LA COLUMNA
De Los Reporteros
– Fernando Álvarez opera contra Maru y César
– Jáuregui culpa a Galindo en caso Dowell
– Anotan también a Omar Muñoz
No somos brujos, nomás estamos bien informados. El 16 de febrero titulamos: “Despensas por 160 millones tienen nombre”.
Mencionamos desde entonces a la empresa Abastos y Distribuciones Institucionales como la feliz ganadora de la licitación de despensas al DIF estatal por un monto de 159 millones que podrá irse hasta los 200 milloncejos.
Liliana Murillo, Marco Ordóñez Hernández y Eduardo Salcido son algunos de los integrantes del Comité de Adquisiciones del DIF estatal que ayer tuvieron “junta” para dar a conocer que de las tres empresas participantes en el concurso (Clank y Productora y Procesadora Agrícola de México las otras dos), la ganadora es la del empresario chilango-judío Jack Landsmanas, apadrinada desde las convenientes sombras por el panista Jorge Issa.
El empresario deliciense, Alejandro Antillón, de Procesadora Agrícola, no asimilaba todavía ayer por la tarde que hubiera cargos en un régimen que hasta código de ética presume. Su propuesta era ligeramente más cara que la ganadora pero cada despensa contenía hasta 10 por ciento más producto. Creyó que con eso vencería. Ilusiones.
También fueron cantados ayer los ganadores para surtir medicamentos. Hubo más cuidado en esa competencia.
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Ayer fue nota de café el desayuno que sostuvieron por Las Cazuelas el exfiscal, Jorge González Nicolás; el exjefe de la municipal, César Omar Muñoz; Jorge Contreras Fornelli y Mario Dena.
No fue una reunión de compañeros o simples amigos convocados para recordar tiempos en los que participaron como funcionarios públicos en materia de seguridad o mesa de seguridad.
Es obvio que se reunieron para platicar, comentar y hasta sacar sugerencias sobre el nuevo jefe de la Policía Municipal con el independiente alcalde, Armando Cabada. Ya sabemos por qué motivos salió González Nicolás de ahí pero eso ni le retiró su amistad con Cabada ni quedó lejos de su asesoría.
Ya se ha mencionado que Carlos Manuel Salas, Leyzaola o hasta Valencia podrían entrar al quite; ahora debe incluirse a Omar Muñoz, él ha pasado todos los controles de confianza.
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Nomás el senador Patricio Martínez desentonó durante el encuentro que tuvieron a media semana los legisladores federales y locales del PRI chihuahuense con su dirigente nacional, Enrique Ochoa.
Fue la encerrona en la Ciudad de México donde estuvo también el juarense dirigente estatal tricolor, Memo Dowell, quien recibió el apoyo de la dirigencia nacional de su partido para que no le arrebate su notaría el nuevo amanecer .
Patricio consideró que el PRI de Chihuahua ha sido débil frente al gobernador Corral y su administración. De inmediato fue apabullado por el resto, todos en favor de Dowell y muy duros contra la administración blanquiazul.
Empezó la acalorada defensa el doc. Fernando Uriarte; le siguió la senadora Lilia Merodio, después Graciela Ortiz, la ruda cetemista Isela Torres y de ahí para adelante, duartistas y no duartistas.
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Sobre el tema Dowell, hemos sabido que la administración corralista tenía bien afinada la puntería para llegar y desplazar a Memo de su notaría sin ningún miramiento.
No sabría el dirigente tricolor del trancazo hasta que los inspectores de César Jáuregui Robles hicieran su trabajo en el local de la Ignacio de la Peña y Panamá.
Pero alguien quiso la fama del minuto y ordenó la elaboración del boletín informativo dando a conocer que la notaría sería intervenida.
Ese alguien fue nada más y nada menos que el subsecretario de Gobierno estatal en Juárez, Ramón Galindo Noriega, según la explicación que ofreció el secretario general de Gobierno, Jáuregui Robles, a su conocido de hace muchos años y diputado coordinador del PRI en la Cámara baja del Congreso de la Unión, César Camacho Quiroz.
-“No se vale”, dijo Camacho.
-“Yo no fui”, contestó Jáuregui.
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No es ningún secreto para la clase política que la comunicación y la relación entre el corralismo y los administradores del municipio de Chihuahua es de muy poca hacia abajo, casi nula. Panistas los dos bandos pero no se tragan.
Por esa razón sí creemos la especie de que varios documentos “confidenciales” contra la alcaldesa, Maru Campos, contra su secretario, César Jáuregui, y contra varios de sus operadores, han salido del escritorio del dirigente estatal, Fernando Álvarez Monge.
Son varios estilos los usados para filtrar documentos a operadores priistas; algunos al estilo de Robert Hanssen. Usan buzones, solitarias mesas de restaurante, grabaciones y los clásicos centros comerciales.
La guerra entre ambos bandos es muy abierta pero Álvarez Monge busca cuidar un poco las formas.
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A la que llaman diputada seis en la bancada rosa (priista) del Congreso del Estado, Laura Domínguez, ya se le hace que le pega el chicle por “alguna posición” en la dirigencia estatal de su partido el PRI.
Hizo el comentario siguiente en su red social:
“A ver priístas, si no me equivoco, Juárez tiene tres distritos ganados por mujeres y Chihuahua no tiene ninguno, así que una posición en la dirigencia del PRI estatal nos corresponde mínimo; nosotros sí ganamos y los demás están perdidos por un mínimo de votos. Los rumores inician YA, si nos unimos lo logramos”.
La tiene muy de subida doña Laura para conseguir esa posición: suelen decir los priistas que “quien bailó en la otra, en esta se sienta” y Laura lleva varias bailadas –sigue meneándose un poco, despacio, en vals, en el Congreso, pero ya no en grandes ligas–; se entregó de cuerpo entero a César Duarte cuyo grupo ha entrado a la banca (ya bailó, y lo que sigue) y el priismo juarense difícilmente regresará al estatal después de Aguirre y Dowell.
La oportunidad de la diputada queda reducida, entonces, a empezar de cero y claramente deslindada de Balleza.
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Ahora que ya le queda poco al frente del Comité Directivo Municipal (CDM) del PRI, la presidenta Mayra Chávez se quitó la modorra y dio la cara para informar que no le van a dar carta abierta al independiente Armando Cabada para que haga y deshaga en la alcaldía.
Pretenden darle una “lección” a sus seguidores, en este caso a la regidora Irma Medrano, por colocarle obstáculos al priista Aarón Yáñez, luego de que la edil independiente expulsó a personal de la Sindicatura de una reunión donde se discutía el tema de la enajenación de terrenos, de bienes inmuebles, incluidos “terrenos de la zona de Campos Elíseos que se estaban ofertando a precios por debajo del mercado y que serían adquiridos por personas allegadas a la administración municipal”.
El PRI va a denunciar a Medrano ante el Congreso del Estado, pero también a personal de la Dirección de Obras Públicas ante otros órganos judiciales. En este último caso por la opacidad con que supuestamente se han manejado las adjudicaciones directas de obras y por negarse también a ser revisada por personal de la Sindicatura Municipal.
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En otro tema del PRI, tenemos que el edificio de la avenida Lerdo está en calidad de abandono, ahora que no hay funcionarios públicos ni del Estado ni del Gobierno Municipal que hagan su aportación correspondiente de acuerdo a los estatutos.
El escaso personal que aún acude al inmueble, debe estar encomendándose para que no se registre una precipitación pluvial, ya que el agua entra como Juan por su casa por casi toda la parte del techo.
La mayoría de los módulos del segundo piso han registrado la afectación de las goteras y hasta el acervo bibliográfico de la biblioteca donada por Unidad y Participación A.C., está en riesgo de perderse.
Algunos pocos militantes que aún sienten apego al PRI, pretenden reparar la cubierta, que literalmente es una porquería, pero el tiempo avanza y los plafones van cayendo uno a uno, dejando las láminas y la estructura metálica al descubierto.
Tienen miedo esos tricolores de hablar con los que han hecho cientos de millones al amparo del poder tricolor porque saben que no les aflojarán un centavo.