LA COLUMNA
De Los Reporteros
• Fumiga Armando ‘sapos’ en alcaldía
• Un gobierno esclavo de sus mentiras
• Junto a Duarte, Corral echó ojo a la UACJ
• Escoltas incómodos, funcionarios influyentes
A esta columna confirmaron ayer desde el Municipio las bajas sufridas en la Tesorería. Luego supimos que también en otras áreas hay expulsiones, más que renuncias.
Han sido echados fuera principalmente por ser considerados “sapos” y “sapas”, así nos dijeron cuando nos trataron de aclarar con esas expresiones coloquiales en Centro y Sudamérica, pero nada familiar para esta airosa porción de la República (donde los vientos siguen azotando a ¡¡¡casi cuatro meses de febrero loco!!!).
Sapo.– “Persona que acusa o delata a alguien, o da información secreta acerca de algo”. Esta es la definición hallada para el calificativo del invertebrado de aerostática como elegante papada aplicado al ser humano. “Tragar sapos”, es frase más conocida en el terruño pero cosa muy distinta al de la traición. Pudiera acercarse, esa sí, al churro “Cártel de los Sapos”.
Quiere decir entonces que al jefe de análisis financiero y experto como pocos en manejos cuantitativos presupuestarios, Edgar Ricardo Castañón, y otros de la Tesorería y de otras áreas del Municipio, fueron retirados de sus puestos más por falta de confianza que por mera falta de capacidad.
Pero aquí llama la atención que el caso Castañón, Edwards...(mencionados ayer en este espacio) no sean los únicos sino los menos de los que en realidad hay, lo cual nos llevaría a especular sobre la forma en que los jefes del Ayuntamiento recaban información cierta de sus subordinados como para comprobarles que son “sapos”.
¿Hay espionaje y contraespionaje?. Preguntamos y nos confirmaron que sí; no del tamaño del “sapo” Trump con Putin, pero sí para no dejar cabo suelto hacia las estrategias político-electorales que están en puerta.
Creemos saber por dónde y cómo salió toda esa información “personal” de los despedidos. Prometemos tener los datos esenciales esta semana.
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“Los sofistas funcionales viven del poder, por el poder y para el poder desde el cual hablan de la libertad, sin más contenido que sus mentiras y esclavitudes porque les importa muchísimo que las naciones no conozcan su verdad, ni el bien común, ni la justicia, ni muchos menos la libertad... los sofistas que se sirven de los medios de comunicación, lo único que les importa para que los ciudadanos sean felices es que estos sigan sus planteamientos...”.
En esas palabras del escritor Diego Quiñones andan en el Gobierno del Estado, donde no conocen límite ni escrúpulo para sostener sus embustes. Hemos repetido que lo hacen en base a la mentira y los hemos comprobado. Ayer su vocero Antonio Pinedo Cornejo se aventó un ¿comunicado de prensa? con declaraciones atribuibles a José Pablo Mendoza Ávila, coordinador de atención y servicios a la ciudadanía, “del despacho del gobernador, Javier Corral, para contrarrestar de nuevo los datos oficiales obtenidos por El Diario sobre los gastos en audiencias públicas llevadas a cabo en este frontera y la ciudad de Chihuahua.
“A diferencia de lo que se afirma, las audiencias son austeras. No hemos pagado un solo centavo en lugares sede, ni en renta de vehículos, ni en la adquisición o renta de módulos... Es absolutamente falso que se han erogado más de dos millones de pesos..”.
Luego maneja señalamientos directos contra los diarios –de Juárez y Chihuahua– a quienes acusa de mantener una constante desinformación y ataques contra Corral. Luego cuestiona el gasto de publicidad que asegura el sexenio de César Duarte realizó en ambos periódicos, cifra que ya había dado a conocer en noviembre cuando reveló el gasto total en publicidad oficial de la administración pasada, la cual este mismo medio difundió.
Los datos sobre el costo de las audiencias presentada por El Diario surgió de la misma unidad de transparencia del despacho del gobernador y otras dependencias estatales en respuestas a solicitud de información, y la percepción o cuestionamientos a esos montos se desencadenó de las opiniones vertidas por representantes de distintos sectores de la sociedad juarense. No fueron cifras inventadas ni el punto de vista de El Diario. Ahí queda la gran mentira y el intento de trampa del equipo de Corral.
Como buen sofista el Gobierno del Estado es esclavo de sus propias mentiras. Así es y no hay indicios de cambio, pero qué se puede esperar si ha llegado a desmentir hasta sus propios comunicados de prensa, entonces ¿dónde está la desinformación?
Así manejan su relación con los medios informativos; así la manejan con relación a la sociedad chihuahuense. Vaya decepción mayúscula.
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Quedó para hoy la segunda parte del encuentro entre el gobernador Corral y el rector de la Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, Ricardo Duarte Jáquez. ‘La carnita’ informativa fue presentada ayer con la comida que ambos personajes tuvieron en el Shangri La. Terminando ahí se trasladaron a la Rectoría nomás para asustar gente.
El propósito esencial del gobernador ahí fue sostener un encuentro privado con el periodista Jesús Esquivel, que minutos después llevó a cabo la presentación de un libro. La presencia del mandatario en territorio UACJ hizo mucho ruido en la saludadera de directores y funcionarios de la casa de estudios.
No pasó nada relevante, sólo la presencia del mandatario al lado de Duarte Jáquez. Los murmuradores callaron.
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La reunión que el empresario regiomontano Alfonso Romo Garza, sostuvo en la ciudad de Chihuahua con cientos de capitanes de empresa del estado, exhibió a algunos políticos que buscan revivir a costa del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena). Van por el 2018.
Ahí estaba el exsecretario general de Gobierno, exdiputado y hasta gobernador interino, Víctor Anchondo Paredes; la también excandidata a alcaldesa y exdiputada federal priista, Martha Laguette; el abogado priista Adolfo Baca; Toño Camberos, sobrino de Eugenio Baeza; Carlos Barraza; Avril Gómez, excandidata suplente a la alcaldía chihuahuita por el PRI; Salvador Terrazas
Además destacaron los panistas exdirigentes de la Coparmex local Eduardo Valles e Ignacio Manjarrez, además del candidato a alcalde en la capital, Antonio López Sandoval y hasta el excandidato a gobernador por Movimiento Ciudadano, Cruz Pérez Cuéllar.
El encuentro fue organizado por Rafael Espino, Miguel González Lardizábal (primo del exalcalde Héctor Murguía, Fernando Tiscareño, todos con pasado priista. Por Juárez destacaron Juan Carlos Loera, Martín Chaparro y el diputado Pedro Torres (el más panista de los diputados de Morena, le dicen). En la supervisión estuvo otra gente de las más cercanas al “Peje”, Yeidckol Polevsky, acompañada siempre por Fernando Villarreal, gente de Loera.
El discurso de Romo se limitó a defender al líder moral de Morena Andrés Manuel López Obrador. En realidad toda la intención era mostrar músculo, y lo consiguió.
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Un restaurante de la Tomás Fernández advierte claramente en la puerta de entrada que no está permitido el ingreso de escoltas. Armados o no armados, los guardianes de empresarios y funcionarios públicos poderosos donde quiera que se paran ocasionan nervios, temor e intranquilidad.
Es por eso que expresamente ese lugar afamado en óptima carne, buen tinto y atención de primera, colocó su anuncio en la entrada con letras grandotas, bien visible.
El martes hubo excepción ahí. Fue claro que se trató de un acto de mero y pleno influyentismo porque la excepción no había aparecido nunca según comensales y los meseros que respondieron sin problema a la interrogantes de nuestras fuentes. Gobernadores y empresarios más que afamados han dejado y dejan sus escoltas afuera.
Ahora nos dicen que la puntada se la aventaron funcionarios municipales cercanos al independiente alcalde Cabada. No salieron nombres pero sí la certeza de que se trata de gente próxima al edil.
Así empiezan, después se convierten en insoportables y hasta en peligro para las personas que por alguna razón deben estar cerca de ellos.
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Los diputados ya le dieron muchas largas al lanzamiento de la nueva convocatoria para designar al nuevo auditor superior del estado, pues las bancadas aún no se ponen de acuerdo sobre las líneas a seguir.
Mientras tanto en el edificio de dicha dependencia, Valenzuela Beltrán, empezó a tomar decisiones bastante peligrosas. La semana pasada corrió a tres personas y para los siguientes días tiene enlistadas a 30 más.
Desde que llegó como interino, Valenzuela se ha asumido como el mandamás, pero este tipo de acciones le pueden generar problemas legales, pues no tiene un nombramiento formal. Recordemos que dejó de ser interino cuando el Congreso del Estado eligió a Ignacio Rodríguez, pero un manotazo sobre la mesa del gobernador Javier Corral, hizo que éste dejara el cargo y de paso, destituyera como coordinador de la fracción parlamentaria del PAN a Miguel Latorre.
La situación en la Auditoría sigue tan tensa como al principio; el interinato y las venganzas de Valenzuela y sus jefes políticos siguen propiciando múltiples irregularidades que vemos reflejadas en los despidos, pero sobre todo, en la fiscalización de las cuentas públicas de prácticamente todos los entes de Gobierno en el estado.
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