Opinion

De política y cosas peores

Armando Fuentes Aguirre

2016-12-07


Una joven esposa acudió a la consulta del doctor Wetnose, reputado ginecólogo. Le dijo: "Tengo ya dos años de casada y no he logrado tener un hijo". El facultativo se dispuso a examinarla. Le indicó: "Quítese la ropa y acuéstese ahí". Replicó la paciente: "Como usted diga, doctor; pero me habría gustado que el hijo fuera de mi esposo". Babalucas conoció a un irlandés. Le preguntó: "¿Cómo te llamas?". Respondió el otro: "Patrick O'Malley". "¿Por fin? -se molestó el badulaque-. ¿Patrick o Malley?". Un campesino iba guiando su carreta de bueyes. Llevaba en ella unas gallinas que su mujer le había encargado y un perico que había comprado para regalárselo. De pronto volvió la vista y advirtió con sorpresa que las gallinas iban caminando detrás de la carreta. Al mismo tiempo oyó que el perico les decía: "Ya saben, chicas. La que me dé lo que les pedí puede volver a subir". No sé mucho de política (nadie sabe mucho de política) pero alcanzo a entender que en ese juego, a veces letal, interviene con frecuencia un elemento aleatorio: la suerte. A este respecto no cabe duda de que Andrés Manuel López Obrador es un político con suerte. Todas las fichas se le han ido acomodando para lograr por fin su perenne propósito de ganar la Presidencia. El impensado triunfo de Trump vino a ser uno más de los factores que le dan impulso. Desde luego no todo es cuestión de suerte para AMLO. Si en la historia reciente de México ha habido algún político que con perseverancia haya buscado su objetivo, ese político es López Obrador. Las derrotas, en vez de amilanarlo, le han servido de acicate. Pienso que no hay un solo día en que no haga algo para concretar su aspiración. Tiene años y años de peregrinar por la República llevando su mensaje. A algunos eso les parecerá obsesión; otros verán en AMLO un incansable buscador del bien. Sea lo que fuere, su entrega, su pasión, le han dado buenos resultados: hoy por hoy es el precandidato que más posibilidades tiene de obtener el triunfo en la próxima elección presidencial. Los errores y desviaciones del régimen actual; la corrupción e impunidad reinantes; el hartazgo de los ciudadanos por los innumerables males de la vida pública; todo contribuye a fortalecer a López Obrador, en quien muchos ven la esperanza de un cambio radical que dé nuevo rumbo a México y lo saque de la penosa situación en que hoy se encuentra. Ya casi nadie dice aquello de que AMLO es un peligro para México. Ahora los electores piensan que el verdadero peligro para México radica en la continuación del statu quo, del vicioso y viciado estado de cosas en que nos encontramos. La tendencia mundial, antisistema, puede favorecer también, siquiera sea por inercia, a López Obrador. Ya lo veremos. Los empleados de aquella oficina tenían una mala costumbre. El jefe salía a media mañana para ir al banco, y ellos aprovechaban su ausencia e iban a tomar algo en la cafetería de enfrente. Uno de los empleados no hacía eso, pues era muy cumplido y no quería faltar a sus obligaciones. Cierto día, sin embargo, se decidió a salir con sus compañeros. Pero no fue a la cafetería, pues no traía dinero. Fue a su casa, que estaba cerca, a tomarse un cafecito. Cuando llegó oyó ruidos extraños en la alcoba. Subió y abrió la puerta con cautela. ¿Qué vio? ¡A su esposa, refocilándose con el jefe! No dijo ni hizo nada. Salió en silencio y regresó a la oficina. Al día siguiente, como de costumbre, los empleados fueron a tomar el café tan pronto salió el patrón. Alguien invitó a su compañero: "¿Vienes con nosotros?". "¡Ni loco! -exclamó el otro, asustado-. ¡Ayer por poco me pesca el jefe!". FIN.


 

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