Opinion

De la motivación personal a la social

Samuel F. Velarde
Académico

2017-05-15

“Soy una máquina, nunca duermo, hasta arreglar lo que está roto”. Y esta frase de la melodía I am machine, nos evoca cómo la persona moderna ha perdido su esencia y se ha convertido en un individuo anónimo lleno de frustraciones y vacíos existenciales, donde tan solo realiza su trabajo de manera mecánica, como una máquina que incluso no duerme.
En un ciclo de conferencias sobre desarrollo humano realizado en el Tecnológico de Ciudad Juárez organizado por el Grupo de Desarrollo Humano Ah Mun, se reflexionó acerca de esta problemática, donde nuestro humanismo se ha perdido tajantemente, encontrándonos tan solo con un mundo materialista que te hace ver que consumir y tener es precisamente el único objetivo del ser humano, olvidándonos de las capacidades y sensibilidades humanas, de esa posibilidad de gozar de tus sentidos para apreciar la belleza y ser finalmente verdaderas personas.
Se tocó el tema de la música entre los jóvenes juarenses, víctimas de una música bárbara, burda y fuera de una estética musical, que permite liberar el espíritu de las inconveniencias de la vida material. Cierta música de hoy, evoca a una sociedad violenta y decadente. Por fortuna, al menos los asistentes al evento, manifestaron su total desdén por este proyecto musical enajenante y prosaico.
Asimismo, se abordaron temas relacionados con la enajenación laboral, cuando las personas abandonan sus relaciones familiares al ser absorbidos no solamente por una jornada laboral estresante y  robotizada, sino también por un estilo de vida rutinario, aburrido y lleno de huecos, donde la relación humana ha sido sustituida por el teléfono móvil y el Facebook, es decir por relaciones cibernéticas, no de carne y hueso.
Pero ¿qué hay de las personas y su objetivo en la vida? Pareciera ser que nos falta motivación, esa posibilidad de alcanzar las metas o “sueños” personales. Pero para ello se requieren contextos adecuados, mas allá de los discursos “motivantes” de que “la vida es bella” y cursilerías por el estilo.  Es necesario que las personas asuman el control de su vida, que autodescubran sus virtudes y valores, de la solidaridad, tolerancia, lealtad, que seamos capaces de construir espacios sociales para muchos y no para pocos.
Ciudad Juárez es un conglomerado urbano lleno de carencias donde tal vez se formen personalidades frustradas o desmotivadas, con un futuro incierto y gris. Habría que ver quiénes somos socio y psicológicamente hablando. Algún estudio científico que nos muestre nuestro verdadero perfil, si nos motivamos humanamente o simplemente somos una máquina que nunca duerme.

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