Opinion

Gobernar es rectificar

Javier Cuéllar Moreno/
Analista Político

2016-10-22

El gobernador Javier Corral Jurado debe comprender que el pleito que se trae con el presidente municipal Armando Cabada Alvídrez no ayuda para nada en la búsqueda de la solución a los problemas que padece Ciudad Juárez y que eso, además, distrae mucho a ambos de lo que deben atender cada quien desde sus investiduras.
Aunque el primer paso para su reconciliación aparentemente ya se dio el viernes durante la gira del mandatario estatal a esta frontera –en una breve reunión privada–, sin duda falta aún camino por recorrer para que se recupere la confianza y ambos asimilen el desgaste por la confrontación desatada principalmente por el nombramiento del exfiscal Jorge González Nicolás como titular de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, a quien el gobernador le tiene desconfianza, como lo reiteró aquí.
El licenciado Corral debe entender que encontrar funcionarios eficaces y con experiencia en el área de la seguridad pública es muy difícil y más aún gente inmaculada y químicamente pura; por lo tanto, la designación del señor alcalde Armando Cabada es aceptable. 
Su gobierno tardó hasta 18 días para designar aquí a Arnaldo Nava López como titular de la Fiscalía en la Zona Norte y nombró a ¡un exagente de González Nicolás! –fue director de la Unidad Antisecuestros en la gestión del exfiscal , durante el sexenio de César Duarte– ¿Verdad que no es cosa fácil encontrar un buen candidato?
Además se pudieran decir también varias cosas del licenciado César Augusto Peniche –a quien Corral nombró como fiscal general del Estado– sobre su desempeño en la delegación de la Procuraduría General de la República, pero no tiene caso, ya hay suficiente inquina esparcida en nuestra sociedad.
Con que Peniche se ponga a trabajar en coordinación con el secretario de Seguridad Pública Municipal es suficiente. Hay que actuar ya y de prisa, la mayoría de los delitos que se están cometiendo son competencia constitucional del fuero común y las autoridades encargadas de reprimirlos deben ponerse a trabajar.
Cómo quieren que les creamos que están combatiendo la ola de violencia y de delitos si éstos van a la alza, en medio de pleitos insanos y cuando vemos que por medio de la Alianza Ciudadana de Juárez, y de la ciudad de Chihuahua, impulsadas en su constitución por el propio Corral, se está organizando y atizando un linchamiento mediático en contra de los funcionarios de seguridad publica designados por el presidente municipal. Esto con un afán inconfesable e inconfesado de desestabilizar el gobierno municipal de Cabada Alvídrez.
En este punto bien le haría a nuestro gobernador reflexionar un poco sobre el pensamiento de André Maurois que nos dice: “Los caprichos pueden ser perdonados, pero es un crimen despertar una pasión duradera para satisfacer un capricho”.
Esa diferencia intrascendente que se trae con el presidente de Juárez tiene que zanjarse urgentemente porque se están perdiendo semanas preciosas y los problemas, sobre todo de inseguridad, se agravan pudiendo llegar a volverse crónicos.
La ola homicida se ha recrudecido, al grado que el índice rojo de asesinatos se está incrementando. De acuerdo  con un conteo rápido oficial publicado por El Diario de Juárez, en enero de este año se registraron en esta frontera 32 homicidios; en mayo y junio, 38 en cada uno; en septiembre fueron ya 55 y en los primeros 19 días del mes de octubre van 66, más los que se acumulen estos días.
A ese paso, y entre enfrentamientos por egos, se prevé que los asesinatos pueden elevarse a los cien en este mes, un panorama muy preocupante. Los juarenses comienzan a estremecerse por la vuelta inminente de un pasado que nadie quiere y que todos temen.
Como se ve, para construir un estado no son suficientes mil años y para arruinarlo pueden bastar unos días. El gobernador Corral debería reconocer sin pena que Confucio tenía razón cuando nos dijo: “gobernar es rectificar”. Cuando el que manda se equivoca, pues sencillamente vuelve a mandar.
Si la causa de ese distanciamiento que hemos visto con Ciudad Juárez en sus primeros días de gobierno es por su encono con Armando Cabada, ¿nosotros, los ciudadanos, que culpa tenemos de eso? ¿Por que habremos de pagar los platos que nosotros no rompimos?

La insurrección se politiza
Como si la marea delictiva y racha asesina no fuera suficiente en el estado, tal parece que algunos movimientos políticos pretenden “oaxaquizar” el panorama.
El ambiente sociopolítico de nuestra entidad se está enrareciendo mucho, como hace bastante tiempo no lo estaba y eso es preocupante para la sociedad chihuahuense que sólo desean vivir y trabajar en paz.
La Sección Octava del SNTE organizó esta semana una serie de plantones y bloqueos a las oficinas públicas del Gobierno del Estado bajo el pretexto de reclamar salarios devengados y algunas prestaciones laborales impagadas de poca monta que evidencian su verdadera intención desestabilizadora del gobierno del gobernador Corral Jurado.
Para acabarla de amolar, algunos miembros del sindicato de choferes del ruteras y Vivebús de la capital del estado organizaron paros de camiones y bloqueos para suspender el servicio del transporte público, con los que paralizaron en buena medida la ciudad sede de los tres poderes del estado.
Como que se quiere dar la impresión de que el estado de Chihuahua se encuentra en vías de un estallido social, aunque en la realidad puede estar lejos de producirse si las partes involucradas reflexionan un poco sobre su conducta.
Tal parece que la mala voluntad contra nuestro estado se encuentra en todos lados. Como ya se mencionó, no se vale que por un lado el supuesto brazo armador de borlotes del gobernador, la Alianza Ciudadana, esté atizando la intranquilidad social por la vía del linchamiento mediático contra funcionarios del Gobierno Municipal de Ciudad Juárez, como tampoco es legítimo que gentes relacionadas con el partido tricolor, –a sospechar de Doroteo Zapata y los de la SNTE– estén enturbiando las aguas por medio de movimientos más o menos artificiosos para ocasionar un caos citadino con ánimos incendiarios.
Unos y otros deben de calmar sus ansias de agitadores electorales para que dejen que el pueblo chihuahuense trabaje en paz, que bastante difícil es en sí la vida diaria como para todavía hacérsela más espinosa con estas grillas de mala fe, sembrando el odio social.
“El odio es una tendencia a aprovechar todas las ocasiones para perjudicar a los demás”. (Plutarco)
Afortunadamente el conflicto de los choferes en la ciudad de Chihuahua se desactivó por parte de la autoridad estatal con un operativo que arrojó saldo blanco y los maestros de la Sección Octava, ya depusieron su actitud y suavizaron su protesta sentándose a la mesa de las negociaciones, aunque da la impresión que las partes se encuentran muy distantes de un acuerdo.

Aterriza la fuerza aérea en Municipio
En el Municipio, el alcalde Armando Cabada está ejecutando su programa de “bajar a tierra” la fuerza de ‘aviadores’ que están incrustados en la nómina municipal desde sepa usted cuánto tiempo.
Por lo pronto van 338 aviadores de alto y mediano copete que han sido derribados, lo que no se entiende es la razón por la que fue preciso darles una indemnización de poco más de cinco millones de pesos para que bajaran de sus avionetas.
Y si se presupone que, como buenos aviadores, nada hacían, ¿por qué van a ser remplazados en un 70 por ciento, que serían unos 236, que harán lo mismo que los otros o sea nada? 
Si esos pilotos aviadores nada hacían, ¿para qué volver a ocupar esas plazas por otros que igualmente nada harán?
Lo lógico sería que estas plazas de aviadores quedaran canceladas en forma definitiva. ¿O no eran aviadores y es un simple quítate tú para ponerme yo?
Se debe tener cuidado con estas acciones de limpia en el Gobierno Municipal. Aunque se ha dicho que esta medida no es revancha política, algunos de los afectados ya han externado que van a dar su pelea por la vía legal. Así que vienen pleitos en cascada que pueden entrampar a una administración que tiene cerca de dos años para gobernar. 

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