema Local Anticorrupción), la creación del Comité Anticorrupción, la designación del fiscal especializado y la conformación del tribunal respectivo. Sólo Chihuahua y Veracruz en todo el país, no han cumplido con ninguna de estas etapas.
***
En ese sentido, el Consejo Coordinador Empresarial de la ciudad de Chihuahua carga al perro más flaco las pulgas por la falta de sistema estatal anticorrupción: al Congreso del Estado. Lamenta “su incapacidad para lograr acuerdos”, pero no dice una palabra sobre el retraso del gobernador en el tema ni sus ninguneadas a los legisladores. La ecuanimidad no es característica de las cámaras empresariales, no al menos en ese señalamiento.