Opinion

Reelección: muchos los llamados, pocos elegidos

LA COLUMNA
De Los Reporteros

2017-03-11

El gozo de los 33 diputados que dieron por hecha su reelección apenas resultaron electos el cinco de junio está cayendo al pozo. Son menos de cinco los que aparecen algo cerca de la ratificación. La afirmación no es aventurada tras un análisis básico desprendido de fuentes hacia el interior de las dirigencias partidarias, encargadas directas de hacer las nominaciones el 2018.


Patricia Gloria Jurado Alonso “es muy débil internamente y externamente. Su desempeño ha sido bastante pasivo en el Congreso del Estado”, opinan de la legisladora panista por el distrito I con cabecera en Nuevo Casas Grandes.
René Frías Bencomo llegó a la diputación por el PRI pero pertenece al Partido Nueva Alianza (PANAL). Hay la certeza que el tricolor no lo propondrá de nuevo; fue producto de las “jugadas” que hizo el exgobernador, César Duarte, para hacerse del apoyo del partido de los maestros. Nueva Alianza carece de potencia para ganar posiciones de mayoría.
Cada diputado y diputada tiene su propia situación particular; lo analizaremos más adelante. De antemano podemos aseverar que ninguno de los 33 ha mostrado luces políticas y/o intelectuales suficientes para considerar que por ellas brincarían la tablita en automático.
En medio de las características personales y del desempeño como legisladores tenemos la reforma político-electoral. Su confección ya está en marcha. Trabajan en ella los grupos parlamentarios, los alcaldes independientes (que también buscan pastel en la próxima legislatura) y el poderoso Gobierno estatal, con Javier Corral Jurado al frente.
Muy importante para todos ellos y para la sociedad chihuahuense, que al final del día es quien sufraga de sus impuestos el gasto de todos: cada diputado o diputada depende no sólo de las siglas partidistas, sino de los grupos hacia el interior de sus propios partidos. Va otro ejemplo: Pedro Torres y Leticia Ortega, de Morena, tienen el apoyo de un sector del partido de “El Peje”, pero sufren el rechazo total del otro grupo.
La reforma electoral nos conduce a otra medición importante justo sobre la tremenda debilidad de 11 diputados y diputadas de representación proporcional.
Hasta no tener la nueva legislación sabremos si seguirán siendo 11 las posiciones a distribuir en el 2018 y si los porcentajes de votación para alcanzar pluris serán los mismos. Después de ello enfrentarán a las directivas de sus partidos. Ahí se arman las listas de candidatos. En el caso del PAN y del PRI son (y serán) por completo distintos los dirigentes de partidos a los que estaban en 2016.
Nueva Alianza tiene dos diputados pluris, Morena dos, el Verde dos, el PT dos, Encuentro Social uno, Movimiento Ciudadano uno y uno el PRD. Si mucho el PT, el Verde y extraordinariamente Movimiento Ciudadano podrían repetir candidatos debido al control “familiar” en esos partidos pero nos concedemos el beneficio de la duda inclusive en el Partido Verde debido al factor elección presidencial.
Los 22 diputados que llegaron por la vía de la elección directa, los de mayoría, también deberán ser propuestos por los partidos políticos.
Pongamos el ejemplo del PAN y tomemos el ejemplo del PRI; entre ambos tienen 21 curules de las 33.
En el blanquiazul ahora maneja las riendas el primer panista del estado, Javier Corral. Él tendrá mano en el proceso interno de selección. No la tendrán sus acérrimos opositores internos encabezados por Mario Vázquez y Maru Campos que en el 2016 sacaron la mayoría de las candidaturas, hoy diputadas y diputados.
En el Revolucionario Institucional es tantito peor. Las cinco diputadas de la “bancada rosa” fueron seleccionadas por el exgobernador Duarte, con especial énfasis la coordinadora Karina Velázquez.
Aún sigue al frente del tricolor Guillermo Dowell, del equipo Duarte-Enrique Serrano, pero ya está en Chihuahua el nuevo delegado del Comité Nacional tricolor que procederá a instalar nueva dirigencia estatal. (Mañana ocupa agenda completa con los priistas juarenses).
Indudablemente el duartismo buscará sobrevivir a su debacle del 2016 pero no se observa por dónde pueda mantener algo de influencia o poder para ser tomado en cuenta en la selección de candidatos al Congreso.
Si ese es un reto más difícil que cruzar el Everest, vendría enseguida la elección constitucional. Los candidatos (as) eventualmente volverían a los distritos para solicitar el beneficio de la ratificación.
De ahí que varios de ellos, especialmente los panistas, hayan intensificado su bombardeo de boletines de prensa en los que informan sobre limpieza de calles, entrega de apoyos en las colonias, plantación de árboles, gestiones diversas... actividades lejanas a su estricto trabajo legislativo pero son las que reditúan votos.
Tenemos otro par de ejemplos: la diputada panista Liliana Ibarra Rivera hizo viral su presencia en el Congreso pero por autograbarse con el teléfono celular mientras conducía en la carretera Juárez-Chihuahua. Fue ampliamente criticada.
Poco se sabía también de la diputada Maribel Hernández hasta que fue señalada y acusada por una de sus exasistentes de amenazas de muerte y secuestro.
***
Brevemente pero vamos uno por uno de los señores legisladores y legisladoras:
Distrito I.- Patricia Gloria Jurado (PAN). No la apoya el equipo que la convirtió en candidata. La ven débil y pasiva.
Las cinco del PRI: Isela Torres (II, III, X, XXI, XXII). Han dejado claro al interior de su partido que no andan tras la reelección. Sus candidaturas fueron producto del duartismo. La lógica se impone.
IV.- Víctor Manuel García Uribe (PAN).
V.- Gabriel García Cantú (PAN). Sus promotores en las nominaciones están seguros que pueden y deben reelegirse; el corralismo dice: habrá baraja nueva.
VI.- Gustavo Alfaro Ontiveros (PAN). Ni promotores ni corralismo lo apoyan ahora.
VII.- Laura Mónica Marín Franco (PAN). Es activista sobre todo en medios informativos pero sus promotores dudan en concederle apoyo de nuevo. Cero el corralismo.
VIII.- Maribel Hernández Martínez (PAN). Era débil antes de la “denuncia” en su contra por parte de su exasistente Reneé Barquet. No tiene posibilidades ni de sus primeros apoyadores y ahora tampoco de Palacio de Gobierno.
IX.- Liliana Aracely Ibarra Rivera. No le queda ningún apoyo importante interno.
XI.- Jesús Villarreal Macías (PAN). No enfrenta oposición importante ni con el corralismo ni con sus promotores iniciales.
XII.- Nadia Xóchitl Siqueiros Loera (PAN). Es promovida sólo por un reducido sector del panismo chihuahuita.
XIV.- Francisco Javier Malaxecheverría González. Es apoyado por todos los bandos. Tiene certeza en la reelección si no le aplican la baraja nueva.
XV.- Jorge Soto Prieto. Fue promovido por el Dhiac pero hizo bien su papel de golpeador contra el exauditor, Jesús Esparza, por orden de Palacio de Gobierno.
XVI.- Miguel Francisco Latorre Sáenz. Operador de la alcaldesa Maru Campos en el Congreso del Estado, y por lo tanto opositor del gobernador. No tendría dificultades para obtener de nuevo la candidatura en la competencia interna.
XVII.- Blanca Amelia Gámez Gutiérrez. Presidenta del Congreso. Posición por excelencia de su amigo el gobernador Corral. Ha dicho que no buscará la reelección. Su desempeño es de mediano hacia abajo.
XVIII.- Carmen Rocío González Alonso. De los muy pocos legisladores(as) azules que ha cuidado con esmero su distrito. Tiene origen corralista, en equipo con Blanca.
XIX.- Jesús Alberto Valenciano García. Sus promotores iniciales consideran que debe ser reelecto, el corralismo no.
XIII. René Frías Bencomo.- (PRI). El tricolor prestó al PANAL ese distrito ampliamente ganable, pero es remoto que lo vuelva a soltar la nueva dirigencia priista, así que la reelección es casi imposible.
Entre los de representación proporcional tenemos a Pedro Torres Estrada (Morena). Lo apoya Juan Carlos Loera de la Rosa pero no la dirigencia estatal de Morena. Logró la diputación después de una controversia jurídica con la propia dirección partidista. Lo quisieron tumbar. Es muy complicada su eventual reelección por esa vía. Leticia Ortega Máynez (Morena). No se considera que pueda repetir en espacio pluri.
Alejandro Gloria y Hever Quezada Flores (Verde). El control que ejerce María Avila (esposa de Gloria) sobre este partido a nivel estatal asegura la reelección de al menos uno siempre y cuando alcancen el porcentaje de votación requerido.
Rubén Aguilar Jiménez y Héctor Vega Nevárez (PT). El control del partido lo tiene Aguilar. Es igual que el caso anterior.
Miguel Vallejo (Movimiento Ciudadano), Israel Fierro Terrazas (Encuentro Social) Cristal Aragón (PRD).- Su ejercicio es raquítico. Sufren de grandes controversias al interior de sus partidos que los convierte en imposibles aspirantes a la reelección, sin tomar en cuenta que también dependen del porcentaje de votos obtenido.
A todo la radiografía debemos sumar la incursión que tendrán para efectos legislativos los grupos independientes de Alfredo “El Caballo” Lozoya, alcalde de Parral; y Armando Cabada, alcalde Ciudad Juárez. Sabemos que trabajan para presentar candidatos al Congreso del Estado y reforzarse desde ahí hacia gubernatura.
Debut y despedida de casi todos, podemos concluir.

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