Opinion

La pecera del gobierno

Olga Tuda

2016-10-24


Cuando las extremidades de un cuerpo se enfrían, es porque los órganos vitales como el corazón, necesitan calor –irrigación– para funcionar como es debido. Al privilegiarse estos órganos se asegura su buen funcionamiento y se les suministra del rigor necesario para que el organismo en total sobreviva.
Si consideramos a la sociedad como los órganos vitales, y a la administración gubernamental como los extremos que deben proteger a ésta, entonces hablamos de un cuerpo bien organizado que trabaja para hacer funcionar y proteger a los ciudadanos que a él pertenecen.
La mejor manera de tener contenta y protegida a una comunidad es que las promesas se cumplan, y la mejor forma de cumplirlas es transparentar los acontecimientos.
Armando Cabada, en su investidura como alcalde, decidió quitar los muros que separan a los funcionarios de la ciudadanía y dice que los va a sustituir por cristales, para que los movimientos de los funcionarios puedan ser observados por todos los ángulos. Así, como en una pecera (tal vez porque se siente como pez en el agua), donde se verá si el pez grande se come al pequeño, si el ambiente es el debido y si el agua se empieza a enturbiar.
Presentó también su declaración patrimonial, en la que nos deja saber su preparación académica (preparatoria trunca), su estado civil, su experiencia laboral (27 años en el canal 44), sus bienes, sus cuentas bancarias y sus créditos por pagar.
En toda la declaración no muestra una experiencia en cargos de gobierno, lo que quiere decir que entra sin ella, pero quizá éste sea su gran plus.
La legión ciudadana, aparte de lograr que ganara en la contienda constitucional un candidato independiente, ahora espera que venga un súperhombre a resolver todo lo que no hacemos los ciudadanos. Pero sin una verdadera participación es imposible resolver los problemas comunes, aun con su oficina de cristal.
Las licitaciones también serán transparentes, declaró: “no más moches”, lo que lleva a una reducción en el costo de las obras. Y si esto va acompañado de su respectiva inspección del bien hacer, hablando de calidad y cantidades presupuestadas, Ciudad Juárez lucirá diferente, sin esperar por ejemplo que se hunda el pavimento como en el caso del colector Zempoala, que ya lleva ocho hundimientos y 7.1 millones de pesos tirados a la basura. Quizá ya no tengamos que ir pendientes de las rayas rojas que se pintaron en lugar de dar solución al caso. No más PMU’s que sacrifican dinero y alargan distancias.
Abrir las licitaciones y no dar más “moches” a los “compas”, será una de las pruebas que den confianza a la filosofía de este Open government, que parece ir más allá de simbolismos y buenas intenciones. Sin duda, el señor presidente municipal es un buen comunicador, dada su experiencia en la televisión.
Ahora, los símbolos de la administración tienen que convertirse en acciones, que se vea a través de los cristales a los funcionarios actuando de manera honesta y comprometida. Porque la ciudad y su gente deben estar por encima de todos los partidos y de todo interés personal o de grupo.
“El poder es del pueblo, quien se lo presta al Presidente Municipal por tres años para hacer el bien; los colaboradores del Alcalde deben entender que su participación es ayudar al Alcalde  en ese propósito” (Francisco Villarreal).
Una política de puertas abiertas, hacer el bien, una calidez que dé esperanza y no una expectativa que se deshilacha con el tiempo y quedan marcas amargas que rebasan la buena voluntad de los ciudadanos.
El ajedrez y el Go, son dos juegos estratégicos. El primero, europeo y el segundo de oriente. “En el ajedrez, se mata para ganar, mientras que lo más bonito del Go es que para ganar hay que vivir, pero también dejar vivir al adversario” (La Elegancia del Erizo, novela de Muriel Barbery).

In memoriam
Luchadora incansable, derechohumanista activista, Emilia González Tercero partió de este mundo. Deja una huella imborrable, amiga personal y excelente ser humano. Descansa en paz, siempre estarás presente. Nadie podrá callar tu voz, defensora de los necesitados.
 

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