Opinion

Legislar por la democracia

Miriam A. Ornelas

2017-03-16

A partir de estas 
fechas el Congreso del Estado
 comenzará a debatir sobre la regulación de las 
candidaturas independientes y el derecho de reelección de los futuros candidatos a los diversos puestos de elección popular que estarán en disputa el siguiente año electoral del 2018 en nuestra entidad federativa, de acuerdo a las declaraciones del diputado Miguel de la Torre Sáez publicadas por el Diario de Juárez.
El problema es muy sencillo. Existen consagradas en la Constitución y en las normas internacionales el derecho ciudadano a votar y ser votado para los cargos públicos de elección popular y nuestros legisladores; no tendrían más que votar leyes que aseguraran ese derecho de los ciudadanos pero lo cierto es que en nuestro medio existen intereses para que los diversos grupos políticos sigan monopolizando la facultad de ser ellos los únicos que eligen los candidatos por los cuales debe votar el pueblo, usurpando con ello el derecho a la representación popular que deben tener todos los encargados de los puestos públicos, en una especie de monopolio político que es por ahora el principal enemigo de la democracia.
Al efecto, el gobernador Javier Corral Jurado se comprometió ante los panistas de recuperar para su partido electoralmente el municipio de Juárez, promesa que se ve difícil de cumplir por medios legítimos porque su popularidad no ha subido en el tiempo que lleva ejerciendo su gobierno; por el contrario, los bonos electorales del presidente municipal independiente, Armando Cabada Alvídrez, se encuentran mejor posicionados por lo que, para muchas personas, la reelección del actual alcalde fronterizo sería un hecho si las elecciones fueran este mismo año.
Luego entonces, ante la imposibilidad de ganarle con votos al señor Armando Cabada, surge entre el grupo dominante del panismo la posibilidad de bloquearle al independiente su posibilidad de reelección colocándole escollos legales para que no lo pueda hacer como independiente ni como candidato de otro partido diverso, como se comenta que pudiera ser Morena o el propio PRD o cualquier otro de esa chiquillada. Se ve muy difícil que la candidatura de Armando Cabada sea propuesta por el PRI ni mucho menos por el PAN. La consigna del gobernador Javier Corral a sus diputados sería entonces sembrar de obstáculos insalvables la candidatura reeleccionista independiente o no independiente de Armando Cabada, lo cual sería injusto porque vulneraría su derecho ciudadano de votar y ser votado.
En consecuencia, el Congreso del Estado no debe prestarse a los manipuleos malintencionados de ningún grupo político ni de ningún partido y debe procurar que la garantía de ser votado sea respetada a todos los ciudadanos independientes o partidistas o no partidistas que surjan en el panorama político del estado porque el derecho de ser elegido no está condicionado a los caprichos de ninguna persona, gobernante o partido político.
Por otro lado debe recortarse y aún eliminarse el financiamiento político electoral a todos los partidos y clubs políticos de tal manera que sean ellos, con sus propios recursos los que financien el costo de sus aventuras políticas porque las penurias económicas que padecemos los chihuahuenses no están para dilapidar los dineros públicos en fiestas de políticos que nada aportan al bien común de la sociedad.
También debe corregirse el esquema de elección de los regidores de los ayuntamientos; hoy carecen de representación alguna y no son sino la expresión electoral de pandillas políticas carentes de representatividad, que asaltan el poder público a la manera de una gavilla de depredadores del erario. En este aspecto el Congreso debe hacer respetar el principio democrático de la representación popular que en el campo de los regidores de los ayuntamientos no existe actualmente.
En una democracia auténtica el gobierno debe emanar del pueblo y debe ser constituido solamente en beneficio del pueblo, manipular las leyes para favorecer dictaduras o dicta blandas o intereses de grupos o partidos políticos es atentar contra el correcto sentido de la democracia y eso sencillamente no se vale.

 

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