José Ignacio Gallardo/
Analista
El próximo año habrá elecciones en los 67 municipios del estado de Chihuahua. De nuevo los chihuahuenses acudirán a elegir a sus autoridades locales y federales.
Serán unas elecciones muy interesantes porque con excepción de la gubernatura del estado, todo estará en juego, de nuevo. En lo que a esta frontera se refiere, las cosas pintan para ponerse intensas incluso candentes. En Ciudad Juárez se puede decir que en estos momentos el poder político está repartido de manera plural. El poder federal, en manos del PRI; el Gobierno Estatal, en manos del Partido Acción Nacional y a nivel municipal, un gobierno independiente administra la ciudad. Sin embargo el año que entra pudiera cambiar esta correlación de fuerzas políticas.
Es por eso que para todos los partidos políticos el 2018 significa un gran reto. Primeramente, para los que precisamente ahora son gobierno y deben ratificar los triunfos obtenidos en el 2016. Y es ahí donde se les complica el escenario, ya que cada día que pasa, al PAN y a los independientes se les está dificultando esa posibilidad.
A pesar de que no se estará eligiendo gobernador del estado, de algún modo para Javier Corral y para Acción Nacional el 2018 será una prueba de fuego. Si los panistas no logran reelegirse y ratificar su mayoría en el Congreso local además de retener algunas alcaldías ya conquistadas, se pudiera interpretar como una muestra del rechazo ciudadano hacia el Gobierno estatal panista.
Para los albiazules recuperar la alcaldía juarense, sin duda que será un reto no imposible pero sí grande y muy complicado. En el caso de los independientes la situación se pone todavía más difícil porque que en el Congreso local seguramente les estarán obstaculizando la posibilidad de la reelección. Además parece que al independiente juarense se le pudiera estar haciendo bolas el engrudo en el complicado asunto de las luminarias, con el consecuente desgaste político.
Y todo esto le abre una amplia ventana de posibilidades al tricolor. Muchos consideran que a pesar de las derrotas electorales sufridas por el PRI a nivel estatal y municipal en el 2016, este partido puede volver a tener triunfos importantes en los siguientes comicios. La clave se encuentra en la unidad del partido y en la selección del candidato. Porque es bien sabido que en la pasada contienda el divisionismo al interior del PRI tanto a nivel estatal como municipal fue el factor que determinó la estrepitosa derrota. Todo indica que en esta ocasión, los priistas no cometerán el mismo error. Irán unidos porque no quieren volver a perder.
Otro factor para consolidar el triunfo tiene qué ver con la selección del candidato. Precisamente la derrota priista fue en gran parte producto de una mala elección o una imposición del candidato a la alcaldía. El desgaste del Héctor Murguía al interior de su partido era demasiado evidente. El rechazo de muchos priistas para que Teto Murguía fuera el abanderado por tercera ocasión no fue debidamente escuchado ni interpretado por la dirigencia nacional ni estatal del tricolor. De ahí que muchos priistas jugaran en contra y terminara coadyuvando al triunfo del independiente. Por lo cual en esta próxima ocasión, los dirigentes no deberán imponer de nuevo a un candidato que no consiga el apoyo al interior del partido.
Esta selección del candidato o candidata priista a la alcaldía debe ser muy cuidadosa y tomar en cuenta el visto bueno de la mayoría de los militantes. El PRI tiene varios cuadros políticos que pudieran ser opciones viables para regresar a la presidencia municipal.
Una de esas posibilidades que se sigue fortaleciendo es la del ex alcalde Javier González Mocken. El abogado y catedrático goza de buena imagen y es bien visto por los diferentes sectores juarenses. En los pocos meses que estuvo al frente del municipio de Juárez, logró sacar adelante varios eventos y acciones importantes y trascendentales para este municipio. Uno de ellos fue la vista papal cuya organización en tiempo record recayó en gran parte en la pasada administración municipal dirigida por González Mocken. Sobraron felicitaciones de la presidencia de la república, del Estado Mayor presidencial e incluso de los propios voceros del Vaticano por la buena organización del evento.
Diariamente el ex alcalde juarense sigue recibiendo felicitaciones por su pasada gestión y constantes muestras de apoyo ciudadano. Algo que no se ve frecuentemente en la política mexicana una vez que los gobernantes han dejado sus cargos públicos. Esto tal vez lo deberían ver los dirigentes tricolores, porque parece que en los otros partidos y los demás actores políticos, ya lo detectaron y les despierta preocupación. Sin duda que el PRI debe dentro de poco empezar a capitalizar el desencanto ciudadano.