Opinion

Tiempo libre, ocio y recreación

Sergio Pacheco González/
Analista

2017-04-24

El municipio de Juárez y su cabecera municipal, la Heroica Ciudad Juárez, es una localidad de trabajo en el que se observan diversas y evidentes desigualdades. No es casual, refiriéndonos a su vocación laboral, que el notable incremento de su población se relacione en el tiempo con los cambios en sus modos de generar riqueza.
Así, con la creciente oferta de empleos, la población se duplicó en 20 años, al pasar de 262 mil 119 habitantes en 1960 a 544 mil 496 en 1980, para volver a duplicarse quince años después, al registrar un millón 110 mil 736 personas en 1995. Es decir que en 35 años, este municipio vio cuadruplicada su población, dato que en sí mismo da cuenta de la complejidad de las dificultades y retos que cualquier administración pública, del signo político que fuera, debía afrontar.
En 2010, el municipio de Juárez contaba con un millón 332 mil 131 habitantes y Ciudad Juárez con un millón 321 mil 004. La Encuesta Intercensal 2015 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) registró un millón 391 mil 180 habitantes, ocupando el municipio de Juárez el séptimo lugar entre las delegaciones y municipios más poblados del país.
La atención brindada al trabajo está relacionada con la noción de tiempo libre, en tanto éste comprende la disponibilidad de tomar la decisión de realizar actividades que no están marcadas por la obligatoriedad, como el trabajo mismo, la asistencia a los centros escolares, la atención a las actividades domésticas e incluso aquellas que son indispensables para la existencia humana, como dormir y comer, así como las que se derivan de las relaciones sociales y que se asumen como compromisos.
En este sentido, el tiempo libre comprende esos lapsos de tiempo de ocio que tienen como característica la libre elección de actividades de acuerdo a los intereses y preferencias de las personas, sean éstas de descanso, diversión, esparcimiento y/o recreación. Ésta, hace referencia a las actividades que tienen un marcado acento educativo y/o de desarrollo personal, que en algunas de sus expresiones como las actividades al aire libre, implican recursos medioambientales.
El acceso y uso del tiempo libre, la posibilidad de elegir y disfrutar las actividades de ocio y las oportunidades de recreación, no son iguales para todos y todas. Depende de los activos con los que se cuenta y del orden social y cultural vigente: no es lo mismo para hombres que para mujeres.
Tampoco es igual para jóvenes que para adultos mayores. No es lo mismo para quienes habitan en fraccionamientos residenciales que para quienes lo hacen en las colonias de los sectores populares. Estas desigualdades y otras de su tipo, se han profundizado en la medida en que las deficiencias y limitaciones de los años 60 y 80, se presentan ahora como rezagos históricos, mientras se desarrollan nuevos centros de población, como Riberas del Bravo, donde se repiten las omisiones afectando la calidad de vida de las personas.
Como en otros ámbitos de la vida social, existen quienes tienen mayores capacidades de negociación y de consumo, por tanto de acceso a beneficios sociales, al esparcimiento y cuando así lo deciden, a la recreación.
Si, como se ha mencionado en los medios impresos, radiofónicos y televisivos, la construcción de un estadio de fútbol en Ciudad Juárez pretende replicar alguna de las experiencias de administración de este deporte profesional, se puede prever que quienes poseen ingresos económicos altos, tendrán asegurado el acceso al esparcimiento que esta actividad pretende ofrecer. Esto es así, porque están en condiciones de adquirir de manera anticipada los bonos que permiten ingresar a todos los juegos de la temporada a precios preferenciales, práctica común a todos los equipos de fútbol profesional. Otros interesados tendrán que pagar un precio mayor y en casos que unilateralmente deciden los dueños del club, incluso sobreprecios.
Quienes promueven este proyecto poseen activos económicos, sociales y políticos relevantes. ¿Qué el fútbol es un deporte? Evidentemente. ¿Qué es responsabilidad gubernamental promoverlo? Cierto. Sólo que sus acciones deben sustentarse en una clara concepción del tiempo libre, el ocio y la recreación. No es lo mismo, observar un partido, que practicar el fútbol o cualquier otro deporte. Para lograr esto se requiere de espacios deportivos, de promocionar e incentivar su práctica regular y formal, de construir y habilitar espacios al aire libre, así como de identificar las características de la población a atender. Existen diferencias y son muchas.

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