Opinion

¿Y si “llega” AMLO?

Arturo Mendoza Díaz
Analista

2017-06-20

“El gobierno de Javier Corral es más de lo mismo; no hay cambios fundamentales…”, dijo hace tres días Andrés Manuel López Obrador en Chihuahua, según nota de Jaime Armendáriz publicada antier en este medio informativo.
Asimismo, anunció una transformación nacional como la de la guerra de independencia, la de reforma y la revolución, pero pacífica y apegada a la ley. Juan Carlos Loera de la Rosa, nuestro compañero de página, por su parte, leyó solemnemente una proclama alusiva al acto.
Y si no fuera por la manera en que andan las cosas, la firma de este acuerdo de unidad para la prosperidad del pueblo y el renacimiento de México, que encabezó AMLO en la capital del estado, carecería de relevancia, pero da la casualidad de que sí la tiene.
Celebrado en la Plaza de Armas aunque el termómetro marcaba 40 grados, en el evento, tres mil personas se sumaron al proyecto de AMLO para cambiar el estatus político, muchas de ellas con reconocimiento académico, político o empresarial.
Ahora bien, no debe descalificarse del todo la pretensión de Andrés Manuel. Por algo tiene varios años en campaña, especialmente desde que creó Morena. Hoy, a un año de la elección de 2018, es puntero en una carrera en la que avanza a solas.
Ciertamente es temprano para adelantar vísperas. El panorama sucesorio se aclarará cuando AMLO esté frente a oponentes con nombre y apellido. En ese momento será la lucha real y estará en juego la capacidad de cada candidato y de su organización política.
A propósito de ello y de la situación actual, cabe reconocer que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) tiene una maquinaria formidable que, a pesar de cuestionamientos cuyos efectos perviven, salió avante en Coahuila y el Estado de México.
Para eso, rebasando los linderos del voto duro, el PRI debe de haber cooptado y hecho presión aquí y allá. El desenlace fue apretado en extremo de “apenitas”. Si se tratara de un estudio de preferencias electorales sería un empate técnico.
Eso hace surgir la pregunta de si en “la madre de todas las elecciones”, en 2018, le alcanzarán los recursos para hacer lo mismo en México entero, sobre todo en Chihuahua, donde cada día el gobierno de Corral abolla más y más la imagen de la administración estatal pasada.
Por esto la firma que acaba de tener lugar en la capital del estado para adherirse al proyecto de Andrés Manuel en un evento al que acudieron simpatizantes de los cuatro puntos cardinales pudiera ser de capital importancia.  
Empero, aunque las posibilidades que tiene AMLO de convertirse esta vez en presidente de México son indudables, la verdad es que una idea muy difundida es que el día en que llegue a portar la banda presidencial no todo será miel sobre hojuelas para el país.
Su mentalidad es cerrada. Amenaza con revertir el proyecto del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. Simpatiza con los maestros de la CNTE. Sustenta las ideas en que se apoya el régimen de Maduro, en Venezuela. Es contrario a las reformas que sacó adelante Peña Nieto.
En lo único que está de acuerdo con la mentalidad conservadora predominante en México es en lo relativo al matrimonio gay. Para esto señala que someterá a consulta popular esa cuestión, contraponiéndose al criterio jurisdiccional, de donde sale el apoyo a tales uniones.
Debido a todo lo anterior, algunos sectores están en desacuerdo con la entronización de AMLO como titular del Ejecutivo federal. Incluso, cuando en el Estado de México se pensó que ganaría Delfina, la candidata de Morena, el peso perdió valor. 
La explicación que se dio a ese fenómeno momentáneo fue que se debió a la perspectiva de triunfo en Edomex, de un izquierdismo radical que ya no tiene cabida en la política moderna, como está plenamente demostrado en Venezuela.
Pero todo pudiera suceder, hasta que Andrés Manuel se alce con la victoria electoral dentro de un año, si las grandes masas menesterosas que pudieran pensar que ya no puede irles peor, sufragan en su favor, apostando al todo o nada.
Mas si AMLO llega a ser presidente de México, y no realiza las utopías que prometió, entonces, con la misma socialdemocracia que le habrá servido para hacerse del poder, en la siguiente elección se votará por un elemento con ideas diferentes a la suya, ya aprendida la lección. Aunque de todos modos el costo habrá sido alto.
cinthiamendoza.2360@yahoo.com.mx

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