Sergio Conde Varela/
Abogado
Se oyeron en nuestra frontera los primeros ruidos de la huidiza política y notamos que tienen su origen en lo que pasará en el 2018.
Empresarios de nuestra ciudad se reunieron en días pasados en conocido centro de convenciones, obedeciendo a una convocatoria que sale del grupo que rodea a la Secretaria de Innovación Económica del Gobierno estatal e importante empresaria, Alejandra de la Vega, y permitió que de esa reunión se desprendieran voces políticas que no son otra cosa que los primeros ruidos que empiezan a oírse y que seguramente terminarán a mediados del 2018, con las elecciones municipales, estatales y federales para diferentes cargos, siendo el más importante el de presidente de la República.
Algunos de los apellidos destacados en el convivio son Bermúdez, Murguía, de León, Benavente, Martínez y otros más que sería largo enumerar, todos ellos conectados con empresas y el comercio juarense.
A los vecinos de estas tierras no nos sorprenden este tipo de reuniones porque cualquier hombre o mujer, puede formar grupos de apoyo o de intercambio para optar por ocupar un cargo público.
Los fronterizos hemos pasado por cientos de elecciones de muchos grupos y asociaciones, entre otros a cargos de elección popular, comicios en colegios de profesionales, de maestros, de cambios de dirigentes de sindicatos, de dirigentes de partidos, de asociaciones de estudiantes, de cambio de rectores, de nuevos dirigentes de clubes sociales, de comités de vecinos, de mesas de café y de muchas organizaciones que llevan a sus dirigentes a puestos anhelados mediante la elección.
Para los juarenses el juego de la política no es algo desconocido, porque desde nuestra infancia empezamos a experimentar juegos aparentemente sencillos pero que llevaban carga en su realización.
Por ejemplo la llamada “rueda rueda San Miguel, todos traen camote y miel, a lo maduro, a lo maduro, que se convierta fulano en jumento”. Otro de esos extraños juegos con significado, aplaudido por miles de juarenses, es la famosa rueda de la fortuna, la cual nunca cambia, casi es gemela de la política, la misma siempre con sus vueltas y vueltas que a veces marean pero que en otras producen alegría y se busca subirse en ella a como dé lugar, Cuando desaparece de un lugar, se está atento para volverse subir a ella cuando regrese con los mismos costos.
Los anteriores son ejemplos soberbios exactamente iguales a lo que pasa en la política, todo mundo quiere entrar para experimentar el poder, pero cuando se afirma que el poder es para servir y no para poder como decía un ex gobernador, entonces las alas que querían volar se quedan sin movimiento alguno.
Desde luego que lo aquí tratado tiene relación directa con quienes han llegado al mullido sillón de la Presidencia provenientes de los organismos empresariales o comerciales.
René Mascareñas llega como ex presidente de Canaco; Margarito Herrera con el mismo antecedente; Francisco Villarreal, Centro Empresarial (Coparmex); Francisco Barrio, Coparmex; Gustavo Elizondo, Coparmex; Jaime Bermúdez, Canaco; Manuel Quevedo, Canaco; José Reyes Estrada y Alfredo Delgado, notarios; José Reyes Ferriz, corredor de comercio. Solamente Armando González Soto y Mario Jáquez Provencio, llegaron el primero del sector campesino y el segundo del sector popular.
Como el lector puede constatar que es apabullante el número de años que han tenido el poder los empresarios y comerciantes y pocos años los alcaldes que no tuvieron esas actividades socorridas por el voto popular según se dijo.
Precisamente por lo anterior nada de lo que empieza a darse, nos sorprende, pero también sabemos que en la política a veces la matemática no funciona, porque en esta actividad tan controvertida y tan antigua el dos más dos no son cuatro, sino tres y con ese extraño resultado lo único que podemos hacer, es rascarnos la nuca. Ciertísimo.