Opinion

No más tragedias con niños

Luis Alfonso Arenal

2017-03-14

Nuevamente la comunidad juarense se ha consternado con la muerte de un niño pequeño. Por respeto omitiré detalles y sólo mencionaré que existen versiones que apuntan tanto a un lamentable accidente como a un caso más de maltrato contra menores. Por la década de los noventas ya habíamos tenido una buena sacudida y la sociedad se conmocionó de algunos casos trágicos en los que niños muy pequeños habían perdido la vida por maltrato de los adultos con quienes convivían.
Realmente no tengo conocimiento de que en las instituciones de educación formal haya alguna preparación para ser padres, aunque sí he podido conocer de algunas iniciativas en el tercer sector sobre educación para padres. Me gustaría saber si esos esfuerzos continúan a la fecha.
Sin pretender generalizar (error bastante común), en los casos que recuerdo hay casos de personas que se convirtieron en padres sin pretenderlo. Lo mejor sería consultar a las instancias involucradas acerca de las estadísticas y saber qué tanto tiene que ver la escolaridad o la situación económica.
En la educación formal empieza a popularizarse la sensibilización sobre las responsabilidades que implica tanto la paternidad como la maternidad. Podemos tener esperanzas que en ello se puedan prevenir casos de maltrato o abandono infantil.
La situación económica es otro factor que ha empeorado esta situación. Es fácil de entender que en momentos de desempleo o de amenaza de incorporarse a sus filas, las tensiones crecen y el maltrato y la violencia familiar puede ocurrir si no se saben manejar estas situaciones con la debida inteligencia emocional (sí, es fácil decirlo). No se nos ha educado a controlar las frustraciones ni las crisis para enfrentarlas de la manera más inteligente posible. He tenido la oportunidad de visitar hogares por diferentes razones y toparme con que hay niños y adolescentes viviendo solos gran parte del día porque ambos padres tienen que trabajar, lo que también contribuye al riesgo de que haya accidentes que a veces resultan fatales. ¿Quién es el responsable de estas situaciones? Ya es tema de otro artículo.
Para los casos de violencia intrafamiliar hay dos tipos de modos en que deben ser abordados según lo que aprendí en la secundaria: la violencia contra el cónyuge sólo el afectado lo puede denunciar; violencia contra un menor de edad lo puede denunciar cualquier persona. Resulta curioso ver en las redes sociales publicaciones sobre los beneficios de la “chancla” como método pedagógico y ver casos de violencia que llevan a la muerte de niños y que década tras década conmueven a nuestra sociedad.
Hace pocas semanas transitaba por el bulevar Teófilo Borunda y me tocó observar un anuncio sobre un número telefónico para denunciar casos de maltrato infantil y mostraba un niño llorando con huellas de golpes en su cara. Es difícil que el cartel no toque nuestras fibras más sensibles pero ya no aparece o ya no me ha tocado transitar por ahí cuando lo exhiben (si es que lo siguen promoviendo). Ojalá que lo volvieran a hacer o lo hagan con mayor intensidad y más personas tengan la cultura de denunciar los casos de maltrato infantil. Hay casos en los que definitivamente no cabe el “no seas metiche”.

 

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