Opinion

Hace Corral lo mismo que Duarte

LA COLUMNA
De Los Reporteros

2017-04-19

– González Mocken desayuna relajado
– Hugo Almada prefiere aventar la toalla
– Auditoría Superior, dos a uno el Congreso

Sobre todo para el gobernador Javier Corral Jurado las comparaciones son horrendas con su antecesor “fugitivo”, César Duarte Jáquez.
Las circunstancias obligan al cotejo: el exmandatario no consultó a los juarenses para gastarse 250 millones de pesos en la construcción del estadio de beisbol llamado Juárez Vive; igualito Javier Corral está sacando de su ronco pecho que viene “una digna casa” para los Bravos de futbol. El exgobernador puso a su ídolo Juan Gabriel para la inauguración, Corral traerá a ¿Tiger Woods? Es mera pregunta.
A Corral Jurado le están pidiendo los juarenses —y a Peña Nieto, y a Cabada— más camas de hospital, más médicos, más salones de clases, más maestros, más seguridad pública, más calles alumbrada por la noche, más pavimento en las colonias precarias, más orden vial, menos baches... ¿Quién diablos le pidió al gobernador un estadio de futbol? En las discusiones cafeteras se menciona que sólo pudo ser su colaboradora y patrocinadora de campaña, directiva y dueña —retirada temporalmente— del Club de Futbol Bravos, Alejandra de la Vega.
Aunque nos dicen que en ese negocio también tiene metidas las manos otro funcionario estatal, con relaciones muy cercanas en el equipo deportivo. Ya abundaremos en detalles.
El estadio Juárez Vive construido por el exgobernador pertenece al Gobierno del Estado. Desde su inauguración el 19 de noviembre del 2012 sólo ha servido para algunos juegos de la liga estatal de beis y varios conciertos de cantantes y grupos musicales; es decir, puro negocio para promotores privados. Mínimas las actividades deportivas a favor de los juarenses en general.
Si en el Juárez Vive se gastó Duarte más de 250 millones de pesos no queremos imaginar lo que gastaría Corral para el estadio Nuevo Amanecer Bravos Club... o cómo le pondrá. Parece broma pero no lo es. La vieja historia del despilfarro empieza de nuevo.
Aunque el subsecretario de Gobierno en Juárez, Ramón Galindo, trató ayer de salir al paso a las críticas aclarando que la construcción correrá a cargo de la iniciativa privada pero en el ambiente siguen flotando intensos aromas a Omega 3 descompuesto.
Así nomás por la superficie el conflicto de intereses salta a la vista.
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Representantes legales y “cabilderos” ejercieron su derecho de pataleo hasta el último minuto para evitar reformas legales contra los frecuentes abusos cometidos por las empresas aéreas en el interior del país.
Finalmente la Cámara de Diputados aprobó por unanimidad el martes las modificaciones legales, ayudada con el escándalo de hace unos días en el aeropuerto O`Hare, de Chicago, donde un cliente de la United Airlines sufrió lesiones severas al ser sacado por la fuerza de un avión porque la empresa había sobrevendido boletos.
Los diputados tomaron esa experiencia para desarmar a las empresas mexicanas e internacionales que operan en México. Argumentaron siempre los cabilderos que las reformas restarían competitividad.
Ahora, si bien los diputados aprobaron la legislación tampoco tuvieron el valor de irse hasta la cocina y poner remedio definitivo a los abusos. Habrá castigo por sobreventa de boletos, por impuntualidad, por cancelaciones de vuelos, por pérdida de equipaje... y hasta ahí. Algo es algo.
Todavía falta que sea aprobada la modificación por la Cámara de Senadores para que adquiera validez. Por lo pronto es un avance, modesto, pero avance. Para prácticamente nada que había.
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Ayer el expresidente municipal, Javier González Mocken, se presentó en un desayunadero local de comida gringa para reunirse con algún amigo en el entendido de “la conciencia limpia”.
Ni se irá de la ciudad, ni será prófugo, ni le armarán ficha roja los de Interpol para localizarlo, ha dicho a la gente con la que platica.
El nombre del exalcalde González Mocken fue colocado entre los 25 exfuncionarios municipales denunciados por la independiente administración de Armando Cabada ante la Fiscalía General del Estado por el supuesto fraude superior a los 90 millones de pesos.
Se trata del mismo caso hoy materia de largas controversias e inagotables discusiones cafeteras, el de las 30 mil lámparas de alumbrado público que debieron ser instaladas el año pasado y que según Cabada una de cada diez tienen fallas distintas.
González Mocken dice que lo esculquen, que no cometió anomalía alguna, y que todo fue una estrategia negra del independiente para sacar la privatización del mismo alumbrado por 15 años. Se desplaza tranquilo por la ciudad y así lo seguirá haciendo en el futuro, promete.
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Iluso el director del Plan Estratégico de Juárez, Sergio Meza de Anda. Está enviando oficios a los regidores del “honorable” Cabildo juarense pidiéndoles le respondan por escrito “los motivos o razones específicas en que fundamentaron el sentido de su voto respecto al asunto tratado en la sesión 30 extraordinaria del cabildo, de fecha 17 de abril de 2017 relativo a la autorización para concesionar el alumbrado público”.
Fundamenta su petición en los artículos sexto y octavo de la Constitución Política Federal sobre el derecho a la “libre información” y el “respeto al derecho de petición” a que están obligados los servidores públicos.
Bien se le pueden ir siete vidas en conseguir esas respuestas.
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El matrimonio de Hugo Almada con las principales figuras del ‘nuevo amanecer’ en Juárez llegó a su fin. No le alcanzó la cobija de su jefe inmediato y mentor secretario de Desarrollo Social, Víctor Quintana Silveyra.
Dejaron en la indefensión a Hugo los pleitos con el subsecretario de Gobierno en Juárez, Ramón Galindo, con otros operadores de la administración estatal sin cartera, —la vicegobernadora Lety Corral por ejemplo— y con el mismo panismo fronterizo.
Antes de Semana Santa ya corría cual chisme en Sanborns la especie de que Almada renunciaría a su cargo como subsecretario de Desarrollo Social en esta frontera. Entre lunes y martes la dimisión era “casi un hecho” y únicamente faltaba “rebotarla” con el gobernador Corral.
Hugo es leal miembro de la izquierda en esta frontera, —de la izquierda soft llamada también capitalista pero izquierda—, lo cual no tendría mayor problema para los panistas juarenses si no estuvieran operando ya la campaña 2018. Se han encontrado con activismo de Desarrollo Social hacia causas nada azules; de ahí la molestia y la falta de sintonía.
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La ventaja de sentirse respaldado por la mayoría del Congreso del Estado, hace que el auditor superior del estado, Ignacio “Nachito” Rodríguez, se desplace como Juan por su casa por todas partes ostentando el cargo.
Su nombramiento está vetado por el Poder Ejecutivo estatal pero eso no le impide firmar documentos, hacer nombramientos, fiscalizar y hasta acudir a eventos nacionales... Ayer estuvo en uno.
Sus correligionarios de partido, el gobernador Corral y su secretario general de Gobierno, César Jáuregui, le han advertido que es ilegal lo que está haciendo y hasta lo han amenazado con enviarle a los chicos del fiscal, César Peniche, para desalojarlo de las oficinas públicas, pero “Nachito” sigue como si la Virgen le hablara. Ni se inmuta.
La bronca está en la cancha de la mayoría panista del Congreso, donde le tienen sacada la lengua al gobernador. No hay arreglo a la vista, así que la solución es la derrota de una de las partes en conflicto. Hasta ahora los números favorecen al Congreso.
 

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