Opinion

Los trapitos al sol del nuevo amanecer

LA COLUMNA
De Los Reporteros

2017-04-26

• Los trapitos al sol del nuevo amanecer
• Ya ni la disfrazan Peniche y Paco
• Stefany promete definir sobre nepotismo
• Morbo a puños en la UACJ

La familia de doña Matilde Gil Herrera no alberga duda para su afirmación: “la Unidad Antisecuestros de Chihuahua es, o una desgracia para el gobierno de Javier Corral o un síntoma del mismo”.
Su esposo, el diputado Rubén Aguilar Jiménez; su hijo, y sus hijas, publicaron sendas cartas en la ciudad de Chihuahua honrando la memoria de la maestra Gil pero también reclamando inclusive en tono fuerte ... al “pocos huevos que hizo esto...”..., a “los ineptos –en gobierno– que no aceptan darnos la paz”, el desenlace en la fatalidad.
Seguimos en esta columna el tema de cerca; desde que ocurrió el secuestro hasta que hallaron el cadáver.
No equivocamos el rumbo que llevaban las “investigaciones”: irresponsabilidad e ineptitud. Pero si a la Fiscalía no importó la familia menos los comentarios periodísticos por muy fundados que fueran. Para el gobernador Corral es más fácil aventar la culpa a los medios informativos que reconocer con seriedad y autocrítica la propia.
Los Aguilar Gil comparten en público su tragedia. Aun frente al dolor, narran cada detalle de lo ocurrido desde que doña Matilde fue secuestrada. Lo hacen a pesar de formar parte del sistema político estatal al que reclaman, y en momentos que la inmensa mayoría optaría por el luto y por el silencio.
La narrativa de ellos es fundamental que sea conocida por los chihuahuenses. Ojalá fuera tomada en cuenta por los políticos que están hoy en el poder y los que aspiran al “servicio público”. La historia ocurrida a los Aguilar es idéntica a la sufrida por miles de víctimas del crimen organizado o de los delincuentes comunes. Victimizados por los malos, revictimizados por los policías.
No olvidemos que así murió Marisela Escobedo, aquella madre heroica que partió de Ciudad Juárez exigiendo justicia por el asesinato de su hija Rubí y encontró también la muerte justo en las puertas de Palacio de Gobierno, donde no hubo un solo policía que la protegiera del pistolero que la mató, cuando ahí son decenas cuidando el edificio y resguardando a los funcionarios estatales.
“El gobierno, desairadamente dejó investigaciones de lado, soltó a dos o tres principales delincuentes de esta banda... después nos dijo que se les pelaron”, acusa hoy el marido de doña Matilde, en un relato que bien podríamos adjudicar a cientos de madres de mujeres asesinadas que lucharon primero por hallarlas con vida y pelean hoy con uñas y dientes por justicia tras ser reportadas muertas. Es la historia de cada día durante décadas.
Nada ha cambiado en ese aspecto y otros. Tal parece que el nuevo amanecer es una mentira más en discurso y logotipos. ¿O le pueden decir a la familia Aguilar que también miente?
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Mientras la danza de las especulaciones y los rumores subía y bajaba de fuerza sobre la identidad del cuerpo de doña Matilde, el fiscal general, César Peniche y el administrador general del Tribunal Superior de Justicia, Francisco Molina Ruiz, comían plácidamente en uno de los restaurantes de la ciudad de Chihuahua, afamado no por su austeridad. La Calesa es de los más caros.
Si estaba Paco presente quiere decir que no hablaron de ese plagio fatal; seguramente platicaron la confección de los expedientes penales contra el duartismo, la bronca en la Auditoría Superior del Estado, –donde debió intervenir la Fiscalía, y por supuesto el estridente conflicto que sufre en sus entrañas el propio Tribunal Superior. Julio César Jiménez Castro, su presidente, no fue convocado a la comilona; vaya, ni siquiera al pucherito de res, caro sí, pero inigualable. A él con que firme documentos basta.
Peniche se avocó al tema de doña Matilde hasta ayer y no en su oficina, sino en otro lugar todavía más caro que La Calesa: el Come Kamila del fresota Distrito Uno. Ahí estuvo con el jefe del gabinete, Gustavo Madero y con la juez que empezó a llevar el caso.
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Por fin algo de sensatez en Palacio de Gobierno. Seguramente por conveniencia para la menoscabada imagen de la administración pero al fin prudente.
La secretaria de la Función Pública, Stefany Olmos, se sumó a la cordura y buen juicio de la primera dama, Cinthia Chavira, informando que el asunto de la parentela de funcionarios en la nómina de gobierno debe ser objeto de investigación.
Nadie quiere llamar nepotismo a esa contratación de familiares para ocupar jugosos cargos públicos porque se dice que técnicamente no encaja el término en el diccionario jurídico de la burocracia... pero ¿A poco la esposa de Gustavo Madero ingresó a una oficina de segundo nivel por méritos propios siendo su marido el jefe de gabinete?. ¿O la esposa de José Luévano, el secretario particular del gobernador? ¿O la hermana de Rogelio Loya? ¿O la esposa y hermana del fiscal en la Zona Norte, Jorge Nava? ¿O el hijo de Luis Cardona?. Etc., y más etc.
Esperemos los resultados prometidos por doña Stefany. Nomás con que diga cuándo empezaron a laborar todos ellos y los gobernados podrán concluir si hubo influyentismo o de plano no hay pecado.
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Ya tenemos más detalles sobre la enésima bronca que sufre el Colegio de Bachilleres en el estado. Su directora general, Teresa Ortuño Gurza, necesita algo así como 60 espacios para su gente y decidió ponerle el ojo a los subdirectores, a los jefes de materia y a los asesores terapéuticos de la muchachada.
Ayer manejamos que unilateralmente decidió la señora reducir el sueldo de todos ellos. No sabíamos en cuánto; resulta que es un 45 por ciento a todos ellos. De ahí la protesta generalizada.
Sabemos que en el enjuague está metida la delegación federal de la Secretaría de Educación Pública (SEP) con Víctor Mendoza Salcedo, quien debiera estar vigilando que se cumpla con el servicio profesional docente –aquí vulnerado– pero en lugar de ello consideró a los quejosos “unos chillones”.
Vienen manifestaciones y el sindicato de regreso al relajo.
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Nos ha llegado el dato que la empresa GL Diseño y Construcción Co.S.A. de C.V. presentó ante la secretaria de la Función Pública del Gobierno estatal un recurso de inconformidad en contra del proceso de fallo de la licitación pública nacional, relacionada con los trabajos de construcción de vasos de captación y reconstrucción de pavimento en la Avenida Talamás Camandari.
GL Diseño alega que le desecharon la propuesta por una falta de interpretación por parte de Mario Valles Flores, representante para tales efectos de Gerardo Silva Márquez, director de Obras Públicas del Municipio, argumentando que no contaban con la clave 165 Obras de Protección y Mantenimiento.
El representa   nte de GL Diseño pidió que lo revisara el JurÍdico ya que, al contar con el Capítulo 160 en el Padrón Único de Contratistas del Estado, automáticamente se tiene la clave 165 pero Valles dijo que no y pa` fuera sin consultar asesores ni el famoso 160 del padrón único.
La obra fue entregada adivinen a quién: pues a Urbanizaciones y Construcciones BCH, una de las más fuertes en la ciudad y con vínculos más que idóneos con la independiente administración.
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Morbo a puños fue comido ayer en la sesión de Consejo Universitario de la Autónoma de Juárez (UACJ). Ya se les hacía a varios que presentaría su “jubilación” el rector, Ricardo Duarte Jáquez. Nada de eso ocurrió, como lo advertimos aquí.
No pasó el chisme del chisme. Cotorrearon los consejeros entre ellos si “renunciaría el jefe”. Uno de los más “preocupados” en el tema, el doctor Víctor Orozco, se concretó a pedir que incluyeran su nombre en el acta anterior; ahhh, y también a pedir felicitaciones por su cumple septuagésimo o algo así. Hubo fila para darle su apretón.
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El primer panista del estado, Javier Corral, sacó un beneficio inesperado y vital para su estabilidad hacia el interior de su partido, si lo sabe aprovechar.
La renuncia de Ignacio “Nachito” Rodríguez a la Auditoría Superior del Estado reventó la sintonía-complicidad entre la alcaldesa chihuahuita, Maru Campos, y sus diputados coequiperos en el Congreso del Estado. Todos ellos venían representando una sólida fuerza contra el gobernador.
Los diputados al mando de Miguel Latorre votaron por Nachito contra la consigna de Corral; su compromiso era sostenerlo contra lo que viniera. Estaban listos para los amparos y sostenerlo como auditor, así fuera mediante la fuerza (política). Pero intervino Maru presionada por Palacio y le pidió, le exigió a Nachito la dimisión. Los diputados(as) están encendidos de coraje contra ella, de por sí la pasaban sólo por la intermediación del secretario del Ayuntamiento, César Jáuregui. Hoy cero.
Ese grupo que era compacto ya no lo es. Ahí tenemos a los legisladores y legisladoras juarenses. Seguro hoy sabremos cómo queda la nueva configuración.

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