Opinion

De política y cosas peores

Armando Fuentes Aguirre

2017-01-11

La temporada de fiestas pasó ya. Puedo entonces, sin mengua del espíritu que se prolonga hasta la Candelaria, narrar "El Chiste más Pelado de Principio de Año". Confieso que para arrojarme a tal audacia me prevalgo de una fortuita circunstancia: doña Tebaida Tridua, encargada -por propio nombramiento- de cuidar la moralidad ajena, no pudo regresar a tiempo de sus vacaciones, varada en algún aeropuerto por causa de la niebla. Ausente la ínclita señora tengo el terreno libre para dar curso a ese chascarrillo. Lo hallarán mis cuatro lectores al término de esta columneja... El Poder Ejecutivo -que poco de ejecutivo tiene y cada día menos de poder- camina por un berenjenal que no esperaba, escollado de problemas crecientes y que se vuelven más agudos conforme el sexenio se acerca a su final. Tan agudos son esos problemas que parecen las espinas de esa biznaga gruesa y baja que en el norte se conoce con el nombre de "asiento de suegra". Por su parte el Poder Legislativo se ha vuelto una infortunada síntesis de circo y teatro. Son tantos los diputados y senadores, tan desvirtuada ha sido su naturaleza, que las dos cámaras son por igual objeto de reprobación. Sigue vigente el proverbio según el cual el cargo dura tres años, y la vegüenza toda la vida. Con motivo del gasolinazo y sus secuelas se han pedido recortes importantes en el presupuesto. Uno de ellos debería consistir en la desaparición de todos los gajes, canonjías, sinecuras y prebendas de que gozan esos legisladores, con sus dietas, bonos, comisiones, aguinaldos y prestaciones extraordinarias de todo orden y desorden. No es tolerable ya tener políticos ricos en un país de pobres. Aquel joven padre contemplaba a su hijita recién nacida, que una sonriente enfermera le mostraba a través del cristal de la sala de bebés. Junto al feliz papá un individuo hacía también zalamerías y carantoñas. Le preguntó el flamante padre al individuo: "¿Qué le parece mi nena, señor?". "Preciosa -contestó el tipo-. Y ¿qué te parece la mía?". "¿Cuál es su nena?" -preguntó el muchacho. Respondió con orgullo el individuo: "La que tiene en brazos a la tuya"... En el club deportivo la señora le ganó a su esposo el partido de campeonato del torneo de tenis. El hombre se disgustó bastante, pues no creía a su mujer capaz de vencerlo, y además la derrota fue ante un público muy numeroso. Ella lo vio tan enojado que al dirigirse a los vestidores le preguntó, inquieta: "Dime: ¿volveremos a tener sexo alguna vez?". "Sí -masculló con tono hosco el perdedor-. Pero no entre nosotros"... Doña Jodoncia le reclamó a su yerno: "¿Por qué no me regalaste nada en Navidad". Respondió el yerno: "Porque estoy muy sentido con usted. El año pasado le regalé un lote en el panteón y no lo ha usado"... Doña Frigidia, ya se sabe es la mujer más fría del planeta. Eso del sexo no se le da bien. Su esposo, don Frustracio, les confesó a sus amigos que no le gustaba ver películas pornográficas. Uno le preguntó: "¿Por qué?". Explicó don Frustracio: "Odio ver a un desgraciado que en 5 minutos tiene más sexo del que yo he tenido en toda mi vida". Viene ahora "El Chiste más Pelado de Principio de Año". Este cuento es en verdad de color púrpura subido. Su lectura no se recomienda a personas pacatas, timoratas, mojigatas o pazguatas... Doña Macalota entró repentinamente al baño y sorprendió a su esposo, don Chinguetas, entregado a un placer solitario -"the old five versus one", dijo Anthony Burgess- más propio de adolescente que de un hombre, como él, ya de madura edad. "¿Por qué haces esto?" -le preguntó escandalizada. Respondió él: "Jamás he permitido que el matrimonio me prive por completo de mi independencia personal"... FIN.
 

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