Opinion

Una lección juarense

Cecilia Ester Castañeda

2017-01-18

Si alguna enseñanza ha dejado la historia de Ciudad Juárez es su probada capacidad para seguir adelante a pesar de golpes, caídas, desafíos y cambios de juego. Siempre, pero en momentos como éste en particular, a los juarenses nos conviene recordar que vivimos en una ciudad “resiliente”.
A lo largo de los más de 400 años desde que los españoles tomaron oficialmente posesión de estos lares, si algo ha caracterizado a la zona conocida antes como Paso del Norte es la serie de dificultades sorteadas para mantenerse cual sólido bastión en medio del desierto. Fue poblada y abandonada, sirvió como escala, destino inmigratorio, refugio, centro de éxodos, de encuentro de culturas y de batallas… tan sólo durante sus primeras tres décadas de ocupación hispana.
Por eso cada vez que enfrentamos tiempos inciertos debemos tener presente la flexibilidad especial de las fronteras. La convivencia con varios sistemas las obliga a adaptarse a todos ellos y, como dice el historiador Óscar Martínez, les ayuda a desarrollar mecanismos para manejar las condiciones ambiguas. 
Una vez más volverá a evolucionar el paradigma de la vida en Ciudad Juárez —no solamente aquí, de hecho—. Desconocemos con exactitud cómo se reflejarán los cambios nacionales e internacionales a nivel local. Sabemos, eso sí, que la frontera entre México y Estados Unidos ha servido de amortiguador ante cada impacto originado en cualquiera de los dos países y es un parámetro inigualable del mundo globalizado debido al contraste único de naciones tan disímbolas.
Situada prácticamente a la mitad, nuestra ciudad es la población más antigua a lo largo de la línea divisoria. Conoce lo vulnerable de hallarse localizada lejos de los centros de toma de decisiones cuyos intereses pocas veces coinciden con los de la frontera. Es un punto de contacto que ha aprendido, por necesidad, a leer las nuevas condiciones y a nadar entre dos aguas. Sea tolerancia, apertura o transformación, a Ciudad Juárez la ha ayudado a sobrevivir.
Muchos hemos sido testigos de la manera en la cual ha logrado avances contra la violencia. Recordamos los augurios de años recientes sobre el fin de nuestro hogar común. Quizá, lo que probablemente la mayoría de juarenses ignoremos sea el gran número de ocasiones previas cuando se dio por acabado al antiguo Paso del Norte. Tal vez no nos demos cuenta de la cantidad de veces que ha aguantado o se ha repuesto de las amenazas afrontadas, amenazas de diversa índole, en gran parte producto de su papel de avanzada en los nuevos tiempos y, por lo tanto, para las cuales había que idear respuestas sobre la marcha.
Libros de historia fronteriza hay muchos. Yo me limitaré a mencionar algunos desafíos que para Ciudad Juárez han sido “prueba superada”: ubicación en zona con escasos habitantes, crecimiento poblacional explosivo, ataques apaches, cambios de jurisdicción, ineficiente atención por parte de gobiernos centrales, retiro de subsidios, restricciones fiscales, aduanales y migratorias, pérdida de fuente de agua y de rutas comerciales, inestabilidad política, conflictos militares, fuga de capitales, desaparición de actividad económica, devaluaciones, emigraciones, mala fama, escasez de empleo, falta de comercio, deportaciones, epidemias, lejanía de centros productivos nacionales, recesiones, delincuencia, disputas fronterizas, crisis económicas, inconformidades y transiciones políticas, cese de llegada de visitantes.
Sí, Ciudad Juárez ha subsistido adaptándose, superando los retos y levantándose en múltiples ocasiones. Eso es ser resiliente.
Como sus habitantes, en este 2017 de desafíos inéditos y metas inconclusas, tener en cuenta lo anterior nos da confianza para tomar las medidas necesarias a fin de asegurarnos de encauzar una vez más a nuestra ciudad por el camino deseado.
Y también nos conviene recordar las palabras de una pionera que con su labor aportó herramientas nuevas para la humanidad, María Curie, a quien debemos el aprovechamiento de la radioactividad: “Nada en la vida debe temerse, solamente comprenderse. Ahora es el momento de comprender más para temer menos”.

X