José Ignacio Gallardo
2017-04-18
La reciente detención en Guatemala del exgobernador de Veracruz,
Javier Duarte, sin duda representa otro duro golpe a la imagen del PRI en estos momentos.
Este nuevo escándalo del exmandatario estatal que estaba prófugo desde el 12 de octubre del 2016 se suma a otra importante detención realizada hace unos cuantos días en Florencia, Italia. Se trata del también priista Tomás Yarrington que, al igual que Javier Duarte, se encontraba en calidad de prófugo.
Pero la lista de golpes a la imagen del Revolucionario Institucional, que puede afectarlo electoralmente, no termina ahí. Sigue estando en el ojo del huracán Rodrigo Medina, exgobernador de Nuevo León, por problemas con la justicia.
En esa misma situación se encuentra Roberto Borge, quien fue gobernador de Quintana Roo. Y por supuesto sigue pendiente la orden de aprehensión en contra del exmandatario de Chihuahua, César Horacio Duarte Jáquez.
En el caso del Duarte de Chihuahua, que logró darse a la fuga como el de Veracruz, pasan los días y nada pasa. Pero todo indica que es el siguiente en esta lista.
Este constante desprestigio al que está expuesto el PRI, le puede resultar demasiado caro en estos próximos procesos electorales federales del 2018. Pero lo que se juegan los priistas este año, como es el Estado de México, Coahuila y Nayarit, no es poco cosa, y pudiera representar la antesala del próximo año.
En el Estado de México, cuna del Grupo Atlacomulco, la figura del presidente Enrique Peña Nieto como bien le puede sumar votos al candidato priista, puede llevar a Alfredo del Mazo a la estrepitosa derrota. El caso de Coahuila se enmarca dentro de la serie de escándalos de Humberto Moreira, exgobernador priista de esa entidad y también presidente nacional del PRI.
El exmandatario de Coahuila hasta el momento ha salido al paso de las graves denuncias que hay en su contra, pero el desprestigio sigue latente para el PRI. En el estado de Nayarit, donde también habrá comicios este año, el escenario no pudo estar más complicado para el tricolor. La detención en los Estados Unidos de Edgar Veytia –quien era fiscal del estado– por delitos relacionados con el crimen organizado, en pleno proceso electoral, tampoco ayuda mucho a los priistas para retener la gubernatura de Nayarit.
Por otro lado los nombres de exfuncionarios que encabezaron gobierno estatales encarcelados como Mario Villanueva de Quintana Roo, o Andrés Granier, de Tabasco, perjudican al tricolor en estos momentos en donde se juegan gubernaturas importantes. Son demasiados casos de gobernadores envueltos en el escándalo, en fuga o detenidos. El escenario nacional no pinta nada bien para el PRI. Se ve sumamente complicado. Esta oprobiosa lista en nada favorece a los intentos de seguir gobernando este país.
Sin embargo, pese a todos estos graves asuntos y por absurdo y contradictorio que parezca, el PRI todavía puede salir victorioso en los próximos procesos electorales que se avecinan. Lo que sucede, es que en muchos casos, sus contrincantes políticos no representan una atractiva oferta para el electorado.
En otros casos los candidatos opositores al PRI vienen cargando fuertes lastres que les pueden impedir el triunfo. O como en el estado de Chihuahua, donde a pesar del desprestigio priista, este partido se puede llevar varios triunfos debido al pésimo papel que está haciendo el Gobierno estatal panista. Ya que si los panistas lo siguen haciendo tan mal como hasta ahora, el próximo año, es seguro que el PRI obtenga un buen número de triunfos en las alcaldías, además regrese al Congreso del Estado como mayoría y retenga sus espacios en la Cámara baja y la de senadores.
No todo está perdido para el Revolucionario Institucional, pero parece que para la ciudadanía sí lo está. El hecho de que un partido tan cuestionado, de donde han salido gobernadores que en estos momentos se encuentran envueltos en el desprestigio y enfrentando graves denuncias, continúe obteniendo importantes triunfos, nos habla de que para el electorado no había mejores opciones. Como quien dice, se sigue eligiendo lo menos peor y no las mejores opciones.
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