Opinion

Apretarse, parejos, el cinturón

Luis Javier Valero Flores

2017-01-18

La consejera del Instituto Estatal Electoral, Claudia Arlet Espino le puso muy alta la barda a todos los funcionarios públicos de Chihuahua.
En un inusitado y por demás elogiable gesto les propuso a sus compañeros de ese órgano electoral una serie de medidas para disminuir el gasto, por medio de la presentación de un voto particular en la discusión del ajuste presupuestario, las que, sostuvo, podrían no aliviar “en mayor medida la situación económica del país. Que nuestras aportaciones… son tan solo unas gotas en el mar; pero al final de cuentas, –dijo– el mar se compone de gotas”.
No sólo les propuso la disminución de varias partidas generales, sino, además, una reducción de las dietas de los consejeros, sabedora de que existen razones jurídicas “que lo asignado por mandato legal no debería modificarse en perjuicio retroactivo”.
Y exhortó a los consejeros a enviar un “mensaje de solidaridad con la ciudadanía y disciplina en el gasto”.
Propuso una disminución de las dietas en un 20%; la del sueldo del Secretario Ejecutivo en la misma proporción, suprimir el gasto de gasolina en “cuenta ordinaria”, el de los teléfonos celulares, reducir el 10% del gasto de asesores, restringir el uso de vehículos oficiales e instalar lineamientos de austeridad en el órgano electoral.
Esta propuesta es la más avanzada en el ámbito local, como respuesta del mundo oficial al gasolinazo y a los reclamos populares generados por medida tan salvaje.
Siendo de avanzada, se queda corta en una parte que la absoluta mayoría de la ciudadanía le reclama a la clase política, la de sus elevados ingresos como funcionarios públicos, pues la disminución que les propuso Espino era solamente sobre la dieta (que en realidad se les llama sueldo en el portal del IEE) que para los consejeros era de 18 mil 774 pesos (de acuerdo a lo reportado en ese portal, hasta marzo de 2016, único dato existente de ese año) y no sobre la compensación que era de 75 mil 356 pesos mensuales.
De ese modo, si los sueldos de estos funcionarios se mantuvieran como en marzo del 2016, la disminución propuesta por Espino sería de ¡3 mil 600 pesos!
Y es que, en medio de la batahola nacional en contra del gasolinazo, el Congreso del Estado les aprobó la contratación de seguros de gastos médicos mayores, en lo que en un contrasentido, no sólo de estos funcionarios, sino del de todos los niveles cuando todo un pueblo reclama indignado el precio de los combustibles y los privilegios de los gobernantes.
Frente a eso, el gobernador de Nuevo León se adelantó a todos y aprobó una disminución del 20% de los salarios de los primeros niveles del gobierno de esa entidad.
En contrapartida, los nuevos gobernantes de Chihuahua han respondido con un tibio plan de austeridad, que no afecta los ingresos de los funcionarios y sólo, o disminuye o elimina algunos rubros como el telefonía celular.
De ese modo, el gobernador Javier Corral anunció la venta de diversos terrenos así como la Casa de Gobierno y la oficina alterna del gobernador; de las aeronaves y 500 unidades de “usos no sustantivos del servicio público”. Además, se eliminarán las comidas de los funcionarios, la compra de boletos de aviones,
A su vez, la alcaldesa de Chihuahua, Maru Campos, anunció el “congelamiento” de los sueldos de funcionarios de primer nivel, “que han venido ya con una reducción de casi 40 por ciento real en los últimos 10 años”. Es decir, que debemos congratularnos de que no sufrieron aumento.
Como el gobierno estatal, suspenden la telefonía móvil, los vales de gasolina para funcionarios; darán de baja los vehículos más antiguos, “asimismo los autos oficiales quedarán resguardados en horarios no laborables”; no habrá pagos, gastos de representación, comidas o viajes y se suspenden las nuevas contrataciones de personal.
Pero ninguno, ni el gobierno estatal, ni la alcaldía de Chihuahua informaron del monto aproximado del ahorro que alcanzarán con esas medidas.
Y le quedarán debiendo a la sociedad chihuahuense una mayor solidaridad que, contra lo que arguyeran, pasa, necesariamente, por una notoria disminución de sus percepciones salariales, de todas.
Quizá los montos ahorrados no serían importantes para el total de los presupuestos, pero sería, indudablemente, una vívida muestra de su solidaridad hacia sus gobernados.

 

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