LA COLUMNA
De Los Reporteros
• Harán paros hasta tumbar la directora
• Coraje de Corral por sus traviesos
• Es dedazo disfrazadón para Omar Bazán
• El amigote del síndico y el lugar 25 de Chihuas
Vienen días más aciagos para el sistema de educación media del estado, el Colegio de Bachilleres. Estudian ahí alrededor de cinco decenas de miles de alumnos, una tercera parte de ellos en Ciudad Juárez. El sindicato va sin reversa por la destitución de la titular de los Cobach, Teresa Ortuño Gurza. Son cerca de tres mil trabajadores.
Tenemos los “acuerdos emanados” de su congreso estatal celebrado el viernes por la tarde noche en la ciudad de Chihuahua. Dirigió la encerrona el líder del sindicato, José “Pepe” Acuña Peralta:
Uno.- entre sus agremiados portar camiseta roja con letras negras en todos los eventos públicos.
Dos.- Paros escalonados de manera indefinida iniciando el semestre.
Tres.- Cerrar la dirección general el lunes 19 de junio a las siete de la tarde.
Cuatro.- Regresando de vacaciones, marcha a gobierno con plantón hasta que se cumpla con el pliego petitorio.
Cinco.- Que ninguna tutoría se trabaje hasta que se pague
Las dos partes esenciales del pliego petitorio tienen que ver con la destitución de Ortuño Gurza y el pago de prestaciones por muchos millones de pesos pertenecientes a los trabajadores, desviados a diversos gastos del colegio. Es el cumplimiento de esos aspectos, independientes de las denuncias penales presentadas contra la directora por esta razón.
Ya no hay salvación para Ortuño aunque pagaran mañana, o el lunes; no hizo el trabajo básico para desarrollar en buenos términos la relación con el sindicato. Al contrario, los ha enfrentado y hasta se ha burlado de sus dirigentes.
Ahí están las consecuencias para ella y para los chihuahuenses.
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Si no fuera por la seriedad que implican los asuntos de gobierno y su impacto en todos los ámbitos de la vida social, diríamos que Javier Corral maneja algo menos que una mala guardería donde sus chiquillos funcionarios hacen y deshacen sin tin ni son.
Ayer publicamos en exclusiva los nombramientos que otorgó en Cuauhtémoc su jefe de la policía, Óscar Aparicio Avendaño. A nadie avisó y debió echar reversa. Hasta tomó fotos y armó todo el protocolo. Ese ejemplo recorre a toda la administración. Por eso quitaron a Adriana Siqueiros de comunicación social, por eso traen la bronca multimillonaria con el supuesto dueño del logo multicolor del nuevo amanecer. Mal portaditos todos.
Ayer tocó turno nada menos que al fiscal general, César Peniche Espejel. Como todo un adolescente Millenial subió a su face una foto en pleno festejo y chal por haberse encontrado con los exprocuradores de la República (panistas), Arturo Chávez Chávez y Antonio Lozano Gracia. Aparecen en las oficinas de la Fiscalía.
Estamos seguros en esta columna que el hecho no significó ninguna gracia ni ameritó aplauso alguno del gobernador Corral. Debió enojarse, enfurecerse, patear el nombre y apellido de su fiscal.
¿En qué cabeza cabe recibir y publicitar una reunión del jefe del ministerio público con los integrantes de un despacho de abogados que representan a una empresa constructora (Van) que está litigando el pago de 300 millones de pesos al gobierno estatal?.
Nomás falta que la foto la haya tomado el secretario general de Gobierno, César Jáuregui Robles, socio en el despacho de Lozano y Chávez Chávez. Ahora queda comprobado el tremendo conflicto de interés en ese caso... ilegal, por decir lo menos.
Corral pudo pedir a la tierra abrirse y desaparecer frente a la “travesura” de sus subordinados y correligionarios pero ha dicho que tiene tarea.
Está autonombrado como el gran interlocutor, operador y vinculador de la “alianza nacional con la sociedad” para replicar el “modelo Chihuahua” en el 2018 hacia la Presidencia de la República, fuera de “siglas partidistas”. ¿A poco ya negoció de nuevo con Reyes Baeza? García Chávez, el de la Unión Ciudadana, ya lo desconoce.
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Los diversos y más influyentes liderazgos del Partido Revolucionario Institucional (PRI) llegan a este domingo inclinados por una asamblea estatal de consejeros políticos municipales, etc., como método para elegir a su nuevo presidente en el estado, sucesor de Guillermo Dowell Delgado.
Es inminente que la designación recaiga en el exartemista, Omar Bazán Flores, presidente de la Fundación Colosio en el estado, quien recibió manga ancha para explayarse por todo Chihuahua en los últimos meses.
Nadie lo desairó; ni los inconformes tricolores chihuahuitas encabezados por Marco Adán Quezada y Maurilio Ochoa, aquel empresario que vaciara una copa de tinto en la humanidad del exgobernador, César Duarte, cuando celebraban el triunfo del PRI en la Casa de Gobierno...una semana antes de la elección del cinco de junio pasado.
Mañana quedará formalmente instalado el nuevo Consejo Político Estatal del tricolor. Si queda confirmada la asamblea de consejeros políticos como método de elección (hay otros dos: asamblea de delegados y votación abierta), serán convocados los cerca de 10 mil priistas “notables” para una fecha específica y ahí ratificar a Omar y a quien será su secretario general.
Salvo la sorpresa que pudieran dar los viejos priistas que pretenden escribir la nueva historia del PRI (los mencionamos ayer), no hay panorama de Dowell y del delegado nacional del PRI, Fernando Moreno Peña, no hay ningún otro motivo que los incomode.
Una comitiva llegada del comité nacional priista a Chihuahua entre miércoles y jueves debió regresar sin novedad a la ciudad de México sin quemar una gota de adrenalina.
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La escasez de agua potable tocó la puerta del domicilio del gobernador Corral en la ciudad de Chihuahua. Fraccionamiento El Campanario, una zona de clase media, media alta.
El gobernador sufrió en su propia casa la manifestación de sus vecinos inconformes por la falta del líquido vital. Los encabezó la exdiputada del Partido del Trabajo, América Aguilar Gil. Por supuesto el problemita lo solucionaron en breve. Faltaba más!.
La ciudad de Chihuahua ha sufrido por siempre la escasez de agua. Ayer el gobernador dijo en respuesta a la situación que llevará al Congreso del Estado una iniciativa más de ley para “frenar el abuso... el excesivo gasto de agua”.
Ha quedado comprobado una y otra vez que el “abuso” en el consumo de agua no es el problema fundamental en el abasto a la población, sobre todo en las ciudades medias y grandes; Juárez, por ejemplo.
Al gobernador y sus vecinos les dejó de llegar agua por desperfectos que sufrieron algunas bombas que debieron tener mantenimiento por parte de la Junta de Agua, órgano descentralizado estatal.
Corral busca mayores restricciones en el uso de agua pero no busca sustentabilidad tecnológica ni administrativa en la materia. Esa es la principal falla. No superará el problema ni aumentando las tarifas como ha hecho en Juárez y todo el estado ni acusando al pasado de haber convertido a la JMAS en l a caja chica del PRI. Eso no resolverá ni el conflicto social ni salvará su imagen política hacia los procesos electorales que se avecinan.
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El director del Instituto Chihuahuense del Deporte, Juan Pedro Santa Rosa González, debe estar agarrado de muy buena influencia en el Gobierno estatal para haber conseguido ese cargo y para mantenerse en el mismo. Es por completo desconocedor del mundo deportivo pero nos dicen que su padrino es el síndico de la ciudad de Chihuahua, Miguel Riggs, mega compadre del jefe del nuevo amanecer.
Santa Rosa debió sacar la cara ayer para explicar la arrastrada de cobija que dio Chihuahua con el lugar número 25 en la Olimpiada Juvenil Nacional que concluyó el 14 de junio en Jalisco y Nuevo León.
Primero dijo el alto funcionario estatal que es imposible conseguir medallas de esa naturaleza en un año, “menos en seis u ocho meses” que lleva la administración. Después echó la culpa a la indisciplina de los entrenadores, a la falta de organización de las asociaciones deportivas y hasta a los padres de familia. “No hablamos el mismo idioma”, repitió.
Esperábamos una salida de esa naturaleza. La autocrítica resulta imposible en el mundo político, así se trate del PAN. Lo sano sería la limpia completa en esa institución y empezar de cero pero quién puede contra el amigo del amigo del gobernador? Nadie.
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En el más absoluto silencio la Comisión Estatal de Seguridad aventó al nuevo jefe del “mando único” de la policía en Cuauhtémoc. Retiraron a Aarón Quintana, exchofi de Jorge González Nicolás, ya nombrado oficialmente, y pusieron a Daniel Ituarte Gamboa, con antecedentes de abuso y otras lindezas en la región de Nuevo Casas Grandes.
Con Quintana armó buen show el jefe de la Comisión, Óscar Aparicio Avendaño. Narramos ayer la refriega que tuvo con su jefe el fiscal Peniche. Así que ayer mandó a un propio a Cuauhtémoc para que presentara a Ituarte y listo. Poco ruido... por lo pronto.