Opinion

Comentario obligado

Sergio Conde Varela

2017-01-12

Como ha empezado este año para juarenses, chihuahuenses y mexicanos es un inicio nada halagüeño.
Alza a las gasolinas, brazos cruzados para dar respuestas a los problemas, echarle la culpa a las presiones internacionales que no son nuestras, palabras encendidas de una retórica sin resultado alguno, amenazas proferidas en contra nuestra por el nuevo ejecutivo americano, esperanzas fallidas repetidas sin ton ni son, producen parches calientes, puestos sobre ampollas sociales de la piel de los nacidos en estas tierras.
Es lamentable que muchas personas se sientan vencidas anticipadamente por las circunstancias narradas, porque ven un porvenir azaroso, rufianesco y sin apoyos por tantos aumentos puestos en una marcha torpe y antipopular. Ejemplo de lo anterior son el descalabrado aumento de servicios como el agua, la luz, el gas; también el ausentismo de la canasta básica y la falsedad de que se revisaran los precios cuando no existe una sola normativización de precios fijos.
Estamos además en un año preliminar al cambio de la presidencia del país y tiende a olvidarse los miles de millones de pesos que según se ha dicho, fueron extraídos ilegalmente del presupuesto público de algunos estados por camarillas irresponsables y traidoras al pueblo, con corruptelas manifiestas y que representan cantidades que pudieran utilizarse y paliar algunos problemas de suma importancia por los que ya atravesamos. Hay personajes que se sienten protegidos por organismos extranjeros para llegar al cargo, sin analizar que el país tarde o temprano tendrá que pagar los favores recibidos.
Justo es decir, que la idea del ejecutivo del vecino país, ya le ha pegado fuerte al nuestro, especialmente la inversión en el estado de San Luis Potosí y la fábrica proyectada dejó sin trabajo a miles de compatriotas que habían puesto los ojos para trabajar en ella. Muchos millones de inversión en dólares, se quedaron como un sueño guajiro. Otras armadoras sin rezongar han tomado las de Villa Diego y se han ido sin decir adiós.
Ojalá y los juarenses que la llevamos de bien para arriba con vecinos de aquel lado del rio, sepamos tener dialogo con ellos, porque además hay muchos amigos y familiares que nos conocemos hace años y que podemos levantar a nuestra tierra como la ciudad industriosa que siempre fue.
Juarenses añosos recordamos la fábrica de vidrio que permitía que largas filas de estadounidenses compraran cada día, los artísticos objetos que en ella se vendían. La fábrica daba trabajo a muchos juarenses especializados en producir pequeñas obras de arte de vidrio.
También recordamos a paisanos que invirtieron su dinero en centros de diversión de mucha categoría y profesionalismo, que hacían de nuestra ciudad un lugar en donde concurrían artistas de la meca del cine, boxeadores, hombres de negocios del vecino país y cientos de militares acantonados en El Paso.
Por otra parte, deportistas juarenses en aquella época, pusieron muy en alto a Juárez por su participación en las ligas mayores de beisbol y desde luego nuestra tierra era en ese sentido de primer orden internacional.
Con esto que ha pasado o que se ha provocado, debemos desprendernos como Prometeo de la roca del dolor y salir adelante porque eso depende de cada uno de nosotros y de nadie más. ¡Basta ya! de no intentar grandes proyectos. Podemos realizarlos con la decisión que cada uno tengamos, con fuerza, sin queja.
Depende de cada uno de nosotros que las cosas salgan bien. Fuera las cobardías y los miedos. En el país muchos nos conocen y saben que hemos sufrido y pasado grandes eventos, pero hemos salido adelante, no con orgullos torpes sino con la calidad de vida que los juarenses por nacimiento o por adopción hemos adoptado con dedicación y esfuerzos supremos. Por la fe en Dios y nuestra calidad humana triunfaremos, ni duda cabe. Punto.

 

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