Opinion

La marcha de los brincapuestos

Sergio Conde Varela

2016-12-01

Apenas en este mes está terminando el 2016 y ya hay una marcha de aspirantes a los cargos públicos que en breve y limitada enunciación anotamos: presidente de la República, gobernadores, diputados federales, diputados locales, senadores, presidentes municipales nuevos y reelectos, regidores, síndicos y demás seres que desde este cautivo mes inician una marcha por caminos no antes vistos, para obtener el triunfo para los soñados escaños políticos.
Realmente en nuestro México, estado y frontera, han aparecido personajes ligados a las finanzas públicas, a los medios, a los bancos, al comercio, a la industria, al transporte, a familias conocidos como “juniores” y otra cauda de personajes que ansiosamente buscan reflectores para que los aplauda el pueblo en ese ya misterioso año del 2018.
En esa euforia, no se ha dicho nada de líderes obreros, de trabajadores organizados, ni de campesinos comprometidos con la justicia distributiva, pues los que rifan y controlan son los sindicatos patronales y grupos de poder económico caracterizados por poner en puestos públicos a hombres y mujeres sin que nadie se convierta en chocho inconforme.
En la historia de nuestra tierra juarense, han salidos presidentes de Canaco y han llegado a la presidencia municipal. Entre otros, Margarito Herrera, Rene Mascareñas, Jaime Bermúdez, Manuel Quevedo, Jesús Macías. También sin hacer malos quesos en la competencia por la silla de doña Leonor, han tenido ese cargo los ligados al centro patronal, Francisco Barrio, Gustavo Elizondo, Francisco Villarreal. Canacintra, también cooperó en la lista con Héctor Murguía.
Algunos o muchos de los que ocupan hoy cargos públicos, curiosamente tienen deseos enormes de seguir con su trabajo superesforzado (?) y puesta la mira en el 2018 con el dicho traumático para el elector del “ahora sí” lo prometido. Algunos de ellos con aire de suficiencia y subiendo la ceja afirman con voz potente y sorpresiva afirman “lo prometido es regla”. Lo que la gente no sabemos si la regla es de cálculo usada por los ingenieros y que pocos fuera de ellos conocemos o la regla lisa y llana que muchos conocen pero nadie la toma en cuenta.
Puede ser, que la conciencia colectiva y no la de unos cuantos se imponga, para la transformación de las cosas pero es difícil que triunfe, porque el sistema está diseñado para que beneficie a unos cuantos y cuando por las circunstancias propias de una elección resultara de otra manera, los grupos de presión empujan fuertemente para que las cosas no cambien, sobre todo en los innumerables privilegios que se desprenden de hacer las cosas de determinada manera y que esos grupos son beneficiados grandemente con ellas.
Un ejemplo de lo anterior, son las elecciones de los Estados Unidos, en que siendo el voto el medio por el cual se gana una elección, el sistema estadounidense es una incógnita para muchos politólogos que no han explicado, por qué si Hillary Clinton tuvo más de dos millones de votos más que el actual presidente electo Trump, porque triunfó este último. Solo los que entienden ese sistema pueden explicarlo.
Quizás los que  no conocemos el sistema del vecino país, no demos pie con bola y no resolvamos la incógnita, pero para el 2018 los juarenses, chihuahuenses y mexicanos debemos de encontrar la marcha de los adelantados al poder político y estar preparados para tener un catálogo de lujo conteniendo las miles y miles de peticiones de asuntos sin resolver que se han quedado abandonados en el camino, en el cual solo se ha usado la promesa de solución sin que esta haya llegado a los diferentes sectores de nuestras familias y sociedad.
Es muy sencilla y será la petición ciudadana a los cientos de personajes que quieren entregarse en cuerpo y alma, (Así dicen) a los sagrados intereses de sus conciudadanos, que serán cumplidos a cabalidad (Así también dicen). La demanda popular es muy sencilla: “cumplan sus promesas” y nada más agreguen. Solo eso.

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