LA COLUMNA
De Los Reporteros
-Seáñez y Fierro, el uno-dos en la UACH
-Las horas contadas en Centro de Mujeres
-Garfio arranca campaña en Juárez
La desconfianza del Gobierno estatal hacia los militares en materia de seguridad no es al tanteo, nos dicen. El jefe de la Quinta Zona Militar, Ricardo Fernández Acosta, ha buscado al gobernador, Javier Corral Jurado, para ponerse a las órdenes y coordinarse pero no ha pasado del saludo elemental en algún evento protocolario.
No es quizá culpa del general Fernández; es recién llegado a la Quinta Zona, pero ha quedado comprobado que en Chihuahua algunos de sus efectivos ha tenido mucha vela en el entierro a favor de los malos durante todos estos años de violencia. Su fama se extiende por los cuatro puntos cardinales afectando la imagen general de los militares.
Stephen King pudo tejer historias de terror en lugar de novelas con los militares en Chihuahua.
Así se ha podido documentar su capacidad excepcional para relatar con las desapariciones, detenciones, torturas, asesinatos e incineración de personas llevadas a cabo por soldados y jefes de la milicia mexicana. En medio de esas conductas apareció el narcotráfico al mejor estilo de otros escritores, los de Argos, para serie tipo “El Chema”.
La semana pasada fueron recordados algunos de los casos más estremecedores ocurridos en tierras chihuahuitas (coronel, Elfego García; y general Manuel Moreno Aviña) por el Departamento de Estado de los Estados Unidos en su informe anual sobre la situación de los derechos humanos en el mundo, donde exhibió al Estado por corrupción y tortura.
En tanto, Corral no contesta las llamadas... ni las contestará –dicen sus allegados por la desconfianza desatada por malas conductas de algunos soldados–, mientras intenta apagar los incendios en el noroeste, la Sierra y las ciudades.
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Hemos comentado aquí la “desaparición” del rector de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), Luis Fierro. Dedica la mayor parte de su tiempo a preparar la reestructuración orgánica de la máxima casa de estudios para crear un modelo tipo Autónoma de Ciudad Juárez. Eso nos platican fuentes no autorizadas para fungir como voceros de ese proyecto; los voceros oficiales no hablan ni bajo tortura china.
Nos hemos enterado también que pegadito al rector Fierro sigue el exrector Enrique Seáñez Sáenz realizando actividades encaminadas a cuajar ese plan pero también a mantener calmas las aguas al interior de la UACH.
Fierro alcanzó la rectoría en situación extraordinaria. No era el candidato del gobernador, Javier Corral; tampoco fue el candidato del enraizado priismo universitario que tiene controlado más allá del 90 por ciento del campus con direcciones, sociedades de alumnos, sindicatos.
El “bueno” de Corral fue Javier Martínez, hoy secretario general de la UACH, y uno de los operadores principales de Palacio para efecto de la grilla universitaria, pero no el principal.
Al final de aquella elección de rector quedó la sensación que Seáñez operó con magistralidad para quitarse de encima a priistas-duartistas y al propio Martínez, entronizando a Fierro. Bajo ese contexto es creíble que el exrector aparezca atrás de Fierro tratando de calmar a priistas, panistas y todo quien le haga mosca al ahijado.
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Están contadas las horas de Irma Guadalupe Casas Franco al frente del Centro de Justicia para la Mujer. Nos aseguran que habrá relevo antes del martes próximo.
Ella tomó protesta del cargo en junio del 2015. El protocolo fue dirigido por el entonces subsecretario de Gobierno en Juárez, Memo Dowell Delgado y por la aún directora del Instituto Chihuahuense de la Mujer (ICHIMU), Emma Saldaña Lobera.
Con esos antecedentes parece obvio que el ‘nuevo amanecer’ está decidiendo el cambio por razones más de filias y de fobias que por resultados. Ahora hay que estar entre las agrupaciones pro Hugo Almada-Víctor Quintana para ser tomadas en cuenta por la autoridad estatal.
Lo anterior sin menoscabo que ni página de transparencia hallamos del mentado centro dirigido por Casas Franco, que llegó al cargo justo desde el activismo social con el propósito de ampliar por todo el municipio el apoyo del Estado a las mujeres.
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El Gobierno estatal considera que tiene contra la pared a las alcaldías “rebeldes” Casas Grandes, Nuevo Casas Grandes, Gómez Farías, Temósachi, Madera e Ignacio Zaragoza. “El tema de la confianza no es negociable”, dice el ‘nuevo amanecer’; así que deberán someterse las autoridades municipales al curso de capacitación y a los exámenes de control de confianza. Les tenían guardados los resultados negativos “viejos” contra una buena cantidad de polis de aquella región.
En aquella zona sigue el director de Gobernación, Roberto Fuentes, pero no con la intención de que el Estado ceda a las medidas de intervención total implementadas por la Fiscalía General del Estado en las policías municipales, sino únicamente para encontrar “formas sincronizadas” de llevar a cabo curso y exámenes. Hasta ahí. Las únicas huelgas de hambre que Corral y compañía respetaba eran las de don Luis H. Álvarez, suelen decir en Palacio, en alusión a la protesta correspondiente de policías y alcalde de Nuevo Casas Grandes, también de origen azul.
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El exalcalde capitalino Javier Garfio, se levantó de su mecedora y decidió en regresar a la actividad política. Fue visto ayer por los mirones de esta columna en tres diferentes restaurantes juarenses, acompañado por separado de personajes de la vida política priista, como lo son los expresidentes municipales Javier González Mocken y “Teto” Murguía, así como con el exdiputado local, Toño Andreu.
El ballezano buscó el encuentro privado con estos tres políticos a fin de externarles su deseo de buscar la Senaduría por el estado de Chihuahua. De manera formal comienza en Ciudad Juárez su peregrinar proselitista, el cual pretende culminar durante el proceso electoral del año entrante.
El exedil chihuahuita busca quitarse la etiqueta duartista, y apoyado de sus excolaboradores, comenzará nueva etapa en su vida política, por lo pronto fue recibido en esta ciudad por tres políticos de igual número de corrientes políticas, con quienes presume no existe rivalidad alguna.
Los enterados aseguran que Garfio tiene ya preparada agenda en por lo menos cinco municipios de la entidad, de los llamados grandes, donde visitará y se reunirá con los liderazgos locales. El caso es que de esta manera el ballezano se le atraviesa al deliciense Reyes Baeza, en la búsqueda de la misma posición.
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Mientras las tarifas del agua se incrementaron de forma inmisericorde –31 por ciento– con la entrada de la administración de Javier Corral, dicen que la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS) en Juárez no han sido capaz de cubrir algunas plazas, donde los empleados sí trabajan.
Una de estas áreas es la de servicio de atención múltiple, donde supuestamente los burócratas son escasos y la carga es pesada, debido a la cantidad alta de personas que deben atender diariamente.
El estrés provoca que la atención que terminan dándole a los usuarios sea deficiente. Los quejosos consideran que deben ser bajados sueldos altos de funcionarios para contratar nuevo personal y hacer más eficiente el servicio a los usuarios.
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