LA COLUMNA
De El Diario
La severa crisis en el abasto de agua potable para Ciudad Juárez que se registra desde hace unos días es nada, comparada con los pronósticos de más calor y más consumo desenfrenado que vaticina julio.
El promedio de 17 millones de metros cúbicos usualmente consumidos cada mes por la ciudad brinca incontenible a más de 18 millones en julio. Así son los cálculos técnicos en la Junta Municipal de Agua por los antecedentes de años anteriores.
Hablamos del consumo de la ciudad porque la tercera parte de esa millonada del líquido se va a parques y jardines o se desperdicia en fugas, no va al suministro de la población.
Pongamos una cifra mal usada de 5 millones de metros cúbicos los perdidos, o parcialmente perdidos al mes. Es una cantidad para pasmar a cualquiera.
Ha quedado en evidencia que la nueva administración estatal no tiene tomadas las providencias necesarias a pesar de la gravedad de la situación. El problema es similar o aún peor en la ciudad de Chihuahua y otras poblaciones del estado. Falta agua, pero también falta muchísima aptitud de la autoridad estatal para conducir la existente hasta los usuarios.
Los altos funcionarios en la Junta Central de Agua y en la Municipal han emergido de sus oficinas sólo en momentos que estalla la inconformidad social. Día, tras día, tras día, fueron insistentes los llamados de auxilio desde las distintas colonias de todos los estratos sociales sobre la carencia del vital líquido o la escasa presión. Nadie se dio por aludido hasta que el calor les llegó a los aparejos.
Ninguno (a) en el gobierno prestó atención a la realidad, ni en la ciudad de Chihuahua ni en Juárez ni en otras partes del estado. No quisieron salir porque en el mal servicio de agua está sumado el sorpresivo aumento mensual en las tarifas. Saltos de hasta 5 mil por ciento en los recibos, aun en colonias marginadas. Así ni cómo dar la cara. Bien por la caja registradora, mal por el fatal desempeño.
Pero la misma ligereza con la cual estacionó la flamante Suburban de reciente modelo propiedad del gobierno estatal afuera de su negocio de menudo para atender asuntos particulares en horario hábil es el mismo desgano y abulia con la cual ha dirigido la vital oficina de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de esta frontera.
Jorge Domínguez despertó de su aletargamiento, o sus jefes lo empujaron a despertar, hasta el jueves que la Presidencia Municipal decidió poner manos a la obra llevando una decena de pipas para pobladores de la periferia que estuvieron a punto de la revuelta porque carecían de líquido hasta para una sopa, ni se diga el baño o lavar ropa.
Al adoptar esa medida el alcalde, Armando Cabada, no llevaba el objetivo de solucionar la carencia de fondo. Eso fue claro. Metió diez míseras pipas con las cuales se alcanzaron a llenar apenas algunos tambos y tinacos. “Es un golpe publicitario del presidente”, acusó Domínguez, aún tallándose los ojos por la modorra.
Entre las facultades del Ayuntmiento no está, valga la ironía, la Junta Municipal de Agua. Es administrada por el gobierno estatal. Jorge Domínguez y/o sus jefes respingaron frente a la acción de Cabada porque finalmente cayeron en la cuenta que la ciudadanía los está responsabilizando por la escasez, agregado el aumento en el costo. Su temor único es que la factura les sea cobrada en las urnas el año próximo.
El propio alcalde independiente reconoció que su acción tuvo como objetivo llamar la atención de la autoridad estatal frente a la “ineficiencia... Quisimos que salieran de sus oficinas para atender el problema”.
Se le echaron encima señalando que el agua de las pipas no era apto para consumo humano. Hasta la Coespris salió de su marasmo poniendo en mal la calidad del líquido. Armando bebió algunos sorbos. No le pasó nada, que sepamos.
Inesperadamente desde la subdirección de Transporte Público en esta frontera surgió también su titular, el exdiputado panista Víctor Estala Banda. Hizo presencia con algunas cajas de botellas de agua en una colonia de la periferia. Emuló a Cabada bebiendo también agua a chorro de pipa. Les encantan las fotos y los videos.
Ese caso de Estala es distinto al de Armando. Muy diferente. No hablaremos de la particular problemática que enfrenta el funcionario con la ínfima calidad del servicio de rutas (transporte urbano) que debiera atender con el mismo respaldo mediático utilizado en el agua.
El presidente municipal salió al quite porque los señalamientos de la población venían muy dirigidos hacia el gobierno de la ciudad como primera autoridad. Desconocen muchos sectores de la población que el municipio no tiene gran vela en ese entierro del agua, por eso la exigen ahí.
Jorge Domínguez nadaba de muertito, igual que su presidente de la Junta Central, Ismael Rodríguez, que -por cierto- sólo apareció en las negociaciones de reducción de empleados en la JMAS y no se ha vuelto a saber de él. Hay que buscarlo en algún campo de golf. El plato roto lo estaba pagando Cabada. Ni en conciencia ni en conveniencia política se podía permitir cargar la culpa.
A Estala nadie lo hacía en el mundo en ese contexto, pero ciertamente fue voluntarioso de manera individual. Su salida nos confirma el desorden que priva en el gobierno estatal en esta frontera. Son muchos los subdirectores y subsecretarios de gobierno estatal con delegaciones en Juárez. Todos son dirigidos por Ramón Galindo Noriega y éste por el secretario general de Gobierno, César Jáuregui Robles, quien a su vez recibe órdenes del gobernador Javier Corral.
No hubo ningún plan para echar a caminar en equipo y sintonía esa maquinaria estatal en el momento de crisis. Ese es el mensaje que se desprende de la “operación agua” de Estala Banda más allá de su iniciativa y el aplauso que pudiera merecer su acción. Ojalá se coordinen para los días de más sol que vienen.
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Este lunes hay agenda para Ciudad Juárez del gobernador, Javier Corral. Nos dicen que viene precisamente a revisar temas relacionados con el agua.
Debiera regresar feliz y terapiado por toda la semana de Campos Eliseos, de Emmanuel Macron… de recuerdos del jacobinismo, de Robespierre, de Fouché…de los contemporáneos balanceos de Alizze . Ocho días en Francia. Ayer todavía no decía presente en Chihuahua.
Pero creemos que no viene contento. Trae molestia hacia el alcalde Cabada por las pipas y por otras razones de carácter político que seguirán fluyendo en las próximas semanas.
No amonestó el mandatario a Domínguez ni por usar la Suburban oficial en asuntos particulares, menos le llamará la atención por su falta de eficiencia en la presidencia de la JMAS y no salvaguardar el buen nombre del nuevo amanecer. El desquite es contra el alcalde.
Pero en fin, la Junta de Agua tiene un amplio diagnóstico, muy completo, sobre la problemática para el abastecimiento de agua. Tiene a detalle lo que se consume, lo que se desperdicia, la complicada y muy peligrosa situación del acueducto Conejos-Médanos, el mapa de las colonias donde no existe tubería, la radiografía técnica interna de la JMAS (recurso humano vital), y muy importante, enfáticamente importante, la delicadísima infraestructura eléctrica aportada por la Comisión Federal de Electricidad, de la que depende la energía para todo el sistema de bombeo. Hablamos de una red en deplorables condiciones, que falla con frecuencia y pone en jaque a todo mundo. Esa fue parte de la crisis de la semana (lo sigue siendo en términos generales para distintos sectores de la ciudad).
No vemos que sea otro que propio gobernador Corral quien se coloque al frente de toda esa temática y aparezca como líder y director de la misma. Es su responsabilidad. Sus funcionarios son cortos de alcance, protagónicos, ensimismados con sus asuntos y muy alejados de la población. Desde Galindo como cabeza hacia abajo el corte es con la misma tijera. Cojean de la misma pata. Hallar uno bueno(a) será la aguja del pajar.
Ya tenemos encima el proceso electoral de 2018. No habrá acción, ni del estado ni del municipio, ni de la federación, que no venga circunscrita en ese marco. La sociedad no tiene porqué asumir el costo en esas disputas.
No hay sorpresas ni al terminar junio ni durante julio. Dicho en palabras comunes, el calor seguirá espantoso y el líquido imprescindible debe llegar a todas partes sin excusas ni evasivas. La radiografía en el sistema de agua potable para la ciudad es ampliamente conocida por el gobernador y por quienes tienen la obligación de cumplir de manera eficiente con su compromiso. No hacerlo, o aventar la culpa a otros, constituiría un agravio más a los gobernados.