Opinion

Austeridad… y orden

Javier Cuéllar Moreno/
Analista político

2017-01-21

Nada ha tranquilizado hasta ahora a los grupos que se están manifestando o siguen convocando a protestas, en el país y el estado, contra el aumento en los precios de la gasolina.
El presidente Enrique Peña Nieto ya dijo que el gasolinazo no es producto ni de la reforma energética ni de la fiscal, que comprende nuestra molestia y hasta ofreció un plan de apoyos a los sectores más vulnerables, así como una reducción de 10 por ciento a los salarios de los funcionarios de mayor nivel de su gobierno.
El problema es que los integrantes del sistema político mexicano, PRI, PAN, PRD, así como sus partidos satélites y sindicatos que abundan en el país, no solamente han matado a la gallina de los huevos de oro, sino que han acabado con todo el gallinero, de tal manera que a nuestros gobernantes no les queda otro remedio que reconocer que estamos en un país pobre, con un gobierno ahorcado por sus exagerados gastos y su infame despilfarro. También han matado su credibilidad.
Sin duda, con la aplicación del nuevo esquema de precios en los combustibles, Peña Nieto tomó una decisión durísima a costa de perder su popularidad, al grado de que actualmente enfrenta su peor crisis de gobierno. Aunque en septiembre pasado, durante su cuarto informe, el presidente advirtió que él asumía su responsabilidad “sin reparar en consideraciones de popularidad personal o costos políticos”.
“No decidí llegar a la Presidencia de la República para buscar en todo momento y a toda costa mantenerme en altos índices de popularidad”, dijo entonces, y es en estos momentos cuando enfrenta quizá el mayor impacto negativo por asumir una decisión impopular, al grado que la austeridad planteada por su gobierno se diluye entre las manifestaciones de descontento social.
Y es que si el gobierno quiere adoptar una conducta de ahorro seria, debe acabar con el dispendio de recursos públicos y combatir secamente la corrupción, empezando por la clase política mexicana y no optar por el camino fácil del aumento de precios en servicios o de impuestos.
Si estuviéramos conscientes de los enormes sueldos que devenga la mayoría de los funcionarios públicos de este país, diputados, senadores, ministros, jueces, magistrados, secretarios de estado, directores y mil etcéteras más, se entendería que una rebaja del 10 por ciento a sus emolumentos oficiales no representan nada, ni siquiera los gruesos fajos de billetes que reciben por compensaciones. Para lo que hacen, en la iniciativa privada ni siquiera los contratarían.
Por otra parte, mantener un sistema legislativo bicameral es muy costoso, por lo que se deben eliminar de entrada los diputados plurinominales que no representan a nadie y a los regidores pluris en los cabildos municipales también. ¿A quién representan? ¡A nadie! Solamente son miembros de nefandas pandillas políticas que con esos jugosos sueldos y prestaciones los premian repartiéndoles parte del botín político del tesoro público a sus bandoleros.
A nivel estatal, tal parece que el gobernador Javier Corral Jurado ya entendió que el Gobierno federal ya no tiene más dinero y mejor se puso a buscar de dónde sacar los recursos que su administración necesita para operar. Esta semana lanzó un plan de austeridad que contempla la venta de gran parte de la flota aeronáutica del Gobierno, que es innecesaria y representa un gasto mayúsculo de operación y mantenimiento. Lo mismo podremos decir de muchos inmuebles estatales que están en demasía, como la casa de gobierno. Con su venta se buscan ahorros, dijo Corral, lo cual es correcto. Pero no se puede detener con eso para lograr una economía estatal plena, debe trabajar porque la gente cumpla con el pago de impuestos y buscar que nadie atente contra la gobernabilidad del estado, como ocurrió con la toma de carreteras hace unos días y el bloqueo de garitas en los puentes internacionales como sucedió el viernes; aunque esta decisión también tiene sus costos políticos.
Desgraciadamente, por lo que se ha visto en los últimos días ante esas acciones de protesta, tal parece que Corral, al igual que César Duarte, actúa o no actúa por pensar políticamente. Entonces cómo quieren contener malestares ciudadanos si la gente siente que no se le defiende de agresiones… ciudadanas o políticas. Ante esto, puede que no haya ningún plan de austeridad que valga.

Una semana horrible
La que hoy concluye fue una semana terrible para el país entero que vivió eventos negros que obscurecieron el panorama nacional con un manto de violencia muy extendida que hace tiempo no se veía.
La masacre del bar Blue Parrot en Playa Del Carmen, en Quintana Roo, dejó un saldo de cinco personas muertas y 15 heridas; unas balaceras en el puerto de Cancún que sembraron el terror en ese importante destino turístico; el incidente violento en una escuela secundaria de la ciudad de Monterrey, donde un alumno agredió con un arma de fuego a su maestra y a varios de sus compañeros de clase suicidándose posteriormente. Éste último evento sembró el temor en entre nuestras comunidades escolares que se aprestaron a reimplementar el protocolo de Operación Mochila en varias ciudades.
Por otra parte, una secuela de asesinatos se recrudece en Ciudad Juárez y hasta ayer arrojó una crecida de 35 asesinatos en los primeros 21 días de enero del 2017 –un de ellos decapitado y otro descuartizado–, sin contar los homicidios perpetrados en el resto del estado de chihua-hua, los que nos presentan un panorama terrible que ensombrecen nuestro porvenir.

…Y la era Trump
Eso sin contar que esta última semana inició la era Trump en la presidencia del vecino país del norte, con el que México mantiene profusas relaciones comerciales e industriales y más de tres mil kilómetros de frontera común, la más transitada del mundo en forma legal e ilegal.
El discurso inaugural del cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos estuvo plagado de frases populistas y anuncios de políticas proteccionistas para las empresas que adopten conductas comerciales nacionalistas, pero en un sistema de libre mercado la competencia a base de calidad alta y precio bajo seguirá siendo la norma que les permita posicionarse en el mercado y al efecto en Norteamérica todos los mercados están invadidos hasta la saturación de artículos producidos en China. ¿Serán los impuestos a la importación los que podrán invertir esta balanza? No lo creo, la gente muchas veces busca lo más barato aunque no sirva para nada.

‘Todo para EU’ y las protestas
Por lo pronto, el nuevo gobierno de Estados Unidos encabezado por Trump arrancó en medio de una avalancha de protestas y manifestaciones en contra en muchas ciudades de los Estados Unidos, a las que se les sumaron en otras partes del mundo, con lo cual se le puede caracterizar por ser el presidente estadounidense más repudiado al inicio de su mandato en toda la historia de ese país. Es justo decir que siempre que ha iniciado una administración se cuenta con un sentimiento de esperanza, más o menos generalizado, y esto ha sucedido aún en los momentos en que nuestros vecinos han estado embarcados en conflictos bélicos importantes.
Por su discurso, se prevé que la era Trump se caracterizará por el amurallamiento de EU. Hará el muro, implementará reforzamiento de sus fronteras, deportará a inmigrantes iniciando con los que están en sus cárceles y dará un giro al libre comercio.
Hasta ahora, nos queda claro que el gobierno mexicano no tiene ningún plan para hacer frente a los desafíos que representa el nuevo gobierno norteamericano. México es un país muy pequeño como para ser el causante de todos los males de la Unión Americana. Ya veremos en los próximos días qué rumbos toma la política de la administración Trump hacia nuestro país. Por lo pronto, es urgente esperar, de todos modos no tenemos ningún plan.

¿Extradición de regalo?       
La extradición del señor Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera a los Estados Unidos fue realizada por el Gobierno de México el último día de la administración del ahora ex presidente Barack Obama y un día antes de la toma de posesión del presidente Trump, como una muestra de cumplimiento de México al tratado de extradición existente entre ambos gobiernos y se interpreta como una muestra de agradecimiento al anterior régimen y una bienvenida a la nueva gestión, con lo que se queda bien con ambas en un solo acto.
El reo más importante de México fue entregado a la justicia de Norteamérica para que responda allá de las múltiples acusaciones que tiene en su contra. Un tribunal de la ciudad de Nueva York recibió al inculpado formulándole cargos por 17 delitos, para abrir boca. Las acusaciones son graves en su totalidad y si es encontrado culpable por cualquiera de ellas, el señor Joaquín Guzmán podría recibir la pena de cadena perpetua.
Lógicamente, el acusado se declaró inocente de todos los cargos atendiendo a la máxima jurídica que nos dice: “Acusado que se confiesa culpable, que lo defienda su madre, yo no”, con lo que da comienzo un juicio en el cual el acusado nada tiene que perder y la fiscalía tiene ante sí una enorme carga probatoria, pues en derecho existe una máxima que nos dice: “lo que prueba demasiado no prueba nada”.
Son tantas las acusaciones que la defensa no tiene ninguna salida, por lo que se espera un juicio largo y farragoso.
Como quiera que sea, México se ha librado de una papa caliente pues fue demasiado caro mantener en prisión a un presunto delincuente que se fugó de dos cárceles de máxima seguridad, dejando a las autoridades mexicanas en el ridículo más espantoso donde muchos presumieron su complicidad. Lo bueno es que ya está donde debió estar desde un principio. Se espera que el señor Trump sepa agradecer ese gesto de congratulación del gobierno de Enrique Peña Nieto.

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