Opinion

Columna GPS

El Diario de Chihuahua

2016-10-16

-Déficit financiero, desafío de Fuentes Veles

-Guerrilla de “puchadores” causa de muertes

-El “honor a quien honor merece” de Corral

-PRI, batidos en la más absurda simulación


 


Javier Corral y sus secretario de Haciendo sabían que para cerrar el año necesitaban una inyección de capital, a como diese lugar. Por eso los 1,800 millones de pesos contratados en deuda a corto plazo, lo que eso signifique, en el fondo es más deuda para el estado, como las bursatilizaciones.
La deuda de César Duarte es justo lo que severamente criticaron en campaña y durante la transición. Sin embargo en la realidad que encontraron uno de sus mayores retos sería equilibrar las finanzas estatales, destrozadas en la pasada administración.
Por lo mismo es injusto criticar a Corral porque una de sus primeras decisiones fuese contratar más deuda, pues de alguna manera tiene que resolver la emergencia para cerrar el año. El próximo ejercicio fiscal será completamente de ellos, entonces la prioridad será reducir el déficit financiero por lo menos a la mitad, no cerrar el año a como dé lugar.
Ellos entienden que no pueden mantener la dinámica de continuar aumentando la deuda pública indefinidamente, ese camino terminaría por colapsar de manera definitiva las ya de por si caóticas finanzas. El camino está en reducir el gasto corriente, eficientar la inversión y mantener una disciplina estricta, en los hechos, no de palabra.
Decirlo es más fácil que hacerlo ¿Cómo reducir el déficit de cinco o siete mil millones a dos o tres mil millones anuales? Es el verdadero desafío, de no resolverlo la deuda seguirá creciendo. En el inter hay que atender las premuras.
Por ejemplo ¿Qué hará con el enorme boquete en Pensiones Civiles, profundizado con la engañosa reforma pasada? Hay quienes dicen que el gobierno de Duarte dispuso del ahorro de los trabajadores y por lo tanto el fondo también está deprimido.
Para racionar el gasto es necesario despedir personal ¿Cómo resolverán el problema de las liquidaciones? Aunque muchos contratos laborales vencerán en diciembre, la realidad es que la mayoría de los burócratas llevan diez, quince o veinte años en condiciones laborales injustas, firmando contratos semestrales, situación que obligaría una liquidación justa, con independencia del vencimiento del contrato.
Quienes rosan el submundo de policías y ladrones están convencidos de que las recientes muertes en Juárez, Chihuahua y otras ciudades de la entidad, responde al ajusticiamiento de “puchadores” al servicio de las diferentes organizaciones criminales que se mueven en la entidad.
De dar por buena esa versión, la entidad estaría al inicio de una guerra a escala mayor, si las autoridades no la contienen pronto. Explican lo anterior en razón de que los vendedores al menudeo de droga son la primera línea –o última, según cada quien la vea- de los grupos criminales.
En palabras lisas afirman que se están matando entre los representantes de menor rango en cada organización, pero de seguir creciendo la violencia, alcanzaría estratos mayores en la línea de mando y en grado extremo Chihuahua regresaría al horror de los años pasados.
Causa pavor, el sólo hecho de pensar que hay riesgo de otra lucha entre cartelas a gran escala. Además enfrentamientos como el de Madera, en “Las Pomas”, refrescan de la peor forma la memoria de los escépticos, allá los pobladores de la pequeña comunidad hablan de una confrontación violenta mucho mayor a la descrita por las autoridades. Siguen asustados por tanto balazo.
Frente a esa realidad es sumamente grave que el Consejo Estatal de Seguridad, presidido por el gobernador, acepte la recomendación que hacen la PGR y el Ejército de introducir mayor fuerza federal en Juárez y otros sitios en conflicto.
La experiencia, especialmente en Juárez, de los federales es nefasta. En aquella frontera recuerdan que cuando las fuerzas de la federación “tomaron” la ciudad, aumentaron secuestros, asesinatos, extorsiones. Eran cosa de todos los días, no obstante en gobierno parecen olvidarlo.
Armando Cabada se opone a que regresen esos operativos, pues sabe que la gente sospecha con razón que son los principales responsables de la violencia, dado que la experiencia es que toman las ciudades que ocupan como su coto de medro y terror, no como objetivo de protección ciudadana. Cambiar esa creencia de la gentes es imposible, vivieron de cerca el terror.
Ahí está otra confrontación absurda entre el edil juarito y el gobernador. Cambian las cosas, siendo diputado Corral criticó los operativos federales y ahora que gobierna la entidad resulta que los apoya, a contrapelo de la misma población ¿Soberbia, sincera respuesta a la crisis o rehén de fuerzas superiores? Es pregunta.
Generoso Javier Corral con Mario Vázquez, le hizo un reconocimiento público no visto ni en campaña: “honor a quien honor merece”, le dijo en el contexto de los triunfos panistas durante la pasada elección, dándole crédito por el resultado.
Ni en sus momentos más alocados Corral aceptó incluir a Mario Vázquez en su gabinete. Todo intento para negociar la presidencia del PAN y la Coordinación de la mayoría en el Congreso botó cuando la propuesta era nombrar a Mario en la Secretaria de Desarrollo Rural.
Que hoy lo trate con deferencia es de llamar la atención. Quizás se ablandó en sus juicios personales contra los integrantes de su partido que no se arrodillan a sus pies o aplauden las ocurrencias. Es probable, pero los destinatarios de esos mensajes deben tomarlos con mesura, de la misma manera en que hoy los celebra, mañana los amonestará con igual enjundia.
Dos horas tarde, evento insustancial, discursos insulsos y una simulación exacerbada caracterizó el acto donde Enrique Ochoa se presentó como presidente del CEN ante el azorrillado priismo de Chihuahua. Imposible pedir más, es lo que saben hacer, justificar sus derrotas en los argumentos más absurdos, así sean tan apabullantes como las de junio cinco.
Negados a la menor autocritica, los dirigentes priistas siguen indispuestos a reconocer en la corrupción, la soberbia, los excesos, el sometimiento de las instituciones y las frivolidades, fueron la causa de su fracaso. Sólo el Coco Reyes Castro, desde las gradas, interpeló gritando “Corrupción”.
Javier Corral les facilita las cosas, con su mal comienzo, pero ellos siguen pensando y haciendo lo mismo que los llevó a la derrota. Les aplica lo que Armando Cabada dijo a Teto Murguía: chango viejo no aprende maromas nuevas. Los dejaron desnudos y y siguen paseándose como si vistiesen sus mejores galas.
 

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