Opinion

Cámara, sin luces y ¡acción!

Carlos Irigoyen/
Analista

2017-06-29

En el marco de las carencias la ignorancia es un puñal muy peligroso y la indiferencia un arma mortal. Justo cuando vemos un Valle de Juárez incomunicado consecuencia de una torrencial lluvia, cuando la percepción de un intimidante grado de inseguridad nos inquieta o vemos una infraestructura que no corresponde al desarrollo de la ciudad, se muestran proyectos de corte operativo que ya han sido propuestos (y muy cuestionados), muy lejos de lo que se pudiera esperar de una autoridad que ofertó la innovación como base de su propuesta política para el desarrollo de la ciudad.
A menos que seas París o Las Vegas, la iluminación de una ciudad no es la diferencia vital para lograr una mayor calidad de vida para los habitantes de una ciudad.
¿Por qué estar con el dedo en el renglón respecto a la iluminación en Juárez cuando esa es un área evaluada por los juarenses con un grado de 6,83 y hay otras tres por debajo del 5,8?
Hace unos meses, el INFONAVIT junto con la ONU presentaron un informe denominado “Índice Básico de las Ciudades Prósperas” y Juárez obtuvo un 51.02, moderadamente débil.
El reporte indicó que los tres retos más importantes son que como ciudad vivimos de energía no renovable incitando el cambio climático de fuerte impacto sobre la salud pública; una percepción de desorden urbano en el crecimiento de la ciudad y una alicaída participación ciudadana. De acuerdo a “Así Estamos Juárez”, los retos son las calles y la pavimentación, el transporte público, así como la generación de los espacios públicos.
Juárez está sobrediagnosticado, lo que hace falta es trabajar en operar la estrategia con sagacidad y diligencia, aplicar con inteligencia y transparencia los recursos para generar la ciudad que merecemos. Pasar de fumarnos las ideas al arrastre de las acciones. Estamos viviendo la percepción de una ciudad inmovilizada, puritita sabiduría de la abuela: “mucho ruido y pocas nueces”.
Pero mi reflexión es: ¿Por qué si está el suelo tan parejo hay tanto brinco?
Si hemos de avanzar en el desarrollo social la flecha de largo alcance se llama educación, pero si queremos la obra de relumbrón y oropel sigamos regalando despensas, botellas de agua, boxeo, eventos con parafernalia y fotografías, gestos muy loables, pero de impacto social de débil a moderado y de relevancia económica muy débil.
Este reporte de la ONU sobre ciudades prosperas es inquietante, hay cosas con mayor prioridad que alumbrar la ciudad, quizá estoy equivocado y no he visto el documento que compruebe eso, pero si vamos a la mejor fuente de validación que es el ciudadano, quizá este dirá que antes que iluminar su entorno están el terrible estado de las calles, la movilidad urbana y por supuesto, la inseguridad. El proyecto en si no es malo, pero es de un timing faltamente manejado. Es pretender vestirse de Versace habitando en las márgenes de la Acequia Madre, algo no cuadra.
Entre el equipo de asesores. ¿No habrá alguno que se oponga y le recomiende a la máxima autoridad que por el momento ese no debe ser el principal proyecto?. El síndico, ¿a qué hora hará un pronunciamiento al respecto?.
No sólo su tarea es fiscalizar, es proponer estratégicamente sobre el manejo de los recursos de la ciudad y no lo oigo. Y… ¿el Cabildo?. Me ensordece y asombra su silencio.
Por favor dejen la seriedad para después, fijen su interés real por esta ciudad y dejen de lado una postura, debatan con argumentos no con suposiciones. Es una oportunidad de oro para acreditar su posición. Los tildan de ser unos “grillos” desconocidos y levantamanos (97.5 por ciento no conoce al menos el nombre de un regidor y más del 85 por ciento no confía en ellos de acuerdo a Así Estamos Juárez). Demuestren que la percepción es falsa porque, aunque hay honrosas excepciones pagan justos por pecadores.
Y claro, también la ciudadanía. No podemos ni debemos conformarnos con tener acceso a la información, hay que actuar; ese 15 por ciento de participación ciudadana me indica que estamos muy lejos de ser partícipes de una vitalidad ciudadana ya que la mayoría se concentra en asuntos religiosos.
En resumen, el timing no es el correcto; qué paradoja, este proyecto de iluminación “ensombrece” la visión sobre el futuro de Ciudad Juárez y como entre gitanos no nos leemos la mano; este NO debe ser el gran proyecto que abandere la reelección tan cacareada desde hace muy buen tiempo. Napoleón Bonaparte en algún momento dijo de lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso. El que tenga oídos que oiga y el que no, que dé el primer paso.

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