Opinion

Gobernar tiene sus bemoles

Fernando A. Herrera

2017-02-13

Las cosas empiezan a tomar forma, habíamos anticipado que don Javier no se estaría quieto con respecto al derecho que otorga la Constitución y la ley electoral del estado, para que todos los actuales alcaldes, síndicos y diputados locales puedan aspirar a reelegirse por otro mandato, esta vez, sí, de tres años. Por principio de cuentas ya se habla de buscar cómo impedir que los dos independientes, el de Parral, Lozoya y, el de Juárez, Cabada, puedan volver a jugar en la misma calidad de independientes. Cuestión en la que contaría con el apoyo de los diputados que no verían con malos ojos que el gobernador pretendiera cerrarle el paso a un dinámico Armando Cabada que está trabajando muy fuerte; lo que es lo mismo, poniéndoles la muestra al propio don Javier y a todos, sí, a todos, los alcaldes del estado. El único que puede presumir de trabajo es el de Parral, pero es la excepción que confirma la regla. Se atrevería don Javier a obligar a Cabada a buscar otras siglas, las de un partido que esté dispuesto a jugársela con él. La verdad no se lo recomiendo, porque Armando recibiría oferta de todos los partidos, incluido el PRI para que contendiera por la presidencia municipal de nuevo y, con ello, el mismísimo don Javier, estaría colocando al PRI en la posibilidad de regresar al gobierno con don Armando a la cabeza. Don Javier tendrá que enfrentar otro tipo de problemas, pues una parte de los diputados está con él, como Valenciano, el de Delicias, que dejó a su equipo para migrar al del gobernador; de la mano de Mario Mata, que hizo lo mismo, y tiene el cargo de presidente de la JMAS en la ciudad de Chihuahua. Habrá que revisar con cuántos cuenta don Javier que estén dispuestos a apoyarlo en una aventura para cerrarle el paso a los rebeldes liberados por doña Maru, que hoy por hoy, es la que tiene el control del Congreso, aunque sea apretadizo en los números, y tiene, a la vez, el control de la mayoría de los presidentes municipales del estado, entre ellos los más importantes: Chihuahua, Delicias y Cuauhtémoc. La zanahoria es apetecible, pero son más seguros tres años más en el Congreso que la incertidumbre de un puesto en el gobierno, que se puede perder en cualquier corajillo, de esos comunes, del jefe. También por el lado de los documentos básicos del partido puede intentar algo, específicamente, en las formas en que se le autoriza al comité directivo estatal la forma para elegir o designar candidatos. Todos están a la expectativa, pero saben que don Javier tiene a un equipo de abogados, no sé si expertos, pero dicen que lo son, trabajando en el tema para hacerse del poder que ganó y que no lo han dejado ejercer a plenitud. Están otros problemas que lo tienen preocupado y, se dice, que ya ocupado, como son los relacionados con la corrupción que lo rebasa, pues ni cuenta se da de lo que pasa hasta que lee en el periódico que fulana o mengano salieron ganones en alguna licitación. Algunos están filtrando que Madero podría regresar a la curul a San Lázaro, pues ya hay demasiados roces, con don Javier, pero no sólo con él, sino con todo el gabinete que se ve obligado a tratar con dos gobernadores. Cosa que a don Javier no le hace gracia. Agréguele la traición del Ichitaip, la burrada del hijo del tesorero, la falta de recursos, la obligación de entregar su plan estatal de desarrollo en los primeros días de marzo, los reclamos de panistas que siguen haciendo fila para ser colocados en algún trabajo, la inactividad del partido que no ha empezado nada, pensando, al vez, que como ganaron, pues hay que disfrutar las mieles. Luego tiene el tema de la ilegitimidad de los dos suspendidos por la función pública, una por olvidadiza, el otro por discreto, pero ambos lo metieron en una bronca. la olvidadiza puede quedarse, pues, desde mi punto de vista saldrán ganando todos cuando olvide pedirles sus declaraciones anuales. El otro, tiene que dar explicaciones, no sólo del tema sino de otros que andan en radio pasillo. En fin, hay mucha chamba por hacer, poca lana, muchos problemas, y, lo más canijo: las rivalidades al interior del PAN. Lo más fuerte empezará cuando la gente empiece a reclamar cumplimiento de promesas y no haya nada de nada. Recuerden otra sentencia: El pueblo cambia rápidamente de villanos.

 

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