Opinion

Huachicoleros: Bukanas y Toñín

Pascal Beltrán del Río
Analista

2017-05-11

Dos bandas delincuenciales se disputan el robo y tráfico de combustible en una franja del estado de Puebla que va desde los límites con Veracruz hasta los límites con el Estado de México.
Ayer me dijo Diódoro Carrasco, secretario de Gobierno de la entidad, que el territorio mide 153 kilómetros de largo y abarca 22 municipios.
Es la mina de oro negro de los grupos criminales encabezados por El Bukanas y El Toñín, personajes que han salido a la luz luego de que sus sicarios se han enfrentado violentamente con autoridades que pretenden quitarles el negocio ilícito.
De acuerdo con datos del periódico Central, el que mejor ha cubierto la evolución de estas bandas, el número de tomas clandestinas en el poliducto Minatitlán-México, que atraviesa el estado, pasó de 73 en 2011 a 229 a principios de este año.
El grupo de El Bukanas tiene raíces en la organización de Los Zetas. Su líder, a quien hasta ahora sólo se menciona por un nombre de pila —Roberto o Saúl—, habría nacido en el municipio de Esperanza, uno de los de esa franja.
Se habría dedicado a la albañilería hasta que se hizo policía municipal en Maltrata, Veracruz, a 32 kilómetros al oriente de Esperanza.
Su incursión en la delincuencia comenzó con el asalto a camiones en la autopista Puebla-Orizaba. Después se ligó con Los Zetas e incursionó en secuestros y extorsiones hasta dar con la muy lucrativa ordeña del poliducto.
El Bukanas habría tomado el mando a la caída de su jefe, Ángel Hernández Hernández, apodado Toño, detenido con otros miembros de la banda en la marisquería Silver, en Puebla, en enero de 2016.
Dicen las autoridades poblanas que tenía en su nómina a José Isaías Velázquez Reyes, el alcalde perredista de Atzitzintla, quien puso en manos de la banda a los policías de investigación Óscar Tecuapacho, Luis Ernesto Falcón y Manuel Santos, quienes investigaban un secuestro.
Los tres agentes fueron encontrados muertos en la caja de una camioneta, el 9 de marzo pasado, misma fecha en que fueron secuestrados.
Las investigaciones arrojaron que fueron privados de la vida en San José Cuyachapa, comunidad del municipio de Esperanza donde habría nacido El Bukanas. Al día siguiente, el presidente municipal de Atzitzintla fue detenido y encarcelado por el crimen.
El 30 de marzo, en La Encrucijada, municipio de Palmar de Bravo, fue detenido en un enfrentamiento el segundo en el mando de la banda de Los Bukanas, un individuo apodado El Cuije. La policía aún busca a otros dos integrantes del grupo, conocidos como El Ruso y El Vieja, cuyos perfiles dio a conocer Excélsior el pasado 7 de mayo.
De acuerdo con la reportera Magarely Hernández, del diario Central, El Bukanas se esconde en Ciudad Mendoza, Veracruz. En marzo escapó de un operativo que montó la policía para capturarlo.
A raíz del enfrentamiento entre soldados y huachicoleros en Palmarito Tochapa, municipio de Quecholac, el miércoles 3 de mayo, se supo de la existencia de un segundo grupo delictivo que opera en la zona conocida como el Triángulo Rojo.
Originalmente se pensaba que era la misma banda de Los Bukanas con la que se había enfrentado el Ejército, en un hecho que quedó grabado por una cámara de seguridad y en cuyas imágenes se ve tanto la emboscada de la que fueron víctimas los militares, como el asesinato de uno de ellos por la espalda y la ejecución, de un disparo en la cabeza, de un presunto sicario que acababa de ser detenido.
Esta otra banda la encabeza aparentemente un hombre del que se conoce el nombre completo: Antonio Martínez Fuentes. A decir de la periodista Magarely Hernández, El Toñín, como lo llaman, pasó de ser agricultor —sembraba y vendía zanahoria— a dirigir el grupo criminal, que lo mismo roba combustible, que secuestra y trafica con drogas.
Martínez Fuentes sería el responsable de la emboscada al Ejército. Uno de los civiles muertos durante el enfrentamiento —quien mató por la espalda a un soldado— es un primo suyo, Paulino Martínez. El segundo al mando es el hermano de El Toñín, Marcelino Martínez Fuentes.
Aunque no existen evidencias al respecto, fuentes locales presumen que este grupo es la avanzada en la zona del Cártel Jalisco Nueva Generación.
Así las cosas en el Triángulo Rojo.

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