Opinion

Valeria y muchas más

Yuriria Sierra/
Analista

2017-06-16

Ciudad de México.- Resulta impensable la tragedia de la pequeña Valeria. Impensable, también, la posibilidad de que su caso quede impune, porque que el supuesto responsable de su violación y muerte se haya quitado la vida al interior del penal, no debe ser motivo para siquiera insinuar que el caso deba cerrarse.
Y es que tras un asunto como éste, lo que se devela es una red de corrupción y negligencias que permite que criminales puedan filtrarse a la vida activa y pasar inadvertidos, tal como se había informado sobre José Octavio N, quien entregó documentos falsos para obtener su licencia de manejo y así poder trabajar como chofer de la Ruta 40.
Aunque a eso se le suma que el sujeto no cumplía con los requisitos que, según el mismo gobierno del Estado de México, se deben cubrir para ser operador de transporte público, pues no presentó carta de no antecedentes penales. Y cómo iba a presentarla si tenía un tema de abuso sexual ocurrido en la Ciudad de México que lo involucraba. Además, la unidad rebasaba el límite de años de utilidad, que debía ser no mayor a diez, pero esta combi era modelo 1991. Y de esas negligencias, llegamos a las del sistema penitenciario.
Lo que sabemos hasta este momento es que José Octavio N amaneció ahorcado en su celda, misma que compartía con tres internos más. Lo curioso es que las autoridades no saben de dónde salió la cuerda con la que se amarró (o le fue amarrada) al cuello. Los familiares del sospechoso afirman que había sido amenazado dentro del penal... pero nada hizo que las autoridades tuvieran el cuidado necesario para mantener cautivo y sin riesgos al sospechoso. Y por si el asunto no podía estar siendo más torpemente atendido, los padres de Valeria afirmaron que no había seguridad de que el sospechoso fuera el responsable, porque la audiencia apenas iba a realizarse, aunque sí se hicieron análisis (no sabemos aún si el de ADN) con el fin de imputarlo con pruebas científicas. Aunque ahora que el sospechoso está muerto, pese a tener la certeza, ya qué se podrá hacer.
Lo más duro del caso de Valeria es que detrás de ella hay, al menos en lo que va de este 2017 y tan sólo en el Estado de México, otras 121 mujeres que han perdido la vida. En 2016 la cifra de feminicidios en territorio mexiquense fue de 626; en el resto del país se contaron mil 985 feminicidios, según el portal feminicidiosmx.
En lo que va de 2017, suman 369 crímenes relacionados con género. Diario mueren siete mexicanas a causa de extrema violencia. Chiapas, Chihuahua, DF, Guerrero, Jalisco, Edomex, Nuevo León, Oaxaca, Puebla y Sinaloa son los estados que encabezan la lista de delitos. La alarma de género está activa en siete estados del país: Estado de México (11 municipios, Nezahualcóyotl, desde luego), Morelos, Michoacán, Chiapas, Nuevo León, Veracruz y Sinaloa. Se está buscando que Tabasco se sume a esta lista, pues la tasa de agresiones a mujeres, según datos de la diputada Liliana Madrigal, quien busca esta activación, estima que en promedio diez mujeres son violentadas a diario en aquel estado. Agresiones que van desde el acoso hasta, claro, el feminicidio.
Desde diciembre de 2015, la Suprema Corte de Justicia de la Nación determinó que todas las muertes ocurridas en circunstancias similares a las de la pequeña Valeria se deben investigar con perspectiva de género, a las autoridades les ha valido sombrilla. De los 626 casos ocurridos en 2016 en el Estado de México, sólo 296 de ellos fueron investigados bajo este protocolo, que no exige más que identificar a la víctima, analizar el motivo y el contexto por el que fue asesinada.
¿Y qué avance podemos esperar sobre este tema en la entidad mexiquense? Bueno, ni Eruviel Ávila, actual gobernador, ni Alfredo del Mazo, gobernador electo, han tenido palabra alguna sobre el caso. Ya ni porque la violación y muerte de Valeria ocurrió apenas unos días después de la elección...

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