Opinion

Doble estándar

Sixto Duarte

2017-04-10

La semana pasada hablábamos sobre “la politización de la justicia”. Hicimos una breve reflexión sobre la forma de conducir el proceso contra los funcionarios de la pasada administración.
Existe en este caso un enorme “doble estándar” (un eufemismo para la doble moral), no nada más de los funcionarios, sino también de un sector de la sociedad. Hace semanas, se captó en video a Carlos Borruel, funcionario del actual gobierno, mientras propinaba una salvaje golpiza a un joven.
Ahí, la reacción de muchos fue argumentar que era un tema privado, y que debería de mantenerse como tal. Olvidaban que habían quedado filmadas sus conductas delictivas en el video. El video no lo tomó César Duarte (a quien culpan de todo lo que sigue pasando en el estado), sino uno de los que participaban del acto barbárico.
Estos defensores de la “privacidad” no dijeron nada cuando funcionarios de la Fiscalía filtraron a los medios de comunicación fotografías de los indiciados Garfio y Villegas cuando eran ingresados al Cereso. Tampoco salieron a defender el derecho a la “privacidad” cuando la misma fuente filtró las fichas signalécticas de los detenidos.
En estos casos, se violan varias disposiciones procesales en perjuicio de los personajes mencionados. Pero como es más fácil sumarse al linchamiento que reflexionar, se olvidan que hay un proceso legal que tiene normas y que se deben de seguir determinadas etapas.
El domingo, nuestro compañero de páginas Carlos Murillo hablaba sobre la intervención que ha tenido Javier Corral en el Poder Judicial. El argumento para defender tal intromisión es “pero el gobierno anterior hizo lo mismo”. Si el gobierno anterior lo hizo o no lo hizo, es un tema que se señaló puntualmente por todos sectores de la población. Fue un tema que trajo consigo un enorme costo político.
Se supone que Corral se vendió como una persona muy distinta de su antecesor. Se supone que por eso se votó por él, pero ahora se le disculpa diciendo que “el de antes hacía lo mismo”. Entonces no se votó por la idea de un cambio. ¿Entonces por qué se votó por él si los vicios serían los mismos? Otro claro ejemplo de doble estándar.
La violencia se ha recrudecido en los últimos meses. Los defensores del régimen actual se componen en su mayoría de empleados del mismo. Les gusta salir a defender los “logros” de su jefe a las redes sociales en horario laboral, cuando se supone deberían estar atendiendo a la ciudadanía, no chateando o usando las redes sociales. Este grupo de personajes argumentan que la violencia es la misma, solamente que ahora no se le paga publicidad a los medios de comunicación, por eso lo publican. Como si el sol pudiera taparse con un dedo. Los datos que indican que Juárez y Chihuahua volvieron a las 50 ciudades más violentas del mundo son del Consejo Ciudadano para la Seguridad Pública. No son de ningún medio de comunicación a quienes ellos llaman “vendido”. Otro doble estándar para medir de manera distinta cada acción o logro de gobierno.
La integración de carpetas y órdenes de aprehensión en contra de ex funcionarios en recientes semanas se dio con una rapidez inaudita. Ya lo logró. Ahora con la misma rapidez nos gustaría ver detenidos a los homicidas de Miroslava Breach. Con la misma rapidez nos gustaría que encontraran a la esposa de Rubén Aguilar. Y no nada más señalo estos crímenes de alto impacto. La justicia debe procurarse en todos los frentes, y a favor de todas las víctimas.
Con la misma rapidez nos gustaría ver que Juárez y Chihuahua salen de la lista de las ciudades más violentas del mundo. ¿O acaso la rapidez procesal se usa nada más contra enemigos políticos?
No es esto una crítica irreflexiva sobre lo que pasa en Chihuahua. El gobernador dijo que sería receptivo a la crítica, pero es evidente que no le gusta. Nadie le apuesta a que le vaya mal al gobierno de Chihuahua. Aquí vivimos todos, a todos nos conviene que Corral haga un buen papel. El uso del aparato de justicia con fines políticos no traerá tranquilidad y seguridad a Chihuahua. Esperemos que Corral comprenda esto, y se dedique pronto a gobernar.

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